El nuevo intento de ataque contra Trump reabre los interrogantes sobre el Servicio Secreto de EE UU
Al sospechoso, Ryan Wesley Routh, se le imputan dos cargos preliminares por tenencia ilegal de arma de fuego
El nuevo supuesto intento de atentado contra Donald Trump mientras el expresidente jugaba al golf ha vuelto a poner el foco sobre el Servicio Secreto, el cuerpo policial de élite encargado de la protección de los líderes estadounidenses. Por segunda vez en poco más de dos meses, una persona armada logró aproximarse a distancia de tiro del candidato republicano. En esta ocasión, a diferencia de la primera, los agentes evitaron ...
El nuevo supuesto intento de atentado contra Donald Trump mientras el expresidente jugaba al golf ha vuelto a poner el foco sobre el Servicio Secreto, el cuerpo policial de élite encargado de la protección de los líderes estadounidenses. Por segunda vez en poco más de dos meses, una persona armada logró aproximarse a distancia de tiro del candidato republicano. En esta ocasión, a diferencia de la primera, los agentes evitaron a tiempo el presunto ataque y el sospechoso ha quedado imputado ya este lunes. Pero el presidente Joe Biden ha reconocido que la institución “necesita más ayuda” para poder cumplir su misión.
En el incidente quedó detenido un sospechoso, Ryan Wesley Routh, después de que un agente del Servicio Secreto detectara el cañón de un rifle semiautomático SKS entre los arbustos del seto que rodea el campo de golf Trump International en West Palm Beach, en Florida. Routh ha comparecido este lunes en un tribunal federal para quedar imputado formalmente por dos cargos preliminares: tenencia de armas pese a tenerlo prohibido por haber sido declarado culpable de delitos, y tenencia de un arma de la que se había borrado el número de serie.
Aunque ambos cargos son de carácter relativamente leve, permiten a las autoridades mantener detenido a Routh en tanto avanza la investigación. A lo largo de ella podrían llegar nuevas imputaciones contra el sospechoso, un trabajador de la construcción de 58 años obsesionado por la guerra en Ucrania y que alternaba su residencia entre Hawái y Carolina del Norte.
El suceso ha suscitado numerosas preguntas. Los investigadores han reconocido que las torres de telefonía sitúan a Routh en el exterior del campo de golf durante casi doce horas antes de ser descubierto ¿Cómo fue posible que alguien se acercase tanto y durante tanto tiempo sin ser detectado hasta casi el último momento? ¿Cuáles eran los planes exactos del sospechoso, que al darse a la fuga abandonó entre los arbustos el arma, dos mochilas con placas de cerámica y una cámara Go-Pro? ¿Sabía que el expresidente iba a estar en ese momento en el campo de golf, y en uno de los hoyos más cercanos a su escondite? Si así era, ¿cómo lo supo, puesto que Trump no divulga sus actividades privadas por adelantado?
En una rueda de prensa este lunes, el sheriff del condado de Martin, William Snyder, donde quedó detenido Routh, se hacía eco de estos interrogantes. “¿Cómo fue posible que un tipo que no es de aquí pudiera llegar hasta Trump International, enterarse de que el presidente estaba jugando al golf, y acercarse con un arma de fuego?”, se preguntaba.
En una segunda convocatoria a los medios en Palm Beach, el director interino del Servicio Secreto, Ronald Rowe, confirmaba que el sospechoso no llegó a abrir fuego y no llegó a tener a Trump en su punto de mira. El arma, no obstante, estaba cargada cuando la Policía la encontró.
El FBI ya ha lanzado una investigación sobre el incidente, pero el Servicio Secreto también va a desarrollar la suya propia. Este lunes, Rowe tenía previsto reunirse con Trump en Mar-a-Lago, la residencia del candidato republicano, visitar la escena del suceso y conversar con quienes acompañaban al expresidente en aquel momento.
Las circunstancias son muy distintas a las del primer atentado contra el candidato republicano, en un mitin en Butler (Pensilvania) en julio. Entonces, una serie de errores de coordinación permitió que el atacante, el joven de 20 años Thomas Matthew Crooks, abriera fuego en un tiroteo en el que murió un asistente al acto político y Trump quedó herido en la oreja derecha. Los fallos forzaron la dimisión de la entonces directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle.
Elogios a los agentes
En esta ocasión, todo han sido elogios hacia la actuación de los agentes. El propio Trump ha publicado un mensaje de agradecimiento en su red social, Truth. “A todas las fuerzas del orden, por el increíble trabajo que acometieron hoy en Trump International para mantenerme a salvo, como presidente número 45 de Estados Unidos y candidato presidencial republicano en las elecciones. El trabajo desarrollado fue absolutamente excepcional”, subrayó.
El shérif del condado, Rick Bradshaw, también alababa la gestión de los agentes que, como parte del protocolo de seguridad, se habían adelantado al presidente en su recorrido del campo de golf y examinaban los siguientes hoyos para descartar peligros. Cuando uno de ellos vio asomar el cañón, dispararon al menos cuatro rondas de munición mientras el sospechoso se daba a la fuga. “El agente actuó muy rápido” y evitó que el sospechoso llegase a “disparar ningún tiro”. “El sistema funcionó”, insistió el shérif.
Pero, al mismo tiempo, el incidente ha puesto de manifiesto las dificultades del Servicio Secreto para cumplir su misión de protección. En un año electoral, sus agentes apenas dan abasto para escoltar al presidente, los cuatro candidatos principales y las familias de todos ellos. En la rueda de prensa en Palm Beach este lunes, Rowe reconocía que el cuerpo necesita ajustar el modo en que funciona. Entre otras cosas, sus francotiradores deben ser de la misma calidad que los que operan en las unidades de elite de las fuerzas armadas estadounidenses. “No tenemos alternativa”, ha señalado.
Al mismo tiempo, Rowe recordó que “nuestros agentes y nuestra metodología de protección”, sumados a las medidas de refuerzo en la protección de Trump permitieron desactivar la intentona contra el expresidente.
En sendos comunicados, el presidente Biden y la vicepresidenta y candidata presidencial demócrata, Kamala Harris, se han sumado a las alabanzas al cuerpo y han prometido trabajar para proporcionar los recursos que el servicio necesita para cumplir su misión.
Biden reiteraba ese compromiso este lunes, en declaraciones a los medios antes de viajar a Filadelfia para hablar en un encuentro de universidades históricas afroamericanas. “Algo que quiero dejar claro es que el Servicio Secreto necesita más ayuda”, subrayaba. El Congreso, el órgano responsable de aprobar los presupuestos federales, debe dar luz verde a más fondos para la institución.
“El Congreso debe responder a esa necesidad”, ha subrayado Biden en sus declaraciones en la Casa Blanca antes de emprender viaje. El presidente también ha expresado su alegría porque Trump se encuentre indemne. “Gracias a Dios que está bien”, ha comentado.