Nikki Haley asegura que seguirá luchando con Trump aunque pierda las primarias de Carolina del Sur

“No siento ninguna necesidad de besar el anillo” del expresidente, dice la candidata republicana

Nikki Haley, este lunes durante un acto de campaña en Camden (Carolina del Sur).RANDALL HILL (REUTERS)

La candidata republicana Nikki Haley había creado gran expectación al anunciar un gran discurso para este martes a mediodía. Muchos especulaban con la posibilidad de que anunciase la retirada de la carrera por la nominación a las presidenciales, pero era un golpe de efecto buscado para lanzar justo el mensaje contrario. Se mantiene en la carrera, que tiene su próxima etapa en las primarias de Carolina del Sur este sábado. Y adelanta que no se retirará aunque salga derrotada, pese a que eso provoque la ira de su rival, Donald Trump. “El domingo seguiré siendo candidato a la presidencia. ...

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La candidata republicana Nikki Haley había creado gran expectación al anunciar un gran discurso para este martes a mediodía. Muchos especulaban con la posibilidad de que anunciase la retirada de la carrera por la nominación a las presidenciales, pero era un golpe de efecto buscado para lanzar justo el mensaje contrario. Se mantiene en la carrera, que tiene su próxima etapa en las primarias de Carolina del Sur este sábado. Y adelanta que no se retirará aunque salga derrotada, pese a que eso provoque la ira de su rival, Donald Trump. “El domingo seguiré siendo candidato a la presidencia. No me voy a ninguna parte”.

Haley ha dado a entender que se mantiene en la carrera como mínimo hasta el supermartes, el 5 de marzo, el día que vota un mayor número de Estados. “Algunos de vosotros, quizá algunos de los medios de comunicación, habéis venido hoy aquí para ver si abandono la carrera. Bueno, no la abandono”, ha aclarado nada más empezar su discurso. “Voy a hacer campaña todos los días hasta que la última persona vote”.

Las encuestas de las primarias republicanas de Carolina del Sur dan a Trump una victoria de más de 30 puntos: un 64% frente a un 32%, según el último cálculo del agregador de encuestas FiveThirtyEight. Las perspectivas de la candidata no son mejores en los siguientes Estados que votan. Haley, sin embargo, no tira la toalla.

La situación de Trump es peculiar. El Supremo tiene que decidir si puede presentarse a las primarias en varios Estados, aunque aparentemente se inclina por permitirlo. El expresidente tiene cita para sentarse en el banquillo de los acusados en Nueva York el 25 de marzo y otros juicios agendados. Hoy por hoy, solo un accidente imprevisto abriría a Haley camino para la nominación en la convención republicana de mediados de julio. Aun así, ella prefiere seguir peleando.

“Lucho por lo que sé que es correcto. Y no me importa lo que quieran los líderes de los partidos y las élites políticas. Seguiré luchando hasta que el pueblo estadounidense cierre la puerta. Ese día no es hoy y no será el sábado. Ni mucho menos. Las primarias presidenciales apenas han empezado. Solo han votado tres estados. Eso es todo. Después de este fin de semana, estaremos en cuatro. No es mucho. Diez días después de Carolina del Sur, votarán otros 21 estados y territorios. La gente tiene derecho a que se oiga su voz. Y merecen una elección real. No unas elecciones al estilo soviético donde solo hay un candidato y obtiene el 99% de los votos”, ha indicado la candidata en Greenville (Carolina del Sur), donde ha dado un discurso este martes.

“En lugar de centrarse en cómo hacer más fuerte a Estados Unidos mañana, algunos quieren saber si voy a ceder hoy. Todos hemos oído los llamamientos para que abandone. Todos sabemos de dónde vienen: la élite política, los jefes de partido, los animadores del mundo de los comentaristas (...). Señalan las encuestas de las primarias y dicen que solo estoy retrasando lo inevitable”, ha continuado antes de defender su independencia frente al expresidente, en comparación con los correligionarios que ceden a las presiones de Trump.

“Muchos de los mismos políticos que ahora abrazan públicamente a Trump le tienen pavor en privado. Saben el desastre que ha sido y seguirá siendo para nuestro partido. Solo que tienen demasiado miedo para decirlo en voz alta”, ha indicado la candidata. “Yo no tengo miedo de decir las duras verdades en voz alta. No siento ninguna necesidad de besar el anillo. Y no temo las represalias de Trump. No busco nada de él. Mi propio futuro político me preocupa cero”, ha añadido.

Enfrentamiento personal

La campaña de Haley ha ido endureciendo cada vez más el tono contra Donald Trump, a veces en respuesta a ataques personales del expresidente. La tesis principal de Haley es que el expresidente será incapaz de derrotar al actual presidente, Joe Biden, en noviembre. Los resultados de New Hampshire mostraron el bajo apoyo a Trump entre los votantes moderados e independientes.

La exembajadora de EE UU en la ONU cree que ese apoyo empeorará a medida que se sucedan los casos judiciales contra Trump y que el expresidente, con el que los republicanos han sido derrotados en numerosas ocasiones, será “un desastre” para su partido. “Me presento a presidenta porque tenemos un país que salvar” ha dicho este martes. Antes, en unas declaraciones a Associated Press, cuando le han preguntado por qué no se retiraba y en qué Estados se veía más fuerte, ha replicado: “En lugar de preguntarme qué Estados voy a ganar, ¿por qué no preguntamos cómo va a ganar Trump unas elecciones presidenciales después de pasar un año entero en los juzgados?”

Haley quedó tercera en los caucus de Iowa, por detrás no solo de Trump, sino también del gobernador de Florida, Ron DeSantis, que se retiró de la carrera por la nominación antes de las primarias de New Hampshire. Esas votaciones se convirtieron, por tanto, en un cara a cara de Haley frente a Trump, en las que salió ganador el expresidente con una amplia ventaja, pero no la suficiente como para forzar la retirada de la exgobernadora de Carolina del Sur. “Esta carrera está lejos de terminar”, dijo entonces, para enfado de Trump, que no fue capaz de disimular su contrariedad.

Quizá más humillante para Haley fue el resultado de Nevada. Allí había unas primarias a las que no se presentaba Trump, pero que tampoco adjudicaban delegados. Y también unos caucus, en los que ella no participaba, y en los que Trump se llevó a todos los delegados. Para Haley, sin embargo, lo más hiriente fue que en las primarias la mayoría de los votantes optasen por la casilla “ninguno de estos candidatos”, que obtuvo el 61% de los votos.

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