Al menos 28 heridos en Múnich por un atropello en una manifestación sindical
El presidente bávaro afirma que se sospecha que fue un ataque. El conductor es un demandante de asilo afgano de 24 años con antecedentes policiales
Un automóvil ha atropellado a varias personas este jueves durante una manifestación sindical en la ciudad alemana de Múnich. Al menos 28 personas han resultado heridas, algunas de gravedad, y entre ellas menores de edad. La policía de Múnich ha informado de que ha detenido al conductor del coche, un demandante de asilo afgano de 24 años con antecedentes.
“Se sospecha que se trata de un ataque”, ha declarado en el lugar de los hechos el presidente del Estado Libre de Baviera, el socialcristiano Markus Söder (CSU). “Algo tiene que cambiar en Alemania, esto es una nueva prueba. No podemos ...
Un automóvil ha atropellado a varias personas este jueves durante una manifestación sindical en la ciudad alemana de Múnich. Al menos 28 personas han resultado heridas, algunas de gravedad, y entre ellas menores de edad. La policía de Múnich ha informado de que ha detenido al conductor del coche, un demandante de asilo afgano de 24 años con antecedentes.
“Se sospecha que se trata de un ataque”, ha declarado en el lugar de los hechos el presidente del Estado Libre de Baviera, el socialcristiano Markus Söder (CSU). “Algo tiene que cambiar en Alemania, esto es una nueva prueba. No podemos ir de ataque en ataque y mostrarnos consternados, esto es evidente que hay que hacerlo, sino que las cosas realmente tienen que cambiar... Rápido”.
El atropello en Múnich llega a poco más de una semana de las elecciones legislativas del próximo 23 de febrero, marcadas por una serie de ataques en lugares públicos, algunos perpetrados con vehículos lanzados contra la multitud, y en medio de un intenso debate sobre la inmigración y el derecho de asilo en Alemania.
“Un perpetrador afgano ha herido gravemente a personas y esto es algo que no podemos tolerar ni aceptar”, declaró el canciller federal, el socialdemócrata Olaf Scholz. “Quien cometa crímenes en Alemania no solo será condenado con dureza e irá a la cárcel, sino que debe dar por supuesto que no podrá prolongar su residencia en Alemania”.
Políticos de la derecha moderada como Söder, o su aliado, el candidato a la cancillería Friedrich Merz, defienden un endurecimiento de las leyes de inmigración y asilo y creen que esta es la fórmula para responder a las inquietudes de una parte de la sociedad y atajar el aumento de la extrema derecha. El ataque ha sucedido, además, en vísperas del inicio de la Conferencia de Seguridad, en la que se concentrarán varios mandatarios internacionales en la capital bávara, tomada por fuertes medidas de seguridad.
Los hechos han ocurrido a las 10.30 durante un acto convocado por Verdi, el principal sindicato del sector de servicios, en el centro de la ciudad. Un automóvil, modelo Mini Cooper, se acercó por la cola de la manifestación, en la que participaban unos centenares de personas y la policía estaba presente, y aceleró. Según el testimonio presencial de una periodista del diario Süddeutsche Zeitung, con sede en Múnich, el atropello dejó a decenas de personas heridas en el suelo. Los agentes, tras realizar unos disparos, inmovilizaron al conductor.
Según la publicación Der Spiegel, el autor del ataque nació en Kabul en 2001 y llegó a Alemania en 2016. Su petición de asilo fue rechazada, aunque recibió una autorización para seguir residiendo en este país y evitar la expulsión. Según datos oficiales, en 2023 vivían en Alemania 419.410 afganos. La ministra del Interior, la socialdemócrata Nancy Faeser, lamentó: “De nuevo, el supuesto autor es un joven de Afganistán”. Prometió “la máxima dureza” contra el perpetrador, según declaraciones recogidas por la agencia alemana DPA. Y reivindicó que su Gobierno ha reforzado “masivamente” las leyes para expulsar a criminales y que Alemania es “el único Estado en Europa” que expulsa hacia Afganistán a personas de este país, pese a que está gobernado por los talibanes.
Los atentados y crímenes perpetrados por extranjeros pautan desde hace meses la actualidad política alemana y pueden resultar determinantes en las elecciones. El 20 de diciembre, un hombre entró a toda velocidad con un vehículo el mercado navideño de la ciudad de Magdeburgo y mató a seis personas y dejó unos 200 heridos. El agresor había nacido en Arabia Saudí y era crítico con el islam. El 22 de enero, en el municipio bávaro de Aschaffenburg, un demandante de asilo afgano acuchilló a varias personas en un parque y mató a un niño de dos años y a un adulto.
En la campaña para el 23 de febrero, la Unión Democristiana (CDU), aliada con la CSU de Söder, promueve leyes de inmigración más estrictas y acusa al socialdemócrata Scholz de inacción. A finales de enero, una moción de la CDU/CSU en el Bundestag para rechazar en las fronteras alemanas a los demandantes de asilo se adoptó con los votos del partido de extrema derecha Alianza para Alemania (AfD). Otra propuesta de ley sobre inmigración fue rechazada, pese al apoyo de este partido. Merz, el candidato democristiano, es el favorito para ser el próximo canciller.
Los sondeos sitúan en segunda posición a AfD, partido que abandera la mano dura contra los inmigrantes y los refugiados. “¿Debe seguir siempre siendo así? ¡Giro migratorio ya!”, escribió en la red social X, tras el ataque, Alice Weidel, la candidata de AfD a la cancillería.