Putin, sobre Ucrania: “No hay ningún plan de paz”
El presidente ruso dice que el borrador de Estados Unidos solo recoge cuestiones “para discutir”, y se compromete a dejar por escrito que Rusia no atacará al resto de Europa
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha enfriado de golpe las aspiraciones de Donald Trump para poner fin pronto a la guerra de Ucrania. “No había un plan de paz, había una lista de cuestiones que se han propuesto para ser discutidas”, ha zanjado el dirigente sobre el borrador de 28 puntos de la Casa Blanca, que luego Washington revisó con Kiev. El mandatario ruso ha manifestado que el documento original “puede sentar las bases para futuros acuerdos”, pero ha advertido de que algunas propuestas ucranias “suenan ridículas” y que ...
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha enfriado de golpe las aspiraciones de Donald Trump para poner fin pronto a la guerra de Ucrania. “No había un plan de paz, había una lista de cuestiones que se han propuesto para ser discutidas”, ha zanjado el dirigente sobre el borrador de 28 puntos de la Casa Blanca, que luego Washington revisó con Kiev. El mandatario ruso ha manifestado que el documento original “puede sentar las bases para futuros acuerdos”, pero ha advertido de que algunas propuestas ucranias “suenan ridículas” y que el camino será largo: “Cada palabra del plan de paz para Ucrania debe ser debatida seriamente”, ha subrayado.
Putin ha comentado el estado de las negociaciones de paz tras la cumbre de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) en Kirguistán. El mandatario ha mostrado su sorpresa por las sanciones que anunció Trump en octubre contra las dos grandes petroleras rusas, Lukoil y Rosneft, después de que las negociaciones sobre Ucrania se estancasen.
“No entendía qué estaba sucediendo”, ha lamentado Putin, remarcando que en aquel momento “no había ningún conflicto entre Rusia y Estados Unidos” y que ambos líderes habían acordado tomarse “un tiempo de reflexión” después de “entender ambas posturas” tras la cumbre bilateral celebrada en Alaska en agosto. “No entendía qué tipo de señal era esta”, ha reiterado.
La Casa Blanca ha intentado reactivar las conversaciones en noviembre. Una de las claves que figuraban en el plan de 28 puntos de Trump era el reconocimiento internacional de las regiones ucranias de Crimea, Donetsk y Lugansk como territorio ruso, además de la congelación del frente en Jersón y Zaporiyia. Esta cuestión ha desaparecido en el borrador revisado con Kiev. Putin, sin embargo, considera fundamental incluir esa parte.
“Que se reconozca que ciertos territorios estén bajo soberanía rusa” implicaría, argumentó el líder ruso, que si en el futuro Ucrania viola los acuerdos “se trataría de un ataque a la Federación de Rusia, con las consiguientes medidas de represalia”. Si no existe ese reconocimiento previo, un ataque de Kiev “se percibiría como un intento de recuperar territorio que legítimamente pertenece a Ucrania”. “Por lo tanto, necesitamos ese reconocimiento”, ha zanjado Putin.
Otra de las condiciones que exige Putin es que las fuerzas armadas de Kiev se retiren del frente. “Si las tropas ucranias se marchan del territorio que ocupan, entonces se pararán las acciones militares. Si no se van, lo tomaremos con la fuerza de las armas”, ha declarado, cuando lo que él denomina “operación militar especial” se encamina a su cuarto año sin tomar Lugansk y Donetsk, regiones que ya controlaba parcialmente antes.
Putin, que recientemente afirmó que “toda Ucrania” pertenece a Rusia y que ansía imponer un Gobierno títere en Kiev, también ha vuelto a poner en duda la futura legalidad de cualquier documento de paz que rubrique el Gobierno de Volodímir Zelenski. Su objetivo es desestabilizar a su rival.
“Es imposible legalmente [...] Firmar documentos con los líderes ucranios es inútil. Creo que cometieron un error estratégico al temer las elecciones presidenciales, sin las cuales el presidente perdió su legitimidad”, ha proseguido el dirigente ruso en referencia a la suspensión de los comicios en Ucrania en estos años de guerra. Al mismo tiempo que Kiev argumenta que es imposible celebrar elecciones bajo una invasión, Putin, que se adjudicó un 87% de votos en las elecciones en 2024 reprimiendo toda oposición, ha vuelto a violar este año un mandato constitucional al no convocar la Asamblea Nacional para abordar el estado de la nación.
El líder ruso ha enfatizado que la cuestión de la futura seguridad europea también está sobre la mesa, y se ha ofrecido a prometer por escrito que Rusia nunca atacará al resto de Europa.
“Todo debe quedar traducido al lenguaje diplomático, porque decir, en general, que Rusia no se dispone a atacar Europa suena divertido, la verdad. Pero si quieren escucharlo de nosotros, adelante, dejaremos constancia. No hay más preguntas”, ha afirmado. La Rusia de Putin se anexionó Crimea e introdujo tropas en Donbás ilegalmente en 2014, y años después, en 2022, invadió Ucrania, a pesar de que Moscú fue en 1994 una de las partes firmantes del memorando de Budapest por el que Kiev entregaba sus armas nucleares a cambio de que se garantizase su soberanía.
El dirigente también se ha pronunciado sobre la filtración de las conversaciones entre el representante estadounidense, Steve Witkoff, y el ruso, Kirill Dmítriev, en el que el primero instruía al Kremlin cómo convencer a Trump.
Putin ha recurrido a la ironía al asegurar que “las escuchas telefónicas son un delito penal”. “Al menos en nuestro país, las escuchas telefónicas están prohibidas”, ha declarado el exjefe del Servicio Federal de Seguridad (FSB). Sus espías han recibido este mes luz verde para usar en los bancos sin orden judicial su software SORM, el programa con el que rastrea desde hace décadas los correos, llamadas y mensajes de los ciudadanos.