Una comisión independiente de la ONU acusa a Israel de buscar “el control permanente de Gaza” y una mayoría judía en Cisjordania
Una investigación concluye que las políticas de tierra y vivienda adoptadas por las autoridades israelíes impiden la creación de un Estado palestino
La Comisión internacional independiente de investigación de Naciones Unidas sobre los territorios palestinos ocupados acusa a Israel de buscar “el control permanente” sobre la franja de Gaza, así como de intentar garantizar una mayoría judía en los territorios ocupados de Cisjordania y dentro de Israel, según recoge un informe publicado este martes. El texto concluye además que las autoridades israelíes demolieron “de forma extensa y sistemática” la infraestructura civil en los corredores y la zona de amortiguación —área de seguridad controlada por el ejército y sin presencia civil—, y ampliaron continuamente las zonas bajo su control hasta alcanzar el 75% del enclave el pasado mes de julio.
La destrucción de infraestructuras civiles y los traslados forzosos de la población han reducido “sustancialmente” el territorio disponible para los gazatíes, con “importantes repercusiones en su capacidad para ejercer su derecho a la autodeterminación”, subrayan los expertos nombrados por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Se trata, de acuerdo con el informe, de “un acto subyacente de genocidio”, ya que se crean deliberadamente “condiciones de vida calculadas para destruir, total o parcialmente, a los palestinos de Gaza”. Estas nuevas acusaciones llegan una semana después de que los expertos concluyeran por primera vez que Israel es responsable de genocidio en la Franja y que el presidente israelí, Isaac Herzog; el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y el exministro de Defensa Yoav Gallant “incitaron a cometer” este crimen.
Aunque Israel alegue razones de seguridad detrás de la confiscación y el control de tierras, “no se ha logrado una mayor seguridad para nadie, sino que se ha agravado el sufrimiento del pueblo palestino”, privado de recursos indispensables para su supervivencia, incluida la capacidad de producir alimentos, asegura Navi Pillay, presidenta de la Comisión.
Expansión de asentamientos
Según la investigación de la comisión de la ONU, en Cisjordania, territorio que Israel ocupa militarmente, las medidas puestas en marcha por el Gobierno israelí desde octubre de 2023 demuestran “una clara intención” de trasladar por la fuerza a los palestinos, ampliar la presencia civil judía israelí y anexionar la totalidad de Cisjordania. El informe asegura que estas acciones impiden la posibilidad de crear un Estado palestino y están orientadas a mantener una ocupación indefinida de estos territorios.
Pillay muestra en el reporte una especial preocupación por el polémico macroproyecto de colonias israelíes en Cisjordania aprobado en agosto, después de estar parado desde los años noventa. De llevarse a cabo, la construcción de 3.400 viviendas destinadas a uso exclusivo de población israelí sobre tierra palestina fracturaría Cisjordania en dos mitades y la aislaría de Jerusalén Este, capital de un eventual Estado palestino. “Seguirán hablando de un sueño palestino mientras nosotros continuamos construyendo una realidad judía”, celebró entonces el ministro israelí de Finanzas, el ultraderechista Bezalel Smotrich.
“Estos acontecimientos corroboran nuestras conclusiones. La invasión israelí de toda Cisjordania y el despojo y reubicación de múltiples comunidades palestinas son ahora objetivos explícitos, de los que los funcionarios israelíes se jactan con orgullo. Estos planes y declaraciones son abominables y deben ser ampliamente condenados”, afirma la presidenta de la comisión.
Este organismo analiza también las políticas de tierra y vivienda dentro de Israel y denuncia las políticas adoptadas por distintos gobiernos israelíes y destinadas a reducir el espacio para la población palestina, con medidas como el confinamiento de aldeas y obstaculizando los desplazamientos.
Los expertos instan al Gobierno de Israel a que ponga fin de inmediato al “genocidio en la Franja y a su ocupación ilegal del territorio palestino” y que retire todos los asentamientos y colonias de Cisjordania. Para los expertos, Netanyahu es “el máximo responsable” de las conductas analizadas en el informe y “es directamente responsable de ordenar la comisión de actos que constituyen crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y el delito de genocidio”.