Bélgica invita a 150.000 jóvenes a hacer la mili con un sueldo mensual de 2.000 euros
El Ministerio de Defensa envía una carta a todos los hombres y mujeres de 17 años para alentarlos a probar un servicio militar voluntario de un año a partir de 2026
Decenas de miles de jóvenes adultos de toda Bélgica empezarán, a partir de este lunes, a recibir por correo una invitación muy particular: animarse a probar, en 2026, la carrera militar o, al menos, inscribirse para hacer un servicio militar voluntario de un año. El Gobiern...
Decenas de miles de jóvenes adultos de toda Bélgica empezarán, a partir de este lunes, a recibir por correo una invitación muy particular: animarse a probar, en 2026, la carrera militar o, al menos, inscribirse para hacer un servicio militar voluntario de un año. El Gobierno belga ha enviado ya 149.000 cartas a hombres y mujeres de 17 años del país, en la que les alienta a aprovechar esta “oportunidad única” para aprender valores como la disciplina o el trabajo en equipo en cuanto cumplan la mayoría de edad. Los 500 reclutas voluntarios seleccionados para el próximo año recibirán un salario de 2.000 euros netos mensuales mientras cumplan su servicio, aunque el Ministerio de Defensa defiende que el atractivo de esta nueva mili voluntaria va más allá del dinero.
“Se anima a todos los jóvenes de 17 años del país a unirse a las Fuerzas Armadas en general y a participar en el servicio militar voluntario de un año en particular”, escribió el ministro de Defensa, Theo Francken, en un mensaje en X el sábado en el que mostraba fotos de las cartas distribuidas por el servicio de correos belga. Las misivas, que según explicó fueron enviadas el pasado viernes, deberían empezar a llegar a los buzones de los jóvenes esta misma semana.
Con la carta “se trata de abrir la mente a lo militar, de decirles a los jóvenes que la defensa es una opción, incluso una oportunidad. El objetivo es también concienciar a los jóvenes de que el mundo ha cambiado y de que existe una amenaza que pesa sobre nuestro país. Es un proyecto social”, defendía Francken la iniciativa en una entrevista con Le Soir a mediados de octubre.
“Querido joven, querida joven”, se lee en el encabezado de una misiva dirigida a los chicos y chicas que están a punto de cumplir la mayoría de edad y a los que el Gobierno belga intenta atraer hacia una carrera militar necesitada de aumentar sus filas: según recordaba el diario La Libre en primavera, Defensa logra reclutar a unos 2.800 soldados al año, cifra que apenas basta para mantener los 24.600 efectivos actuales (más 6.500 reservistas) y muy por debajo de lo que se requerirá para llegar a los 40.000 militares que se ha fijado el Gobierno como meta antes de que acabe la década.
Según el proyecto de ley que se aprobó en septiembre para lanzar esta iniciativa, la idea, inspirada en una similar lanzada en 2023 en Países Bajos y que también ha lanzado ya Alemania, las inscripciones, para los jóvenes de entre 18 y 25 años, se abrirán en enero de 2026, con vistas a que la primera leva de la nueva mili voluntaria arranque en septiembre de ese mismo año. Este mismo mes de noviembre comenzarán las “sesiones informativas” tanto presenciales como en línea en las diversas provincias del país para responder a preguntas de los posibles interesados, que también deberán someterse a pruebas médicas.
La idea es ir aumentando progresivamente las filas de esta mili voluntaria: las 500 plazas iniciales para la primera leva de 2026 se duplicarán a 1.000 en 2027, con el objetivo final de tener hasta 7.000 plazas a más largo plazo. Los nuevos reclutas recibirán una primera formación militar básica de 10 semanas y una formación más específica después, para poder ser desplegados tanto en las fuerzas navales como en las aéreas y terrestres.
En septiembre, tras la aprobación de la medida, el ministro de Defensa subrayó que la carta que ahora está llegando a los buzones de los jóvenes belgas es “puramente informativa y no implica ninguna obligación”. Cada joven puede decidir ignorarla o interesarse por la oferta “a su propio ritmo”. También añadió que solo una vez haya sido seleccionado y haya firmado el contrato este tendrá carácter vinculante y se le aplicará al signatario el estatuto militar.
La iniciativa del Gobierno liderado por el nacionalista flamenco Bart de Wever —su ministro de Defensa es compañero de filas en la N-VA flamenca— ha sido criticada en los pasados meses por parte de la oposición, que teme una militarización de la sociedad.