Cartas al director

Esto ya no tiene remedio

Me da auténtico pavor pensar en mi planeta, porque su transformación ya parece imparable. El efecto invernadero sigue acelerando el deshielo de los casquetes polares y es algo que va a suponer, ya lo hay, de hecho, un mayor desequilibrio térmico de las aguas de los océanos, que a su vez, colateralmente, se proyectará a nuestra atmósfera, causando desastres como el que se está padeciendo en todo el planeta. La fragilidad de la naturaleza trae estos resultados. Todo esto no es nada nuevo, a principio de los setenta ya se denunciaba y parecía que no iba a llegar, pues ya está aquí, y dudo que nos...

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Me da auténtico pavor pensar en mi planeta, porque su transformación ya parece imparable. El efecto invernadero sigue acelerando el deshielo de los casquetes polares y es algo que va a suponer, ya lo hay, de hecho, un mayor desequilibrio térmico de las aguas de los océanos, que a su vez, colateralmente, se proyectará a nuestra atmósfera, causando desastres como el que se está padeciendo en todo el planeta. La fragilidad de la naturaleza trae estos resultados. Todo esto no es nada nuevo, a principio de los setenta ya se denunciaba y parecía que no iba a llegar, pues ya está aquí, y dudo que nosotros vayamos a remediarlo por más que queramos, quizás logremos retardarlo, quizás, pero es cuestión de tiempo, 100 o 200 años tienen un escaso valor para la Tierra. Esto ya no tiene remedio.

Enrique Morales Simón. Zaragoza

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