La jueza desestima por completo el caso contra Trump por los papeles clasificados de Mar-a-Lago
La magistrada, nombrada por el presidente, considera que el fiscal especial encargado del caso no fue correctamente designado
El pabellón Fiserv Forum, en el centro de Milwaukee (Wisconsin), ha empezado a recibir este lunes a los delegados llegados de todo Estados Unidos para coronar a Donald Trump como candidato a presidente del Partido Republicano. Los globos de colores ya están colocados en el techo esperando su momento. Antes de empezar la convención, sin embargo, Trump ha recibido un regalo de último minuto. La jueza encargada del caso de los papeles de Mar-a-Lago anula la imputación del expresidente, archiva el caso y lo da por cerrado por un supuesto defecto de forma en el nombramiento del fiscal.
Trump se libra así ―como mínimo temporalmente― de un caso en el que estaba acusado de decenas de delitos de retención de secretos y de obstrucción a la justicia por llevarse papeles clasificados en su marcha de la Casa Blanca. La mayoría fueron recuperados en un registro en Mar-a-Lago, la mansión del conservador en Palm Beach (Florida).
Después de la sentencia del Tribunal Supremo sobre su inmunidad, que rebaja los casos de Washington y Georgia por interferencia electoral y que también ha dejado en el aire la condena de Nueva York por el caso Stormy Daniels, este es otro triunfo para Trump. El horizonte judicial del expresidente se va despejando paulatinamente, al tiempo que se refuerzan sus posibilidades de volver a la Casa Blanca tras las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
La decisión llega solo dos días después de sufrir un intento de asesinato y justo cuando empieza la Convención Nacional Republicana en Milwaukee. En ella se convertirá formalmente en el candidato del partido a la presidencia y tiene que anunciar quién le acompaña en la papeleta para optar a la vicepresidencia.
Trump solo sufrió una herida leve y su ya icónica imagen de instantes después del atentado ―llamando a la lucha con el puño en alto, bajo la bandera de Estados Unidos― ha reforzado la imagen de perseguido, mártir y rebelde que ha cultivado entre las bases republicanas. “Mucha gente dice que es la foto más icónica que han visto nunca. Tienen razón y yo no me morí. Normalmente, tienes que morirte para tener una foto icónica”, dijo el domingo en una entrevista con The New York Post.
Al tiempo, el expresidente ha decidido moderar su discurso y llamar a la unidad, en una inteligente maniobra para ampliar su base electoral. Tras el triunfo del debate de Atlanta contra Biden, con la dinámica perversa en que se ha instalado el Partido Demócrata —cuestionando a su candidato, pero sin un relevo claro—, con su reacción al atentado y las decisiones judiciales favorables, el camino de Trump hacia la victoria en las elecciones parece expedito.
“A medida que avanzamos en la unificación de nuestra nación después de los horribles acontecimientos del sábado, esta desestimación de la imputación ilegal en Florida debería ser solo el primer paso, seguido rápidamente por la desestimación de TODA la Caza de Brujas”, ha escrito Trump, mayúsculas incluidas, en su red social, Truth. El expresidente pide que se dé carpetazo a todos los casos contra él. “El Departamento de Justicia demócrata coordinó TODOS estos ataques políticos, que son una conspiración de interferencia electoral contra el oponente político de Joe Biden, YO. Unámonos para PONER FIN a toda la instrumentación política de nuestro sistema de justicia, y ¡Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo!”, añadió. La llamada a la unidad de Trump es, obviamente, a unirse en torno a él.
El archivo del caso
La jueza federal Aileen M. Cannon, nombrada por el propio Trump, es la que ha archivado el caso Mar-a-Lago. En una sorprendente resolución de 93 páginas, concluye que el nombramiento del fiscal especial, Jack Smith, violó la Constitución porque no había sido nombrado por el presidente (lo hizo el fiscal general) ni confirmado por el Senado.
“Los autores de la Constitución otorgaron al Congreso un papel fundamental en el nombramiento de los funcionarios principales e inferiores. Ese papel no puede ser usurpado por el Poder Ejecutivo ni difuminado en otro lugar, ya sea en este caso o en otro, ya sea en tiempos de mayor necesidad nacional o no”, dice su resolución. La decisión rompe con todos los precedentes anteriores al respecto, que han defendido la validez de los nombramientos de fiscales especiales por parte del Departamento de Justicia sin pasar por el Senado.
El fallo de la jueza es recurrible, y cabe suponer que el fiscal apelará ante un tribunal superior. Los tribunales superiores han rechazado anteriores decisiones de la jueza, que casi siempre ha fallado a favor del expresidente. Con todo, la resolución de Cannon, como mínimo, dilatará el caso. La Fiscalía había rebatido enérgicamente la tesis de que el nombramiento era defectuoso durante las vistas ante la jueza del mes pasado. Además, argumentaba que incluso si la magistrada fallaba a favor de los abogados de Trump, la respuesta adecuada no sería desestimar todo el procedimiento.
El caso de los papeles clasificados de Mar-a-Lago estalló de forma aparatosa con el registro de la mansión de Trump en Palm Beach (Florida) por parte de agentes del FBI el 8 de agosto de 2022. En junio del año siguiente fue formalmente imputado por decenas de delitos. Se acusaba al expresidente por el manejo de centenares de documentos secretos o clasificados que se llevó sin permiso a su residencia privada, que además es un hotel y un club social, cuando dejó la Casa Blanca en enero de 2021. Esos papeles, como los de cualquier presidente estadounidense cuando deja el cargo, pertenecen por ley a los Archivos Nacionales. También está acusado de negarse a devolverlos cuando las autoridades se los pidieron en reiteradas ocasiones. Esas resistencias desembocaron en el citado registro.
La jueza había fijado inicialmente una fecha provisional para comienzo del juicio en mayo pasado, pero luego la había ido retrasando de forma indefinida. Ahora, con la nueva resolución, el caso queda cerrado y archivado, la imputación de Trump queda anulada y todas las vistas quedan canceladas. Todo ello, a la espera de un posible recurso.
Mientras, el caso se dilata y Trump avanza hacia la Casa Blanca. Si recupera la presidencia, podría lograr que se retire la acusación, incluso si los tribunales superiores determinaran que la decisión de la jueza de desestimar el caso no se ajusta a la ley.
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