Entre civismo y legalidad
En muchas ocasiones nos movemos haciendo funambulismo entre lo cívico y lo legal. Por ejemplo, en el contexto de la pandemia es legal reunirse hasta 10 personas, aunque quizás no es nada cívico atendiendo a las defunciones por la covid. También es legal y socialmente aceptable que un grupo de “solamente” 10 personas salga de bares. Pero que un individuo decida ir a caminar solo y guardando la distancia social por la calle sin mascarilla es del todo ilegal y punitivo, y el individuo en cuestión está mostrando un comportamiento considerado como “incívico” y “reprobable”.
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En muchas ocasiones nos movemos haciendo funambulismo entre lo cívico y lo legal. Por ejemplo, en el contexto de la pandemia es legal reunirse hasta 10 personas, aunque quizás no es nada cívico atendiendo a las defunciones por la covid. También es legal y socialmente aceptable que un grupo de “solamente” 10 personas salga de bares. Pero que un individuo decida ir a caminar solo y guardando la distancia social por la calle sin mascarilla es del todo ilegal y punitivo, y el individuo en cuestión está mostrando un comportamiento considerado como “incívico” y “reprobable”.
Pablo Erecacho Gortazar. Bilbao