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El centroizquierda y la derecha mantienen sus feudos regionales en Italia

La coalición progresista gana las elecciones en Campania y Apulia y el bloque conservador, en Véneto

Las últimas elecciones regionales del año en Italia han ratificado los equilibrios políticos entre los dos bloques: la izquierda mantiene su presencia en el sur, mientras que la derecha perpetúa su dominio en el norte. Según los primeros sondeos a pie de urna de las elecciones que se celebraron entre el domingo y el lunes, la coalición de izquierda conservará las regiones de Campani...

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Las últimas elecciones regionales del año en Italia han ratificado los equilibrios políticos entre los dos bloques: la izquierda mantiene su presencia en el sur, mientras que la derecha perpetúa su dominio en el norte. Según los primeros sondeos a pie de urna de las elecciones que se celebraron entre el domingo y el lunes, la coalición de izquierda conservará las regiones de Campania y Apulia, territorios donde el centroizquierda ha sido tradicionalmente fuerte, mientras que la derecha seguirá gobernando en la región norteña de Véneto, uno de sus feudos más sólidos.

Estaban llamados a votar en esas tres regiones cerca de 13 millones de italianos y los comicios se consideraban un nuevo pulso entre la derecha de Giorgia Meloni, que gobierna en el país, y la oposición, que suele acudir en coalición en las elecciones regionales, a diferencia de las nacionales, donde ha acudido por separado en los últimos tiempos. Estas votaciones tenían un significado particular al ser las últimas grandes citas en las urnas antes de las elecciones generales de principios de 2027, por lo que se habían convertido en un termómetro representativo del clima político nacional. Pero no ha habido sorpresas y se han cumplido los pronósticos: esos territorios seguirán en manos de los mismos partidos, sin que se altere el equilibrio actual entre fuerzas.

Los ultraderechistas Hermanos de Italia de Meloni, la Liga de Matteo Salvini y Forza Italia, liderada por Antonio Tajani, forman el bloque conservador, que suele concurrir en coalición también a las elecciones nacionales y que actualmente ostenta el poder. Mientras que el Partido Democrático y el Movimiento 5 Estrellas se han presentado juntos con el apoyo de otras pequeñas formaciones.

La región sureña de Campania, que tiene la capital en Nápoles, ha estado gobernada ininterrumpidamente por la izquierda en la última década. Según los sondeos de la televisión pública Rai, se impondrá el candidato progresista, Roberto Fico, del Movimiento 5 Estrellas y expresidente de la Cámara de los Diputados con entre el 56% y el 60% de los votos.

Fico sucedería así al actual presidente de Campania, Vincenzo de Luca, veterano del Partido Democrático y que mantiene una relación abiertamente conflictiva con la primera ministra Meloni, con numerosos choques y enfrentamientos. De Luca, muy a su pesar, no pudo presentarse por haber superado el límite de los dos mandatos consecutivos. La elección de Fico como candidato se produjo tras una larga negociación entre las cúpulas nacionales de los partidos. La candidatura de Fico puede servir para poner de manifiesto el esfuerzo que los dos principales partidos de la oposición están haciendo para construir una alianza progresista sólida que pueda proyectarse a nivel nacional, según valoran los analistas. De hecho, en el acto de cierre de campaña en Campania participaron varias figuras políticas nacionales como Elly Schlein, secretaria general del Partido Democrático y Giuseppe Conte, líder del Movimiento 5 Estrellas. Su presencia se percibió como un ensayo de cara a las próximas elecciones generales y a las puertas de 2026, que será el año preelectoral.

En Apulia, los sondeos a pie de urna también dan la victoria al candidato de izquierdas y exalcalde de Bari, Antonio Decaro, con una amplia ventaja que podría alcanzar el 68% de los votos, frente al empresario Luigi Lobuono, apoyado por la derecha y que obtendrá en torno al 30% de los apoyos.

La región norteña de Véneto seguirá en manos de la derecha, con la victoria de su candidato, Alberto Stefani, que se anotaría entre el 59% y el 63% de los votos. Sucedería así al frente del Gobierno regional al presidente saliente Luca Zaia, uno de los barones con más peso en el partido de Salvini.

Estas han sido las últimas de una serie de elecciones en siete grandes regiones de Italia que se han celebrado este otoño y son la antesala del cuarto y penúltimo año de la legislatura de Meloni. La coalición de derechas gobierna en 13 regiones, mientras que la izquierda mantiene el control de seis.

La participación en estos comicios ha sido baja, a pesar de que los centros de votación han estado abiertos durante dos días y la media entre las tres regiones se situó ligeramente por debajo del 44% del censo electoral, frente al 57% que se registró en los anteriores comicios regionales.

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