Mi sangre es tu sangre

Los lectores escriben sobre el altruismo, la sanidad pública, la decisión del Gobierno de Aragón de unir con un telecabina las estaciones de esquí de Astún y Formigal, y sobre los nuevos hábitos de los jóvenes

Un miembro del personal sanitario le extrae sangre a un hombre en el Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid.Víctor Sainz

Hace unos días, me desperté con la inquietud de saber qué se sentía al donar sangre, al ser conscientes de que uno está haciendo algo que puede beneficiarle a otro ser humano. Las agujas siempre me han dado pánico. Sin embargo, cuando vi anunciada en mi pueblo una campaña de donación de sangre para esa misma tarde, aún no sé por qué motivo, pero decidí hacerlo. Quise enfrentarme a ello, y de paso averiguar lo que significa superar un miedo. Y así lo hice: doné mis 500 ml de sangre. Lo más reconfortante de esta experie...

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Hace unos días, me desperté con la inquietud de saber qué se sentía al donar sangre, al ser conscientes de que uno está haciendo algo que puede beneficiarle a otro ser humano. Las agujas siempre me han dado pánico. Sin embargo, cuando vi anunciada en mi pueblo una campaña de donación de sangre para esa misma tarde, aún no sé por qué motivo, pero decidí hacerlo. Quise enfrentarme a ello, y de paso averiguar lo que significa superar un miedo. Y así lo hice: doné mis 500 ml de sangre. Lo más reconfortante de esta experiencia fue la emoción y la satisfacción que sentí cuando los auxiliares se despidieron de mí dándome las gracias, sabiendo que había hecho una buena acción. Por este motivo me gustaría incitar a todos los lectores a que se animen a dar sangre, o por lo menos que lo intenten. Les prometo que el post donación lo llena a uno tanto que cualquier miedo o inquietud que se pueda tener queda relegado en un segundo plano.

Ainhoa Nicolau Gallego. Girona

¿Merece la pena?

¿De verdad merece la pena perder la sanidad pública? ¿Merece la pena no asegurar a nuestros médicos un buen sueldo por su empleo? ¿Merece la pena manifestarse contra un Gobierno que ni nos escucha? La huelga de médicos ha mostrado cómo la sanidad pública se está cayendo. ¿Tan difícil es para el Gobierno aumentar los salarios de las personas que nos salvaron la vida hace tres años durante la pandemia de coronavirus? La respuesta es no. Vivimos en un país en el que lo primero es la juerga y la jarana mientras que la salud se olvida. No es justo tanto para los sanitarios como para los pacientes, pero hasta que los políticos nos escuchen viviremos el derrumbamiento de la Seguridad Social.

Jaime Molina Sainero. Alcorcón (Madrid)

Cortoplacismo

El Gobierno de Aragón ha aprobado la unión con una telecabina de las estaciones de esquí de Astún y Formigal, destinando para ello 26 millones de euros de los fondos europeos Next Generation. A pesar de no contar con la aprobación del área de Ordenación del Territorio de su propio Gobierno, ya que concentra en un único proyecto la mayor parte de los fondos, y por el impacto en el valle de la Canal Roya, uno de los pocos vírgenes del Pirineo. Con unos inviernos cada vez más cálidos, con menos nieve y cada vez más breves, el negocio de la nieve no es sostenible a futuro. Los gobiernos hablan de sostenibilidad, pero al final les puede su visión cortoplacista.

Manuel Vargas Ramírez. Zaragoza

Alienígenas

Los alienígenas están ya entre nosotros; compran al lado nuestro en el supermercado leche de avena, ensaladas, humus, poca carne y frutos secos; toman cafés a tres euros hechos por un barista (no por un camarero); trabajan igual o mejor que nosotros por menos sueldo. Los más atrevidos circulan con un patinete a gran velocidad por las aceras. Aunque están perfectamente mimetizados, hay algunos comportamientos que los delatan como extranjeros: no hablan a voces en los lugares públicos y tienen una pasmosa facilidad para los idiomas. Hay uno que incluso pretende hacerme creer que es hija mía. Pero a mí no me engañan.

Miguel Jiménez Aleixandre. Madrid

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