De los deportes a la farándula: el ascenso mediático de la familia De Nigris

El ascenso a la fama de los De Nigris comenzó en las canchas de fútbol, pero con el paso de los años se extendió más allá del terreno de juego. Lo que inició con dos de los hermanos como figuras del deporte mexicano terminó por convertirse en una presencia constante en los medios, los negocios y el entretenimiento, al punto de consolidar al apellido como un referente en distintos ámbitos.

Originarios de Monterrey, Nuevo León, los tres hijos de Alfonso de Nigris Dávila y de Leticia Guajardo abrieron el camino para que la familia trascendiera al ojo público. Actualmente, las nuevas generaciones continúan alimentando esa visibilidad. El caso más reciente es el de su sobrino, Aldo Tamez de Nigris, un influencer de 26 años quien se ha convertido en uno de los concursantes favoritos en esta temporada de La Casa de los Famosos, y se perfila como uno de los finalistas del popular reality show de Televisa.

De las canchas a los ‘reality shows’: el salto a la fama de los tres hermanos

Antonio El Tano de Nigris debutó como delantero en los Rayados de Monterrey en el año 2000. La joven promesa del fútbol regiomontano se convirtió rápidamente en un ídolo al figurar entre los máximos goleadores de la temporada. Su buen desempeño le valió un lugar en la Selección Mexicana para disputar la Copa América y la Copa Confederaciones, ambas en 2001. Durante su trayectoria futbolística también pudo emigrar al extranjero, donde jugó con equipos como el Villarreal de España, Once Caldas de Colombia, Santos de Brasil y AE Larisa de Grecia. Antonio de Nigris falleció el 15 de noviembre de 2009, a los 31 años, a causa de un paro cardíaco provocado por una malformación genética. Hasta hoy, su legado sigue presente en la memoria de su familia y aficionados.

Aldo, el menor de los hermanos, decidió seguir los pasos de Toño y se dedicó profesionalmente al fútbol. Su debut en la primera división llegó con los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León, donde jugó durante cinco temporadas. Al igual que su hermano Antonio, fue convocado a la Selección Mexicana y años más tarde cumplió su sueño de vestir la camiseta de Rayados, club con el que se retiró y en el que más tarde se integró como auxiliar técnico.

En contraste, el mayor de los hermanos, Alfonso, eligió un camino muy distinto. Tras una breve incursión en ligas locales de fútbol, se abrió paso en el mundo del entretenimiento. Poncho ganó notoriedad en la segunda edición de Big Brother México, donde obtuvo el tercer lugar, y desde entonces ha sido una presencia constante en televisión. En 2023 volvió al formato de reality con La Casa de los Famosos México, donde integró el popular Team Infierno, equipo que llegó a la final y convirtió al programa en un fenómeno, con más de 20 millones de espectadores en una sola noche. Además de su faceta mediática, el regiomontano ha diversificado sus actividades con varios negocios, entre ellos una pastelería, un estudio de diseño de interiores, y otros emprendimientos. Tanto Poncho como Aldo han incursionado en la política. En 2018, la personalidad de televisión se registró como candidato a diputado local por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), aunque su aspiración no prosperó y confesó que salió “muy dañado” de esa experiencia. Por su parte, el exfutbolista es el director de Deportes del municipio de Monterrey, cargo que asumió en octubre de 2024.

La nueva generación

El impulso mediático de los hermanos De Nigris terminó por beneficiar a toda la familia, que trasladó su presencia a las redes sociales. Los hijos de su hermana Leticia —quien ha preferido mantenerse fuera del mundo del espectáculo— encontraron en ese terreno una plataforma para consolidarse como influencers. Entre ellos destaca Aldo Tamez de Nigris, quien ha seguido los pasos de su tío Poncho e ingresó al elenco de la tercera temporada de La Casa de los Famosos México. El joven, que desde su incursión en el reality show amasa más de dos millones de seguidores en Instagram, rápidamente se volvió viral por su carácter ocurrente y la amistad que forjó con Abelito, un creador de contenido de talla baja que conquistó al público. Al igual que él, sus hermanos Alejandro y Andrea han comenzado a aprovechar la visibilidad digital para abrirse su propio camino. En redes también sobresale Doña Alegría, la controversial abuela de los De Nigris que ha tenido varios pleitos públicos con su familia, pero que ha ganado su propia comunidad de seguidores por su sentido del humor y sarcasmo. El resto de los herederos de los De Nigris todavía son pequeños para dar el salto por sí mismos, pero su familia ya vislumbra su potencial y les ha abierto una cuenta de Instagram donde aparecen en retos y juegos virales dirigidos a las audiencias más jóvenes.