Los centavos mexicanos que se venden en un millón de pesos: “La gente está cayendo en una estafa”
Mario Almela, coleccionista y director de Cenumex, explica que el valor de una moneda es el que aparece grabado en su relieve y señala que las notas sensacionalistas en medios de comunicación han generado confusión y desinformación
Una moneda de veinte pesos vale veinte pesos. Aunque parece una obviedad, es común encontrar publicaciones en medios de comunicación sobre una monedas de cinco centavos ofertadas en más de un millón de pesos o billetes de 50 pesos, como el del ajolote, en 400.000 pesos. “Estos artículos no pueden tener un valor superior al que presentan cuando fueron acuñados por ser piezas que aún se encuentran en circulación. No sé si están cometiendo un delito, pero esas publicaciones son un engaño. Y si la gente las compra, son una estafa”, comenta por teléfono Mario Almela, coleccionista y director del portal del Centro Numismático de México (Cenumex), un centro para comprar monedas, billetes y medallas de manera segura.
El coleccionista explica que el mercado numismático es abierto, lo que facilita la aparición de anuncios con precios excesivamente elevados. “Es como si fueras a la papelería a comprar un lápiz amarillo que te cuesta 12 pesos”, procede a explicar con una analogía. “Vuelves a casa, le tomas unas fotos y lo subes a las plataformas de compra y venta para ofertarlo en 30.000 pesos”.
Sin embargo, comenta que, a pesar del alboroto creado por estas publicaciones con información falsa, sí existen monedas de alto valor, pero tienen características muy precisas como la calidad física con la que se conservan o cuántas fueron acuñadas y qué tan escasas son. De acuerdo con Almela, no es lo mismo poseer una de una serie de cuatro millones que una de 40.000. Cuanto menos se hayan acuñado, más alto es su valor.
Los materiales, que pueden ser plata, oro, cobre, níquel y zinc, también influyen en el precio. Sin embargo, uno de los factores más importantes, como en cualquier mercado, es la oferta y la demanda. Puede que sólo existan dos monedas de 1904 “y una esté perdida. Supongamos que tú tienes la otra. Pero, si nadie sabe de ella o nadie la está buscando, entonces no tiene ningún valor”, apuntala el coleccionista.
Almela también señala que no es común que las personas incursionen en este mundo como inversionista. Hay quienes lo hacen con las medallas, ya que el valor se basa casi exclusivamente en el material del que están hechas y se comercia bajo esa característica. Su valor incrementa si la medalla está hecha en otro país o los elementos grabados son raros. “La mayoría de nosotros comenzamos como coleccionistas gracias a regalos que recibíamos de nuestros padres o abuelos. No lo hacemos para venderla las piezas unas décadas más tarde”.
Concluye que cualquiera que esté interesado primero necesita documentarse, ya sea acudiendo a eventos, conferencias o leyendo libros. La numismática es una rama de la historia que da testimonio de la historia económica, comercial y política del ser humano. Almela habla de este estudio con mucho entusiasmo y respeto. Exhorta a la gente a verificar las fuentes de las publicaciones y no caer en sensacionalismos. Recomienda acudir con profesionales para verificar si una moneda tiene un valor adicional o sirve, como cualquier otra que baila en el bolsillo, para pagar el viaje en metro.