Cartas al director

Las formas importan

Los lectores opinan sobre la violencia callejera, la celebración del aniversario del 23-F, el protocolo de vacunación de covid-19 y la libertad de expresión

Los manifestantes montan una barricada en medio de una de las avenidas principales de Girona en protesta contra el encarcelamiento de Pablo Hasél.©Toni Ferragut (EL PAÍS)

No acabo de encontrar razonamientos capaces de avalar la conciliación entre el derecho a manifestarse en la vía pública reivindicando un cambio legislativo en materia de libertad de expresión para ensanchar el marco limitativo y cometer ataques físicos contra las sedes de medios de comunicación y los periodistas que trabajan en la calle ofreciendo una cobertura profesional de lo acontecido. El derecho a pronunciarse en favor de ampliar el espacio de vuelo de la palabra queda huérfano de legitimidad al com...

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No acabo de encontrar razonamientos capaces de avalar la conciliación entre el derecho a manifestarse en la vía pública reivindicando un cambio legislativo en materia de libertad de expresión para ensanchar el marco limitativo y cometer ataques físicos contra las sedes de medios de comunicación y los periodistas que trabajan en la calle ofreciendo una cobertura profesional de lo acontecido. El derecho a pronunciarse en favor de ampliar el espacio de vuelo de la palabra queda huérfano de legitimidad al combatir y pisotear el derecho a la información y opinión de terceros, y tampoco parece encontrar acomodo ni refuerzo democrático alguno destrozar bienes públicos o privados y practicar la piratería en locales comerciales. Está claro que hay formas que generan poca comprensión y mucho rechazo.

Alejandro Prieto Orviz. Gijón (Asturias)


40 años después del 23-F

Como cabía esperar, al acto de celebración que tuvo lugar el martes de los 40 años del fracaso del golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 no acudieron algunos grupos parlamentarios, exponiendo ante los medios de comunicación las razones de sus ausencias. Ninguna de esas razones tuvo la fuerza de la democracia que logró vencer aquella noche a la barbarie gracias a la decisión de Juan Carlos I y del coraje de Adolfo Suárez y Manuel Gutiérrez Mellado, entre otros. Una democracia en la que todos estos partidos que hoy le ponen pegas pueden defender libremente sus ideas sin ningún problema.

Mario Suárez. Pilas (Sevilla)


¿Por qué no me vacunan?

Soy un médico, de 59 años, con ejercicio profesional en un hospital privado de Alicante. Atiendo a todos los pacientes que solicitan que lo haga, incluyendo a los que eligen una mutua laboral en lugar de la Seguridad Social y a los que trasladan al hospital en el que desempeño mi trabajo desde hospitales públicos en momentos de saturación, muchas veces derivados de la actual pandemia. Hace ya tiempo que en la Comunidad Valenciana se ha completado el proceso de vacunación no solo de todo el personal sanitario, sino también de personal de seguridad, cocina, administrativos y directivos de hospitales públicos. Mi pregunta es: ¿por qué a mí no me vacunan?

Javier Cortés Pérez. Alicante


Escenificación de una aula donde se lleva a cabo el acoso escolar por parte de los compañeros.MARCEL·LÍ SÀENZ

La palabra puede ser violencia

Soy profesora de secundaria jubilada. Si uno de mis alumnos varones hubiese escrito una canción expresando que sus compañeras y las profesoras son todas unas zorras; que al delegado de clase hay que pegarle; que el equipo directivo merece la muerte; que la violencia sexista es un invento; que todo lo que se enseña en la escuela es basura, ¿tendría que haberlo considerado arte y libertad de expresión? Las personas son todas respetables, pero me pregunto si todas las opiniones también. La palabra puede ser violencia. El medio para el acoso escolar es el insulto, la palabra, y dudo que sea libertad de expresión. Si lo es, muchos profesores hemos atentado contra tal libertad, porque educar es enseñar el respeto a la dignidad del otro.

Aguas Vivas Catalá Gonzálvez. Carcaixent (Valencia)


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