Mascarillas por el suelo
Todas las mañanas salgo a caminar por prescripción médica y, desde hace un tiempo, veo multiplicarse las mascarillas tiradas en las aceras. No, las de hoy no son las mismas que las de ayer, ni que las de anteayer; tampoco las de la semana pasada. Quienes las arrojan, no lo harían si antes pensaran que su inconsciencia puede dar lugar a focos de infección para los demás y, en particular, para los niños más pequeños, tendentes a coger del suelo cualquier cosa que les llama la atención. Si las botellas, papeles, plásticos, etcétera que vemos con demasiada frecuencia sembrados por las calles son u...
Todas las mañanas salgo a caminar por prescripción médica y, desde hace un tiempo, veo multiplicarse las mascarillas tiradas en las aceras. No, las de hoy no son las mismas que las de ayer, ni que las de anteayer; tampoco las de la semana pasada. Quienes las arrojan, no lo harían si antes pensaran que su inconsciencia puede dar lugar a focos de infección para los demás y, en particular, para los niños más pequeños, tendentes a coger del suelo cualquier cosa que les llama la atención. Si las botellas, papeles, plásticos, etcétera que vemos con demasiada frecuencia sembrados por las calles son un claro ejemplo de las deficiencias que padecemos en educación cívica, esto sobrepasa los límites porque pone en riesgo la salud de todos.
Enrique Chicote Serna. Arganda del Rey (Madrid)