Penas de prisión y la reinserción

Los lectores escriben sobre las políticas punitivistas, la peineta de Fernández Mañueco, la situación en la Cañada Real y la ‘ley trans’

Entrada al centro penitenciario Brians 2, en Barcelona.

En estos meses se alientan las emociones más viscerales esperando rédito en las urnas. Un recurso habitual y muy manido es airear amenazas indeterminadas a la seguridad colectiva y utilizar el Código Penal como la solución inmediata para atajar las incertidumbres y las inseguridades. Cuando un condenado alcanza la libertad, mucha gente puede sentirse ofendida y, a veces, incluso amenazada. Ante esta sensación conviene no olvidar ...

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En estos meses se alientan las emociones más viscerales esperando rédito en las urnas. Un recurso habitual y muy manido es airear amenazas indeterminadas a la seguridad colectiva y utilizar el Código Penal como la solución inmediata para atajar las incertidumbres y las inseguridades. Cuando un condenado alcanza la libertad, mucha gente puede sentirse ofendida y, a veces, incluso amenazada. Ante esta sensación conviene no olvidar que la privación de libertad supone la agresión más directa que el Estado ejerce sobre el ciudadano como sujeto de derechos. Vistas así las cosas, resultaba imprescindible ofrecer una oportunidad a la dignidad humana y a la voluntad de superación de los internos; el artículo 25.2 de la Constitución establece que las penas deben estar orientadas a la reeducación y reinserción social de los condenados. No podemos limitar por la fuerza las capacidades de nuestros conciudadanos durante espacios temporales prologados y, además, seguir dudando de su capacidad personal para reiniciar la vida cotidiana sin delinquir.

Luis Fernando Crespo Zorita. Las Rozas de Madrid

Peineta para todos

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Alfonso Fernández Mañueco fue pillado en un gesto impropio de un representante público, de un político y de un sitio como un Parlamento. Hasta aquí nada nuevo. Lo que me deja perplejo es que posteriormente, con la cabeza fría y supongo que asesorado, el presidente de Castilla y León declare que se trata de una mala interpretación de un gesto natural. Es en ese preciso momento en el que se ríe de todo el mundo creyéndose en capacidad de negar la evidencia. Si nos mienten con una evidencia tan clara como es una grabación, qué no dirán cuando no hay pruebas.

Guillermo Martínez Alandi. Madrid

Falta de interés

Más que un problema de memoria es la tentación del olvido. Esa falta de interés y cierta apatía por algunos problemas sociales trae como consecuencia mantenerlos injustamente petrificados con una interminable postergación. Me estoy refiriendo a la falta de suministro eléctrico a ciudadanos de la Cañada Real de Madrid. ¿Cómo es posible que una sociedad avanzada como la nuestra mantenga una situación tan injusta que afecta a un numeroso grupo de ciudadanos? ¿Quiénes son los incompetentes responsables de este estado de desamparo? Desde aquí demando a los poderes públicos competentes para que de forma urgente apliquen un plan a corto con la solución. Tienen el deber de asistir y auxiliar a estos ciudadanos.

Manuel Carmona Calvo. Móstoles (Madrid)

Tomarse en serio la ‘ley trans’

Observo atónita a los hombres que en estas semanas han soltado en algún momento “voy a cambiar de sexo”. Siento que al debatir este tema retrocedemos. Siento que cuestionar así la ley trans nos hace nada empáticos con las personas trans. Siento que quienes dicen tales afirmaciones no quieren los derechos y avances que se consiguen. Son derechos, no obligaciones. Dejemos de juzgar al legislador y empecemos a juzgar a esos que quiere cometer fraude de ley, a esos que no quieren avanzar. Dejen vivir, respeten, dejen que aquellos a los que sí afecta hagan pleno uso de su derecho.

Claudia Pérez Pérez. Barlovento (Santa Cruz de Tenerife)

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