Junior H, el chico triste que triunfa a base de corridos tumbados

El cantante de Guanajuato, uno de los iniciadores del subgénero musical, ha conseguido consolidar su éxito al poner algunos de sus temas en lo alto de las listas internacionales

Junior H en la Plaza de Toros Cancún en diciembre de 2022.Thaddaeus McAdams (Getty Images)

La historia de Antonio Herrera (Guanajuato, 23 años) cambió el día en el que decidió subir una de sus rolas tristes a YouTube por mero entretenimiento, sin saber lo que vendría después. La canción No Eh Cambiado llegó a sumar más de dos millones de reproducciones en la plataforma en pocas semanas, y pronto pasaría a formar parte de su primer álbum, Mi vida en un cigarro (2019). Sus letras comenzaron entonces a marcar el estilo del chico triste de los ...

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La historia de Antonio Herrera (Guanajuato, 23 años) cambió el día en el que decidió subir una de sus rolas tristes a YouTube por mero entretenimiento, sin saber lo que vendría después. La canción No Eh Cambiado llegó a sumar más de dos millones de reproducciones en la plataforma en pocas semanas, y pronto pasaría a formar parte de su primer álbum, Mi vida en un cigarro (2019). Sus letras comenzaron entonces a marcar el estilo del chico triste de los nuevos corridos: Tengo metas por delante, para eso hay que batallarle. Cuatro años después de que el corrido comenzara a sonar en la plataforma, Junior H —su nombre artístico— ha conseguido consolidarse como uno de los mayores exponentes del corrido tumbado, el subgénero nacido tras la aparición del álbum Corridos Tumbados, de Natanael Cano (2019). Ahora, el chico triste saca discos a la misma velocidad con la que cosecha éxitos: ocho álbumes en cuatro años y dos fechas agotadas en la Monumental Plaza de Toros de México, el pasado fin de semana. La icónica plaza, con capacidad para más de 40.000 personas, también rebosó de público años antes con actuaciones de artistas de la talla de Vicente Fernández y Juan Gabriel.

Un desvanecido en su pelo, ropas de marca en su armario y tatuajes. En el cuello, escrito, Sad Boyz, en referencia al término inglés sad boys (chicos tristes), que también da nombre a su marca de ropa. La melancolía es insignia del músico. Es temporada de vuelos, de Estados Unidos a México, y de México a Estados Unidos. La nueva ola del regional mexicano, que ha impregnado las listas de éxitos internacionales, no da tregua. Nació en Guanajuato, aunque a los 15 años se mudó junto a su familia a Utah, en Estados Unidos. Compaginó la secundaria con su trabajo en una cadena de comida rápida y, al mismo tiempo, aprendiendo a tocar instrumentos en YouTube.

No Eh Cambiado desencadenó un efecto mariposa: la canción le llevó a lanzar el disco Mi vida en un cigarro, y este despertó el interés del productor Jimmy Humilde. El empresario incluyó a Junior H en su discográfica independiente, Rancho Humilde, donde tomó contacto con otros artistas del género regional, como Natanael Cano, el padre de los corridos tumbados. En No Eh Cambiado, el cantante expone las ganas de mejorar su vida a través del esfuerzo, un tema grabado con su voz más juvenil y un bajo sobreexpuesto. La subió como un hobbie y, al momento de la publicación de esta nota, cuenta con más de 40 millones de reproducciones.

De las lágrimas a la música bélica

La temática de sus canciones ha ido cambiando, de los temas más melancólicos a los más fiesteros y bélicos. “Su música me empezó a gustar porque eran tonos diferentes, era diferente a todo lo que yo había escuchado antes [...] Me identificaba mucho con ella porque hablaba mucho de desamor y cosas así”, cuenta por teléfono a este diario Aristbeth Franco, de 23 años, una de las administradoras del club de fans de Junior H en Facebook, que cuenta con más de 340.000 seguidores. “A muchos nos han roto el corazón, y eso te ayudan a conectar con él o con la música que él escribe”. Franco afirma que las canciones de Junior H que más le han enganchado fueron las que sacó entre 2020 y 2021, cuando el cantante recogió sus canciones más reflexivas y melancólicas en los álbumes Atrapado en un sueño, Cruisin with Junior H y Música.

