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Llegan a Madrid los últimos cinco españoles de la flotilla retenidos en Israel, entre ellos, Reyes Rigo

La activista mallorquina se declaró culpable de dos delitos de agresión contra una funcionaria de prisiones y pagó una multa de unos 2.600 euros

Llegan a Madrid los últimos cinco españoles de la flotilla retenidos en Israel, entre ellos, Reyes Rigo (centro), en Madrid, este lunes. Foto: Claudio Álvarez | Vídeo: EPV

La activista mallorquina Reyes Rigo, de 56 años, ha vuelto a España. Entre cánticos en favor de Palestina (“Que viva la lucha del pueblo palestino”, entre otros), Rigo ha aterrizado a las nueve de la mañana en la Terminal 4 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas, junto a otros cinco activistas (cuatro españoles y una francesa) del movimiento Flotilla de la Libertad —interceptados el pasado día 8, durante la última expedición humanitaria—, con los puños en el aire y una mezcla de alivio y angustia en el rostro. En las camisetas blancas que llevaban puestas los activistas se podía leer la frase “We will sail again” (Volveremos a navegar), escrita a mano con un rotulador morado.

Detenida desde el pasado día 1 y tras un mes de travesía por el Mediterráneo en la Global Sumud Flotilla, Rigo ha sido puesta en libertad y deportada de Israel a cambio de declararse culpable de dos delitos de agresión contra una funcionaria de prisiones y pagar una multa por el equivalente de unos 2.600 euros.

Desde las ocho de la mañana, grupos de activistas se agruparon ante la puerta 10 de la terminal en el área de llegadas. Algunos con banderas de palestina, otros con bufandas o chaquetas con los colores de la enseña (rojo, blanco, verde y negro), y camisetas con la frase “Palestina libre” o “FREE PALESTINE”. Estaban presentes algunos integrantes de la primera flotilla deportados, como la activista y actriz ecuatoriana Nicole León, la influencer Ana Alcalde, conocida como Barbie Gaza, y la coordinadora de Podemos en Baleares, Lucía Muñoz, compañera de Rigo.

Entre la multitud, numerosas organizaciones como Marea Palestina, que se manifestó este domingo ante el cuadro del Guernica, en el museo Reina Sofía de Madrid, esperaban la llegada de los activistas. Raquel Bocca y José Luis Llopis, de unos 60 años, fueron de los primeros en llegar al aeropuerto.

El vuelo tocó tierra sobre las 8.29. Compañeros y familiares de Rigo esperaban ansiosos por saber si Rigo haría parada antes de coger su vuelo de conexión a Palma. Poco antes de las nueve, la activista mallorquina salió acompañada de los otros cinco activistas —José María Lozano Maneiro, Julio César Martínez Argent, Charles Rodríguez Dosantos, Asunción Estriégana Martín y Julie Petonnet-Vicent— detenidos en la última expedición humanitaria a la Franja (Flotilla Libertad-Thousands Madleens), asaltada por el ejército israelí en aguas internacionales el pasado día 8.

El sábado ya aterrizaron en Madrid otras tres activistas españolas de esta flotilla retenidas en Israel, entre ellas, Jimena González, diputada de Más Madrid.

“Queremos denunciar al Estado genocida israelí”, ha dicho la activista a preguntas de la prensa aún en el aeropuerto, “nos han secuestrado en aguas internacionales y nos han llevado a una cárcel para presos terroristas”. Rigo ha instado al Gobierno español a que denuncie ante la justicia internacional el secuestro de los activistas de la flotilla e incitó quienes estaban con ella en Barajas a sumarse a la manifestación para Palestina prevista para el próximo día 15 en la capital.

“Tenemos que poner el foco en nuestros hermanos palestinos, mujeres, niños y hombres que se están pudriendo en las cárceles del Estado genocida”, ha continuado la mallorquina a preguntas sobre su estado. “Esto no va a parar, esto continúa”, ha proseguido Rigo antes de animar a participar en la huelga general convocada para este miércoles por Palestina.

Nicole León, miembro de la primera flotilla que regresó a España el pasado día 5 en el mismo vuelo que el periodista de EL PAIS Carlos de Barrón, recordó los maltratos que recibió en la prisión en Israel, entre ellos, agresiones físicas y psicológicas. Según relató León, un policía israelí le dio un cabezazo (del que todavía le queda el hematoma en la frente) por no callarse como se le ordenó, mientras ella traducía para una compañera colombiana, que no hablaba inglés.

Las autoridades israelíes habían sostenido durante toda esta semana que Rigo había sido retenida en Israel ―mientras el resto de españoles (48) de la flotilla eran deportados― por haber mordido a una funcionaria de prisiones (una enfermera) el pasado domingo, una acusación que la activista siempre ha negado. Sin embargo, en los cargos por agresión finalmente presentados contra ella este viernes no se alude a ningún mordisco, sino solo a un supuesto arañazo.

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