Toni Comín: “El liderazgo de Puigdemont sigue siendo necesario”
El candidato de Junts per Catalunya a las elecciones europeas defiende que Carles Puigdemont no abandone la política aun cuando no logre ser investido presidente de la Generalitat
Toni Comín (53 años) está inmerso en la campaña para revalidar su escaño de eurodiputado, un cargo que ha desempeñado de la mano de Carles Puigdemont. Ambos se marcharon de España en 2017 para evitar ser juzgados por el referéndum del 1 de octubre y juntos planean ahora su regreso tras la aprobación de la ley de amnistía. Comín atiende por videoconferencia desde Ginebra (Suiz...
Toni Comín (53 años) está inmerso en la campaña para revalidar su escaño de eurodiputado, un cargo que ha desempeñado de la mano de Carles Puigdemont. Ambos se marcharon de España en 2017 para evitar ser juzgados por el referéndum del 1 de octubre y juntos planean ahora su regreso tras la aprobación de la ley de amnistía. Comín atiende por videoconferencia desde Ginebra (Suiza) y niega que su promoción electoral pivote sobre la figura de Puigdemont, pero defiende que el expresidente, que anunció que dejaría la política si no logra regresar al mando de la Generalitat, debe permanecer activo porque es el principal activo del independentismo.
Pregunta. ¿Estamos en las semanas previas a su regreso a Cataluña?
Respuesta. La previsión es que el retorno sea próximamente. El president Puigdemont ya dijo que iba a volver por el pleno de investidura [del próximo presidente de la Generalitat]. Veremos si hay una sola investidura o si hay varias sesiones, pero el regreso será dentro del periodo que va del 10 de junio al 25 de agosto. No tenemos ninguna duda de que la amnistía va a suponer el fin de la represión contra el independentismo y el archivo de todas las causas judiciales. La amnistía es una gran victoria y ha sido posible cuando los votos de Junts han sido decisivos en el Congreso de los Diputados.
P. Vincula su regreso al de Puigdemont. Incluso ha llegado a decir que como eurodiputado va a ser “el comando Puigdemont en Bruselas”. ¿Ese personalismo es por falta de programa?
R. En absoluto. Nuestro programa es de 60 páginas, y hemos tenido una voluntad muy rigurosa de que las propuestas tengan que ver con las competencias que tiene el Parlamento Europeo y las instituciones de la UE. Puigdemont no continuará como eurodiputado, pero seguirá siendo un activo imprescindible. Es el político catalán más conocido en Europa y uno de los principales activos que tiene el independentismo.
P. Puigdemont anunció antes de las elecciones catalanas que, de no ser presidente, se retiraría de la política. ¿Intuye que ese anuncio sigue tan firme?
R. Eso tendría que responderlo él, lo único que puedo decir es cómo entendí yo su compromiso. Creo que lo que intentó decir es que desde un punto de vista institucional para él solo tenía sentido seguir como presidente. ¿Qué sentido tiene que siga como jefe de la oposición? Yo entendí que si no es para ser president, no tiene sentido que desempeñe otros cargos institucionales, pero eso en ningún caso debería implicar que deje de liderar el independentismo. Las urnas lo han reforzado, ganó 100.000 votos. Por el bien del independentismo, el liderazgo de Puigdemont sigue siendo necesario.
P. ¿Es una victoria volver a España amnistiado por las Cortes españolas y no por la justicia europea como pretendían ustedes?
R. Absolutamente. De entrada, aclarar que la justicia europea no dicta amnistías. Desde el exilio hemos contribuido a poner, por así decirlo, las bases narrativas de la amnistía. Todas nuestras victorias judiciales en Europa han confirmado que la persecución penal de la que hemos sido objeto vulneraba nuestros derechos, es decir, que España ante el independentismo catalán no ha actuado como un Estado de derecho y que su ofensiva represiva es incompatible con la democracia. El Estado español al final ha tenido que rectificar: la amnistía —aunque implícita— es una rectificación en toda regla. Pero, además, más allá de votar la investidura, Junts no ha pagado ningún precio político, ni ha renunciado a nada —ni al 1-O ni al 27-O— a cambio de la amnistía, como deja claro el acuerdo de investidura pactado con el PSOE.
