Varios policías heridos en disturbios en Bucarest tras la anulación de la candidatura del ultra Georgescu
Cientos de partidarios del político, investigado por impulsar una organización fascista, se concentraron el domingo frente a la sede del organismo electoral para exigir que pueda concurrir a los comicios de mayo
La tensión en Rumania está tomando un cariz violento que no se había visto en este país desde principios de la década de los noventa. La decisión anunciada el domingo por la Oficina Electoral Central (BEC), que rechazó la candidatura del extremista y prorruso Calin Georgescu a los comicios presidenciales del próximo mayo, desató la ira de cientos de seguidores, que se concentraron frente a la sede del organismo elector...
La tensión en Rumania está tomando un cariz violento que no se había visto en este país desde principios de la década de los noventa. La decisión anunciada el domingo por la Oficina Electoral Central (BEC), que rechazó la candidatura del extremista y prorruso Calin Georgescu a los comicios presidenciales del próximo mayo, desató la ira de cientos de seguidores, que se concentraron frente a la sede del organismo electoral y lanzaron huevos y adoquines contra el edificio. Los incidentes, que incluyeron la quema de mobiliario urbano, acabaron en un choque entre los simpatizantes del líder ultranacionalista y la policía que ha dejado 13 policías heridos. Cuatro de ellos requirieron hospitalización.
Las elecciones presidenciales de mayo —que se celebrarán a doble vuelta, los días 4 y 18— son comicios repetidos, después de que las elecciones del pasado noviembre fueran anuladas por el Tribunal Constitucional. La primera vuelta de aquellos comicios la ganó, inesperadamente, Georgescu, un candidato independiente, desconocido hasta entonces y que había hecho el grueso de su campaña a través de vídeos virales en la red social TikTok. Dos días antes de la segunda vuelta, el Constitucional declaró nulo el resultado de la primera, por la supuesta financiación ilegal de la campaña de Georgescu y una supuesta operación de injerencia de Rusia en el procedimiento electoral. El líder ultra volvió a presentar su candidatura para las elecciones de mayo, pero el máximo organismo electoral invalidó esa candidatura el domingo, algo que el Constitucional deberá ratificar o rechazar antes del jueves de esta semana.
Según las autoridades, más de 500 personas que participaron la noche del domingo en la protesta en el casco viejo de Bucarest fueron identificadas, siete fueron llevadas a comisaría y se han presentado cargos contra, al menos, tres manifestantes. Los violentos, entre los que se encontraban hinchas de fútbol, según los medios locales, rompieron adoquines y los lanzaron contra la sede del BEC y contra los gendarmes, al igual que hicieron con otros objetos de plástico y huevos.
“Es lamentable y preocupante cómo algunas personas entendieron ejercer su derecho a la libre expresión y decidieron provocar tanta violencia, destruyendo además parte del centro histórico de la capital: escaparates de algunos comercios, destrucción de mobiliario urbano y pavimento, quema de basureros. Además, un automóvil perteneciente a un canal de televisión resultó dañado”, subrayó en un comunicado la Gendarmería, que pidió a los medios de comunicación, comercios y particulares que aporten imágenes para seguir buscando “a los que cometieron actos ilícitos”.
El mercenario Horaţiu Potra, jefe de seguridad de Georgescu durante la campaña electoral del pasado otoño —y que ahora está en busca y captura, acusado de intentar cometer acciones contra el orden constitucional e inclumplir la legislación sobre armas—, incitó a la violencia tras conocerse el veredicto del BEC el domingo. En un mensaje de audio dirigido a los militares rumanos, les instaba a salir con sus armas y detener a “todos aquellos que llevaron a cabo el golpe de Estado”. “¡Llama a tus colegas y amigos y luchemos, muchachos!” Aquí estamos luchando por nuestro país, no por otro país. ¡Seréis el futuro cuerpo democrático del ejército rumano! Si nosotros no somos capaces de hacer algo, ¿quién lo hará? Cada uno de vosotros salga a su ciudad, vaya a Bucarest, con su cabello, su horca, su guadaña y su hacha”, publicó Potra.
El líder de la formación ultranacionalista Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR), George Simion, un partido diferente al de Georgescu, también afirmó el domingo en Facebook que “los que cometieron el golpe [en alusión a la anulación de la candidatura del dirigente ultra] deberían ser desollados en la plaza pública”. Este lunes se ha retractado de esas palabras, calificándolas de “metáfora”, y se ha declarado conmocionado por los actos vandálicos.
Georgescu se ha reunido hoy con Simion y con la líder de una tercera formación, el Partido de los Jóvenes (POT), Anamaria Gavrila. Después ha publicado un vídeo en el que se desvincula de los incidentes violentos: “Vamos juntos hasta el final por los mismos valores: paz, democracia, libertad. Gracias al pueblo rumano por todo lo que hace. Por favor, todo en tranquilidad, todo en paz y con buen conocimiento de la realidad. No debemos dar lugar a la violencia ni a otras formas de este tipo, como ocurrió ayer por la noche. Avanzamos con gran confianza en el futuro de este país, y Anamaria y George Simion seguirán ocupándose de todas las organizaciones desde el punto de vista político”.