Grandes cosas con gestos pequeños
Cuando aportamos nuestro granito de arena somos capaces de hacer que en este mundo seamos más felices. Hace unos días, una amiga experimentó la falta de alimentos que tenían en el comedor las Hermanas de la Caridad de nuestra ciudad y lo comentó a sus hijos universitarios a la hora de la comida. Esto podía haberse quedado en un comentario o lamento, “qué pena” o “demos gracias por tener nosotros algo que echarnos a la boca”, pero su reacción fue otra. “Vamos a hacer un vídeo solicitando comida para llevársela al comedor”. ¡Dicho y hecho! La semana pasada, la sensibilidad y el buen corazón de m...
Cuando aportamos nuestro granito de arena somos capaces de hacer que en este mundo seamos más felices. Hace unos días, una amiga experimentó la falta de alimentos que tenían en el comedor las Hermanas de la Caridad de nuestra ciudad y lo comentó a sus hijos universitarios a la hora de la comida. Esto podía haberse quedado en un comentario o lamento, “qué pena” o “demos gracias por tener nosotros algo que echarnos a la boca”, pero su reacción fue otra. “Vamos a hacer un vídeo solicitando comida para llevársela al comedor”. ¡Dicho y hecho! La semana pasada, la sensibilidad y el buen corazón de muchas familias de Zaragoza hicieron posible que casi una tonelada de comida estuviese en el almacén de esta institución para repartirla a tantas personas que acuden diariamente a pedir una ayuda. Esto es la prueba de que todos podemos hacer cosas grandes con gestos muy pequeños.
Mercedes Marcuello Franco. Zaragoza