Paraísos vacacionales saturados

Los lectores escriben sobre el turismo de masas en las playas, la dignidad de los ancianos en las residencias, la nueva Constitución de Chile, y piden respeto para Extremadura

Una playa en Benidorm a mediados de julio.Pep Morell (EFE)

Han pasado siete meses desde que mi marido y yo dejamos nuestro pequeño paraíso de año y medio en una playa de Alicante donde vivimos durante la pandemia. Hemos vuelto para pasar dos meses y, francamente, no se parece ni de cerca a lo que era. El silencio maravilloso se ha convertido en un bullicio casi insoportable. Donde había pájaros y peces a sus anchas, no queda apenas ninguno, restaurantes abarrotados con mala calidad de comida y un servicio peor, playas donde no cabe un alfiler y el mar lleno de...

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Han pasado siete meses desde que mi marido y yo dejamos nuestro pequeño paraíso de año y medio en una playa de Alicante donde vivimos durante la pandemia. Hemos vuelto para pasar dos meses y, francamente, no se parece ni de cerca a lo que era. El silencio maravilloso se ha convertido en un bullicio casi insoportable. Donde había pájaros y peces a sus anchas, no queda apenas ninguno, restaurantes abarrotados con mala calidad de comida y un servicio peor, playas donde no cabe un alfiler y el mar lleno de barcos a pedal entorpeciendo el baño. Las entradas de la playa sin barrer porque dependemos de un ayuntamiento a 34 kilómetros que no nos da calidad de servicios. Comprendo que estamos cansados de estar encerrados con la pandemia, pero como en todo, hay que disfrutar con una relativa moderación y pensando en los demás. ¿No sería mejor escalonar de una manera razonable las vacaciones? La playa es maravillosa en octubre y sobre todo este año que parece que va a durar la ola de calor. ¿Queremos este tipo de turismo?

Charlotte Stern Barkerding. Murcia

Dignidad

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El viernes leí una noticia con el titular: “Como lavar a un perro”. Me vine abajo, me derrumbé. Agua fría de garrafas para lavar a los mayores de una residencia de Leganés. Terrible. Tras la denuncia que mi hermana y yo formulamos pidiendo dignidad y atención para los que yacen enterrados en el Cementerio Civil, constato que, día a día, se nos olvidan nuestros mayores y la repercusión que sobre los mismos ha tenido la pandemia. Enterrados o vivos: dignidad, dignidad y dignidad. Cervecitas y juergueo no a este precio. Animo a los ciudadanos madrileños a dar un paso en favor de nuestros mayores, dando dignidad a los ya fallecidos y a los que hay que cuidar, proporcionándoles atenciones con la mayor dignidad. Lo merecen.

Pilar Vargas Mendieta. Madrid

Nueva Constitución

El proceso constituyente vivido en Chile ha propuesto su nueva Constitución. Los integrantes de la Convención constitucional, 155 ciudadanos, fueron elegidos en comicios populares e informados, el resultado marcó una nueva distribución de fuerzas políticas, lo que sorprendió a los políticos tradicionales. Se aproxima el período de campaña para el plebiscito en que se votará apruebo o rechazo. Lamentablemente, muchos ciudadanos están tomando postura ¡sin haber leído! el texto constitucional. Se desarrollan insípidos debates desde las trincheras tradicionales, dogmáticas e inflexibles. Interpretaciones maliciosamente falsas del texto circulan en redes sociales, causando falsa incertidumbre y arriesgando el final republicano de esta etapa.

Julio Miranda. Santiago de Chile

Tierra de sufridores

Un editorial de EL PAÍS pedía respeto para Extremadura. Dos noticias recientes corroboran la necesidad de su ruego: La inauguración de la flamante línea rápida ferroviaria que no ha tardado ni tres días en fallar. Y dos: la exitosa fusión de Don Benito y Villanueva de la Serena no logra encontrar un nombre adecuado a su nueva realidad municipal; ahora proponen la misma denominación que la de una pedanía situada a unos kilómetros. No se puede hacer peor. Extremadura es bien conocida por ser tierra de conquistadores, pero la están convirtiendo en tierra de sufridores. Un respeto.

Gonzalo de Miguel Renedo. Logroño

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