P. Dicen que ahora toca el referéndum. ¿Cómo se vehicula esto habiendo perdido la mayoría absoluta en el Parlament?
R. El referéndum acordado es sin duda el principal objetivo, por parte de Junts, en las negociaciones a las que se comprometieron los firmantes del Acuerdo de Bruselas (para la investidura de Sánchez), y lo es desde la certeza de que es perfectamente compatible con la Constitución. Doy por hecho que lo que acuerde el PSOE en el marco de estas negociaciones vincula al PSC. Y supongo también que los comunes hoy no se oponen a esta idea. No veo por qué la propuesta de un referéndum acordado no puede llegar a tener mayoría en el Parlament en la próxima legislatura.
P. Habla de la tarea hecha durante este mandato como eurodiputados, ¿No haber logrado la oficialidad del catalán en la Unión Europea les penaliza a la hora de que sus promesas tengan credibilidad?
R. La oficialidad del catalán en la UE está más cerca que nunca, y eso es gracias a Junts. Había una primera exigencia para la negociación con el PSOE y la investidura de Pedro Sánchez, y consistía en que por primera vez en la historia el Gobierno pidiera formalmente al Consejo de la UE la propuesta para que el catalán sea lengua oficial. Y eso lo hicieron antes de que Junts votara a favor de Francina Armengol para presidir la Mesa del Congreso. Eso es cobrar por adelantado. Otra parte de esa batalla consiste en que el Gobierno ponga en marcha todos sus recursos para lograr la unanimidad de los 27 Estados y estamos apretando al Gobierno para que haga esa tarea diplomática. Nunca antes la carpeta del catalán había llegado tan lejos. No hemos avanzado lo suficiente y hay que terminar el trabajo.
P. Usted estuvo vinculado al PSC y luego a ERC. Finalmente, ¿es en Junts donde se siente más cómodo?
R. Junts es el espacio político para culminar el proyecto de la independencia, y yo quiero trabajar en ese proyecto, es un partido plural ideológicamente.
P. Habla de pluralidad, pero en lo que refiere al conflicto entre Israel y Palestina, Junts lo afronta con tibieza. ¿Hay consenso dentro del partido en que hay que guardar distancias con el reconocimiento del Estado palestino?
R. En Junts hay un consenso clarísimo en cuatro puntos. El primero, la condena de los atentados de Hamás. Luego, condena igual de clara de la ofensiva militar sobre Gaza, con la misma contundencia que lo hace el secretario general de Naciones Unidas o igual como lo pueda hacer la Corte Penal Internacional. La ofensiva militar en Gaza no tiene justificación, vulnera flagrantemente el derecho internacional humanitario. El tercer punto es la solución de los dos Estados. El reconocimiento del Estado palestino, en ese sentido, es coherente, pero existe un cuarto punto, que si se quiere es específico de Junts. No se puede hacer un uso electoralista de una cosa tan seria como es el drama de Palestina. El Gobierno hace un uso electoral descarado del sufrimiento de los palestinos.
P. Hay un proceso abierto para saber quién termina presidiendo la Assemblea Nacional Catalana (ANC). Lluís Llach es uno de los candidatos y usted lo conoce bien porque, hasta que se dio de baja, formó parte del Consell de la República. ¿Lo cree un buen candidato?
R. Nosotros tenemos máximo respeto por los procesos internos que pueda tener una organización. No le vamos a decir a la ANC lo que tiene que hacer y cómo lo tiene que hacer. Pero los socios de la ANC fueron muy claros a la hora de votar y de constatar quién tiene más apoyos. Lo único que queda es esperar que se apliquen y se respeten los procesos democráticos y, según la mayoría, lo normal es que Lluís Llach sea presidente.