“Mi hijo lo era todo para mí y ya no está”: la venta de fentanilo por Snapchat devasta a las familias en Estados Unidos
El presidente de la organización Víctimas de Drogas Ilícitas, Jaime Puerta, aborda en entrevista con EL PAÍS la problemática de la distribución de la droga sintética en redes y cuenta la pérdida de su primogénito tras adquirir una pastilla por internet
Jaime Puerta, un colombiano nacionalizado estadounidense, mantiene el silencio antes de recordar a su hijo, José Daniel. Respira profundamente, y consigue sacar unas palabras. “Tenía muchos amigos, era muy sensible y tenía un gran corazón [...] Era mi único hijo, lo era todo para mí, lo era absolutamente todo para mí”, describe Puerta a EL PAÍS por teléfono desde California, donde reside. Han pasado tres años desde que José Daniel, de 16 años, comprara una pastilla de oxicodona (un fármaco opioide) a través de la plataforma estadounidense Snapchat. La pastilla, aparentemente cotidiana, contení...
Jaime Puerta, un colombiano nacionalizado estadounidense, mantiene el silencio antes de recordar a su hijo, José Daniel. Respira profundamente, y consigue sacar unas palabras. “Tenía muchos amigos, era muy sensible y tenía un gran corazón [...] Era mi único hijo, lo era todo para mí, lo era absolutamente todo para mí”, describe Puerta a EL PAÍS por teléfono desde California, donde reside. Han pasado tres años desde que José Daniel, de 16 años, comprara una pastilla de oxicodona (un fármaco opioide) a través de la plataforma estadounidense Snapchat. La pastilla, aparentemente cotidiana, contenía una cantidad letal de fentanilo, una droga 50 veces más potente que la heroína y que ha sumido a Estados Unidos en una crisis de sanidad pública. Hace solo unos días, la agencia de Administración de Control de Drogas (DEA, en sus siglas en inglés) concluyó la operación Última Milla, en la que identificó conexiones directas entre los cárteles de Sinaloa y Jalisco y distribuidores que vendían fentanilo y metanfetamina a través de las redes sociales por todo el país.
La operación se tradujo en 3.337 arrestos, la incautación de casi 44 millones de pastillas de fentanilo, unos 3.000 kilogramos de polvo de fentanilo, más de 41.000 kilogramos de metanfetamina, 8.497 armas de fuego y más de 100 millones de dólares. La agencia estadounidense daba cuenta del peligro que esta distribución supuso para el país en un comunicado, en el que apuntaba a los dos cárteles mexicanos como los mayores responsables de su distribución. “Las noticias están llenas de historias que detallan la cantidad de vidas perdidas por envenenamiento por drogas y actos violentos que se produjeron como resultado directo del narcotráfico”, exponía Justin C. King, el agente especial a cargo de la división de Omaha (Nebraska) de la DEA.
En Estados Unidos han muerto decenas de miles de personas a causa del consumo de fentanilo. La muerte de José Daniel llevó a Puerta a alertar de las repercusiones de una droga tan potente como el fentanilo. Tiempo después del fatal suceso, fundó VOID (Víctimas de Drogas Ilícitas, en sus siglas en inglés), una organización que lanzan advertencias sobre el fentanilo, herramientas y propuestas de legislación. Puerta afirma que este tipo de sustancias traspasan la creencia de que solo los drogadictos se drogan, y destaca a la juventud como una de las víctimas. “La salud mental de nuestros jóvenes se ha deteriorado de una manera alarmante. No tienen mecanismos para saber cómo soportar o cómo lidiar con un problema estresante o con un trauma psicológico, emocional o físico”, reflexiona.
La combinación entre la presencia de los distribuidores en redes y el acceso de los jóvenes a plataformas con vacíos legales puede resultar letal en algunas ocasiones, según Puerta. “Están solos en sus casas, con sus teléfonos, estresados por un examen o por lo que sea. Se meten a las redes sociales, y hacen lo que sus amigos también lo han hecho en el pasado”, comenta. Considera importante el impacto que tiene el proceso de identidad de los jóvenes, en el que buscan socializar para ser parte de un grupo.
