Cartas al director

¿Qué dice ser amor pero no lo es?

La violencia de género se ha disfrazado siempre de lo que ha querido: de palabras, de golpes, de control, de humillación, de burlas, de lágrimas, de sangre y de asesinatos. “Es por amor”, nos ha intentado hacer creer. Así, mutando su piel, consigue pasar desapercibida hasta que nos ha calado hasta los huesos. Un monstruo trabajando entre las sombras. Para destruir sus disfraces, necesitamos una educación con perspectiva de género. En las escuelas, en los institutos, en las universidades y en las empresas; allí donde vayamos. Necesitamos una sociedad educada desde el respeto y la igualdad para ...

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La violencia de género se ha disfrazado siempre de lo que ha querido: de palabras, de golpes, de control, de humillación, de burlas, de lágrimas, de sangre y de asesinatos. “Es por amor”, nos ha intentado hacer creer. Así, mutando su piel, consigue pasar desapercibida hasta que nos ha calado hasta los huesos. Un monstruo trabajando entre las sombras. Para destruir sus disfraces, necesitamos una educación con perspectiva de género. En las escuelas, en los institutos, en las universidades y en las empresas; allí donde vayamos. Necesitamos una sociedad educada desde el respeto y la igualdad para construir un mundo seguro para todos los que vivimos en él. No podemos tener a la mitad del planeta viviendo con miedo. Ya basta. Tomemos decisiones y cambiemos la realidad para que podamos celebrar la eliminación de la violencia contra la mujer, en lugar de reivindicarla.

Alba Barros Farrés. Lliçà de Vall (Barcelona)

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