Llega el AVE a Extremadura 20 años después...

Iñaki Gabilondo acudió hace tres años al programa de La Resistencia de David Broncano. Sonriente, el faro de los periodistas contó el primer consejo que le dio a su hermano Ángel, recién nombrado Defensor del Pueblo y por entonces candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid. “Defrauda pronto, Ángel”, le dijo. “Es un consejo muy importante porque, a partir de ese momento, uno siempre cumple con las expectativas”. Esta es una reflexión que algunos políticos se toman al pie de la letra, también con Hacienda.

El consejo es muy útil para las promesas electorales. La cuenta del diario ...

Iñaki Gabilondo acudió hace tres años al programa de La Resistencia de David Broncano. Sonriente, el faro de los periodistas contó el primer consejo que le dio a su hermano Ángel, recién nombrado Defensor del Pueblo y por entonces candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid. “Defrauda pronto, Ángel”, le dijo. “Es un consejo muy importante porque, a partir de ese momento, uno siempre cumple con las expectativas”. Esta es una reflexión que algunos políticos se toman al pie de la letra, también con Hacienda.

El consejo es muy útil para las promesas electorales. La cuenta del diario Huffington Post escribió el pasado domingo un mensaje en Twitter: “El AVE llegará a Extremadura en 2022″. El titular adjuntaba una nueva fecha para el ansiado tren extremeño. La noticia contaba que Pedro Sánchez había visitado de nuevo la comunidad con motivo del congreso regional de los socialistas, donde el presidente Guillermo Fernández Vara había sido reelegido. Antes de despedirse, Sánchez dijo a los afiliados desde el atril: “El AVE Plasencia-Badajoz estará en el verano de 2022, ese es el compromiso de España”. ¡Será por compromisos!

Hace solo 10 meses, por ejemplo, el por entonces ministro de Fomento, José Luis Ábalos, dijo que el nuevo tren estaría listo para finales de este año. Ahora, nueve meses después, por lo que sea, ya es el año que viene. Construir el AVE a Extremadura desde La Moncloa es muy sencillo. Solo hay que decir cada año que se hará el año que viene y listo. El actual tren extremeño, como dijo una vez el actor local Chema Trujillo, es muy simple y tiene tres velocidades: lento, muy lento y parado.

Poner una nueva fecha soltó las carcajadas de los tuiteros, ávidos y socarrones cada vez que el sueño eterno de Renfe atraviesa la dehesa extremeña. “Cada año la misma historia”, escribió un usuario. “Si Renfe devuelve el importe cuando el AVE llega con retraso, el de Extremadura será gratis para lo que queda de siglo”, añadió otro. “Twitter, recuérdame esto el 8 de septiembre de 2022, por favor”. Hubo cientos de comentarios. “AVEr si es verdad”, punzó uno al estilo Scrabble. Absténganse los miembros de la RAE.

No le faltaba razón a ninguno. La primera promesa electoral del AVE a Extremadura llegó en 2002, cuando España abandonaba las pesetas, que se dice pronto. “Habrá un AVE”, dijo el expresidente Aznar durante una visita a Extremadura. “Prioridad máxima”, dijo la exministra socialista de Fomento, Magdalena Álvarez, en 2007. Llegó 2012 y el entonces presidente regional, José Antonio Monago (PP), acuñó el término de “tren rápido” en sustitución del AVE. Un trucazo. Ya no habrá AVE, sino “tren rápido”. Ni que decir tiene que para un extremeño ir rápido en el tren supone ir a más de 80 kilómetros por hora. Vino 2013 y la exministra popular del ramo, Ana Pastor, aseguró que ya estaría listo para 2015. Después que para 2016. Luego que para 2017, 2018, 2019, 2020 y 2021. Y ahora para 2022. Lo bueno es que ya falta menos para el 2023.

Extremadura cuenta con una red ferroviaria de 725 kilómetros. Hasta el 8 de octubre de 2019, el 15% de sus traviesas eran del siglo XIX. De madera. Las más antiguas de España. La mejor respuesta del domingo fue de la tuitera María: “Cuando vea el AVE, me lo creeré”. Así no se defrauda nunca.