Joe Biden: “Esto no es una protesta, es una insurrección”

El presidente electo de EE UU cree que la intentona bordea la sedición y exige a Trump que desmovilice a sus seguidores

Joe Biden, durante una conferencia de prensa este miércoles en Wilmington, Delaware. Foto: AFP | Vídeo: Susan Walsh (AP)

“En estos momentos, nuestra democracia se halla bajo un ataque sin precedentes. Pero esto no es una protesta, es una insurrección”. Con esta tajante definición, el presidente electo, Joe Biden, ha valorado este miércoles la intentona republicana en el Capitolio, en Washington, y animado a Donald Trump a dar un paso al frente y dirigirse por la televisión nacional a sus seguidores para pedirles que abandonen la sede de la soberanía popular. “El día de hoy es un doloroso recordatorio de cuán frágil es la democracia”, insisti...

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“En estos momentos, nuestra democracia se halla bajo un ataque sin precedentes. Pero esto no es una protesta, es una insurrección”. Con esta tajante definición, el presidente electo, Joe Biden, ha valorado este miércoles la intentona republicana en el Capitolio, en Washington, y animado a Donald Trump a dar un paso al frente y dirigirse por la televisión nacional a sus seguidores para pedirles que abandonen la sede de la soberanía popular. “El día de hoy es un doloroso recordatorio de cuán frágil es la democracia”, insistió Biden, instando a restablecerla y a recuperar también el decoro y la dignidad, dinamitados por las imágenes de los desmanes de los asaltantes en el Capitolio.

“Esto es un asalto al Capitolio, a los representantes del pueblo, a los funcionarios de policía que han prometido protegerlos y a los funcionarios que trabajan en el corazón de nuestra República. Es un asalto al imperio de la ley, un asalto a lo más sagrado de los esfuerzos americanos: la gestión de la res publica. Permítanme ser claro: las escenas de caos en el corazón del Capitolio no reflejan los verdaderos EE UU, porque no somos así. Lo que estamos viendo es un puñado de extremistas dedicados al desorden. No es disenso, es desorden. Es caos, y bordea la sedición”, subrayó.

“Reflexionen acerca de lo que pensarán sus hijos al ver esto en la televisión”, añadió el demócrata, en referencia a la retransmisión en directo del intento de golpe, “en lo que está viendo el resto del mundo”. A diferencia de su predecesor, que prefirió no dar la cara públicamente y refugiarse en un mensaje de vídeo difundido en Twitter, el presidente electo pronunció una breve alocución ante los periodistas en Wilmington (Delaware), sin preguntas.

El que fuera vicepresidente de Barack Obama dijo sentirse avergonzado de que el mundo presencie este aciago episodio. “Estoy conmocionado y entristecido por el hecho de que nuestra nación, durante tanto tiempo un faro de luz, esperanza y democracia, esté viviendo este oscuro momento. Porque Estados Unidos es honor, decencia, respeto y tolerancia, eso es lo que somos y lo que siempre hemos sido. Durante cerca de dos siglos y medio, nosotros, el pueblo, en aras de una unión más perfecta, hemos velado por el bien común. Estados Unidos es mucho mejor de lo que hemos visto hoy”, reiteró en una apelación a la unidad y a superar la peligrosa polarización que deja como herencia el republicano.

“Las palabras de un presidente importan: en su mejor expresión, pueden inspirar; en la peor, incitar”, añadió Biden, por lo que pidió al instigador del asalto dar un paso al frente y animar a sus seguidores a que depongan su actitud. “Solicito al presidente Trump que salga en televisión nacional ahora y cumpla con su juramento, defienda la Constitución y exija el fin de este asedio”. Haciendo oídos sordos, el republicano recurrió a su canal de comunicación favorito, la red social Twitter, para publicar más de dos horas después del asalto un mensaje tibio en el que en ningún momento condenó los hechos y, al contrario, afirmó comprender las razones y los sentimientos de los alzados, pues, dijo, se le ha arrebatado la victoria en las urnas. Cual Nerón regodeándose en el incendio de Roma, Trump no solo no apagó el peligroso fuego de Washington, sino que insistió en la misma acusación infundada y refutada por los tribunales de haber sido víctima de un fraude electoral.

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