Las composiciones de estos álbumes muestran la forma en la que los chavales manejan sus emociones y los conflictos de pareja. El investigador de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) César Burgos cuenta por teléfono que el cantante transmite “prácticas estereotípicas de la masculinidad heteropatriarcal” en canciones como Sad Boys 4 Life o Días Nublados. “Para los jóvenes, los mandatos de la masculinidad se relacionan con el ocultamiento de las emociones, y se sobrepone el uso abusivo de alcohol y otras sustancias”, explica el investigador.

Esas letras en las que se reconstruye el idealismo del amor romántico, ideal de pareja, cambiarían en los siguientes álbumes y colaboraciones. En 2022, lanzó Mi vida en un cigarro 2, con corridos al puro estilo sierreño —con más cuerda que instrumentos de viento— y este año, junto a Peso Pluma, mantiene su éxito de la mano de El Azul, un tema bélico con alusiones a los cárteles mexicanos: “En la sangre traigo el 701. Melena de león, pues vengo de uno. Siempre amafiado, pues no somos culos”. El 701 referencia en ciertos temas del género al número que la revista Forbes dio a Joaquín El Chapo Guzmán, líder del cartel de Sinaloa, en su lista de los hombres más ricos del mundo en 2009.

Música, éxitos y plataformas: la nueva música

Aunque también probó otros horizontes con El Contingente —un álbum de trap y reguetón lanzado en 2022 con colaboraciones con artistas como Snow Tha Product o Alemán—, la hasta ahora breve carrera de Junior H ha estado más marcada por el corrido. El subgénero le ha permitido ser una de las figuras más representativas de la música urbana mexicana actual. El tema de El Azul se sitúa en el puesto 17 del Top 50 Global de Spotify en México, y en el puesto 56 del Billboard Hot 100 —el catálogo de los 100 sencillos más exitosos en Estados Unidos—.

Las influencias de géneros como trap y el reguetón en la música regional formalizó el nacimiento de los corridos tumbados. Junto a esto, el desarrollo de las plataformas digitales abrió una nueva ventana para los músicos. Junior H pasa a ser parte de esos artistas que han conseguido lanzar su carrera gracias al paraguas de internet. Otros artistas como Hassan Kabande (Peso Pluma) son conscientes de ese fenómeno, como compartía en entrevista con EL PAÍS. “Creo que ha tenido mucho que ver TikTok [la red social con más presencia de la generación Z] e Instagram. Es esencial para entender los números que estamos teniendo en este momento”, afirmaba.

La tendencia de los nuevos artistas del regional mexicano despertó el interés del productor Jimmy Humilde, que en entrevista con Vice hablaba de esa nueva reinterpretación del género y de cómo buscaba expandirlo. “La juventud mexicana y la americana […] están perdidos con la música del rancho, no saben lo que es ir al pueblo a echar dama con una mujer, a llevarle flores, a caminar por la plaza, quebrarle huevos en la cabeza y decirle que ‘la quieres’ de esa forma. No saben lo que es eso. Entonces, cuando escuchan una canción que dice ‘sentado en una piedra en mi rancho tomando con mis compas’, no se pueden identificar”, afirmaba el productor de Rancho Humilde, que consideraba las influencias de otros géneros han conseguido dar una nueva vida a la música tradicional mexicana. “No teníamos un sonido representativo y actual como tal. Por eso tomé la iniciativa de decir ‘¿sabes qué? Ocupamos hacer un género’, y combiné la música regional mexicana y el hip hop. Así nació el regional urbano”.

Junior H llegó al panorama del corrido con la esencia del chico triste, la de un sadboy nacido en Guanajuato y crecido en Utah que se puso un alias por vergüenza de que sus amigos supieran que componía. La pluma del joven músico escribía con gran efectividad, sin dificultad. “Tenía muchas composiciones, pero nunca las grabé. Hasta la fecha, tengo demasiadas composiciones”, comentaba en 2022 con el podcaster Roberto Mtz. Su repertorio contaba entonces con más de seis álbumes. De niña, Aristbeth Franco escuchaba los corridos que le ponía su padre: “Creo que por eso me llamó la atención [el nuevo subgénero]”. “Junior H es muy diferente [a otros artistas]. Tiene una personalidad diferente a Natanael y a Peso Pluma. Cantan más o menos lo mismo, pero su personalidad es muy diferente”, concluye.

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