Ir al contenido
Cartas al director

Mis abuelos están en Chimillas

Parece mentira cómo puede cambiar la vida en cuestión de horas y cómo el culpable de todo es un bicho tan pequeño que ni siquiera podemos verlo. Quería decir a mis abuelos que no voy a poder ir a cuidarlos como cada tarde porque yo también estoy malito, pero les pido una cosa, a ellos y a todos: que sean fuertes, que luchen como han hecho siempre, para poder volver a juntarnos cada tarde a comer un helado, tomar un café y contarnos historias. Ánimo.

Javier Bonet Márquez. Huesca


...

Google te da acceso gratuito a esta noticia

Y a todo el contenido de EL PAÍS durante 30 días. Gratis, sin tarjeta.

Parece mentira cómo puede cambiar la vida en cuestión de horas y cómo el culpable de todo es un bicho tan pequeño que ni siquiera podemos verlo. Quería decir a mis abuelos que no voy a poder ir a cuidarlos como cada tarde porque yo también estoy malito, pero les pido una cosa, a ellos y a todos: que sean fuertes, que luchen como han hecho siempre, para poder volver a juntarnos cada tarde a comer un helado, tomar un café y contarnos historias. Ánimo.

Javier Bonet Márquez. Huesca


Archivado En