Su hijo fue diagnosticado con hiperactividad y depresión. Puerta los describe como un chico “muy inteligente”, especialmente en el campo de las matemáticas. “Pensamos que el encierre por la covid-19 lo trastornó y se conectó con un micro traficante a través de Snapchat, que le dio una pastilla a unas tres cuadras de mi casa. Se la trajo aquí [a su casa en California] el 31 de marzo. Lo encontré el 1 de abril inconsciente, con los labios y las uñas azules”, recrea con una voz pausada.
La organización VOID ha llevado a escuelas y centros de Estados Unidos el documental Dead on arrival (Muerto a la llegada), en el que los componentes de la asociación cuentan la trágica pérdida de alguno de sus familiares en entrevistas. En él, muestran ejemplos clave para comprender la peligrosidad de la droga sintética, como la comparativa entre las cantidades que pueden resultar letales. En las imágenes, muestran una cantidad insignificante de fentanilo. Y Steve Filson, secretario de la organización, explica: “Esta porción de fentanilo nos mataría a ti y a mí si nos la repartiésemos. Ponen fentanilo en la cocaína, en la heroína, en las píldoras falsificadas. Es inoloro, insípido, no sabes que está ahí, y cuando lo descubres ya es tarde”.
El fentanilo ha reavivado en los últimos meses la fricción entre los Gobiernos de Estados Unidos y México por el tráfico de drogas. El ala radical del Partido Republicano estadounidense ha tratado de poner la droga sintética como su eje indiscutible de cara a las elecciones de 2024. Un ejemplo de esta disputa llegó de parte del gobernador de Florida, Ron de Santis: “Tenemos a gente cruzando ilegalmente de todos los países del mundo. ¿Y eso qué nos ha traído? Ahora, la principal causa de muerte entre personas de 18 a 45 años son las sobredosis de fentanilo”, afirmaba el año pasado.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, no tardó en responder a las duras críticas que comenzaron a salir de Estados Unidos, y buscó cambiar el foco de atención hacia China. El mandatario ha reiterado en varias ocasiones que el país asiático es el eje del tráfico de la sustancia sintética. A comienzos de mayo, un contenedor con 600 bultos de droga interceptado en el puerto de Lázaro Cárdenas (Michoacán) llevó a que insistiera en que no es México el que produce el fentanilo: “Ya tenemos pruebas”. En esa conferencia matutina, el mandatario adelantó que enviaría una nueva carta para pedir la cooperación del Gobierno de Xi Jinping, la segunda de los últimos meses.
Puerta cuenta que la solución de este tráfico es “muy complejo”. “Son los dos países los que tienen la culpa de este flagelo [...] La solución pasaría por resolver el problema de este lado [desde Estados Unidos] con la salud mental de nuestros hijos y [limitar] las redes sociales en las que se están distribuyendo estas drogas”, explica. Puerta considera, además, que la postura del mandatario mexicano pasa por tratar el asunto como un problema de México, una idea reforzada en los últimos meses con declaraciones como las del subsecretario de Salud mexicano, Hugo López-Gatell, que apuntaba a la existencia de rutas de fentanilo de “Estados Unidos a México”.
El presidente de VOID fue a manifestarse a las puertas de la sede de Snapchat, en California, solo tres días después de que la DEA lanzara sus conclusiones de la operación Última Milla. “Mañana estaré ocupado. Tendremos una protesta en Santa Mónica”, comentaba a este diario el jueves 11 de mayo. Por teléfono, Puerta continúa recordando a José Daniel. “Nunca pude verlo graduarse de la universidad. Nunca seré abuelo. Sus amigos y amigas también están trastornados por su muerte”, lamenta tres años después del trágico 15 de marzo.
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