Zelenski admite ante la UE que sin Estados Unidos “es muy difícil mantener el apoyo a Ucrania”

Kiev pide “garantías de seguridad” mientras los líderes europeos buscan cómo aumentar las ayudas ante la llegada de Trump y frente a una hipotética apertura de negociaciones con Rusia

Volodímir Zelenski y António Costa, este jueves en el Consejo Europeo en Bruselas.Foto: OLIVIER HOSLET (EFE) | Vídeo: EPV

Son semanas decisivas para el futuro de la guerra a gran escala de Rusia contra Ucrania. Queda un mes para la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y la alarma sobre la hipótesis de que reduzca el apoyo a Kiev aumenta. El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha pedido este jueves en Bruselas “unidad” entre Europa y Washington ante la agresión rusa. También “garantías de seguridad” de ambos bloques que blinden al país el día después de l...

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Son semanas decisivas para el futuro de la guerra a gran escala de Rusia contra Ucrania. Queda un mes para la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y la alarma sobre la hipótesis de que reduzca el apoyo a Kiev aumenta. El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha pedido este jueves en Bruselas “unidad” entre Europa y Washington ante la agresión rusa. También “garantías de seguridad” de ambos bloques que blinden al país el día después de la guerra y que disuadan al Kremlin de lanzar una nueva ofensiva. “Es muy difícil mantener el apoyo a Ucrania sin Estados Unidos”, ha reconocido el ucranio, que ha participado en la cumbre que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE celebran en Bruselas. “Las garantías de seguridad europeas no serán suficientes para Ucrania”, ha insistido Zelenski en una rueda de prensa en la que ha lanzado también que aguarda la toma de posesión de Trump ―prevista el 20 de enero— y su prometido “plan para parar a Putin”.

Los aliados europeos luchan por mantener el suministro de ayuda militar a Kiev para que llegue a una negociación de paz con Rusia —que cada vez se ve menos imposible— desde una posición de mayor fuerza. La prioridad ahora es aumentar los envíos de sistemas de defensa aérea y afianzar los programas de entrenamiento a las tropas ucranias. Los Veintisiete han reclamado este jueves en la cumbre un nuevo fortalecimiento de los envíos militares y un apoyo al país invadido “durante el tiempo que sea necesario y tan intensamente como sea necesario”, dicen en las conclusiones. “Esta guerra no se trata solo de Ucrania, de Europa; se trata del derecho internacional, que debe prevalecer y la invasión debe ser derrotada”, ha incidido el presidente del Consejo Europeo (el órgano que reúne a los líderes europeos), António Costa, en su primera cumbre de la UE.

Ese apoyo sostenido puede ser cada vez más difícil si Washington relaja su sostén, pero la UE cree que no es momento de especular sobre qué hará el republicano y sí de dar un paso al frente respecto a una guerra que ocurre en territorio europeo. Kiev y un creciente grupo de Estados europeos buscan que haya ciertas “garantías de seguridad” para el futuro de Ucrania. Un elemento de extrema dificultad sin EE UU, el aliado más poderoso. Ese paraguas puede ser desde la membresía en la OTAN —lo que reclama Zelenski— hasta el despliegue de tropas europeas sobre el terreno, como ha vuelto a plantear estos días el presidente francés, Emmanuel Macron. Un grupo de países del G-7, a los que se han sumado otros, como España y Polonia, firmaron ya en 2023 acuerdos bilaterales de “compromisos de seguridad” ante el rechazo de la Alianza a garantizar a Kiev su entrada, pero esos pactos son fundamentalmente garantías de sostén económico prolongado.

Ahora, aunque el sentimiento general es que es pronto para abrir de lleno ese debate —primero, creen la mayoría de socios, se debe definir qué significaría una victoria de Ucrania y después tejer los términos para la paz— se habla de algo mucho más tangible. Los líderes y representantes de siete países aliados de la OTAN (Alemania, Italia, Polonia, Dinamarca, Francia, Reino Unido y Países Bajos); el presidente del Consejo Europeo, António Costa, y la de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se reunieron el miércoles por la noche con Zelenski en una cita organizada por el secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, para apuntalar una postura fuerte de los aliados europeos, aseguran fuentes comunitarias.

El objetivo, acelerar la ayuda

El objetivo es acelerar la ayuda en un momento especialmente crítico, tanto en el frente de batalla como en el tablero geopolítico global. Pero las recetas para lograrlo difieren. Y más a medida que el escenario se abre a una hipotética negociación de paz hacia la que Trump ya ha presionado. El Reino Unido se comprometió en la cita del miércoles por la noche a aumentar el entrenamiento de militares ucranios hasta los 100.000, con la ayuda de otros aliados; y la UE, a apuntalar la infraestructura energética del país invadido ante un invierno que aún se prevé más duro por los ataques de Rusia, explican fuentes europeas al corriente de la reunión organizada por Rutte.

“La guerra dura ya mucho tiempo, ha costado innumerables vidas”, ha dicho este jueves el canciller de Alemania, Olaf Scholz. “Debemos garantizar el apoyo a Ucrania a largo plazo”, ha añadido el líder alemán, que explicó que ha pedido a los europeos que consideren qué más pueden hacer para que Kiev “pueda defender su independencia y soberanía”. El socialdemócrata, sin embargo, sigue oponiéndose a enviar a las tropas ucranias los misiles de largo alcance alemanes Taurus.

Pero también hay riesgo en activar las conversaciones sobre el futuro. “Cualquier impulso para entablar negociaciones demasiado pronto sería un mal negocio para Ucrania”, ha advertido este jueves la alta representante para Política Exterior y Seguridad, Kaja Kallas, a su llegada al Consejo Europeo, el último antes de la toma de posesión de Trump. “Todos los demás actores del mundo están observando atentamente cómo actuamos en ese caso, por lo tanto: debemos ser fuertes”, ha remarcado.

Ucrania vetará el paso del gas ruso por su territorio

El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha anunciado que no permitirá que el gas ruso cruce el territorio de su país a partir de enero. El contrato que tiene firma la gasista rusa, Gazprom, con la ucrania, Naftogaz, se renovó en 2019 y caduca a finales de este año, es decir, en unos días. "No vamos a prolongar el tránsito de gas ruso ni a dar a Rusia la posibilidad de utilizar miles de millones de euros adicionales para la guerra", ha declarado al salir de la reunión que ha mantenido con los jefes de Estado y de Gobierno de la UE este jueves en Bruselas. 

Zelenski ha tenido que escuchar en esa reunión cómo alguno de los países más prorrusos, concretamente Eslovaquia, le reprochaba que, con su decisión, ellos perdían dinero. Su respuesta ha sido muy dura. "Es un poco vergonzoso hablar de dinero cuando estamos perdiendo gente", ha reprochado al primer ministro eslovaco, Robert Fico. 

En Bruselas, esto se ve como una batalla entre los países afectados, principalmente, los prorrusos Hungría y Eslovaquia, contra Ucrania. De hecho, la comisaria de Energía del Ejecutivo comunitario anterior, Kadri Simson, subrayó en octubre pasado que la UE estaba lista para prescindir del combustible ruso que llega por esta vía: "Los países del centro y del sudeste de Europa han diversificado sus opciones de suministro para reemplazar completamente los 14 bcm [millardos de metros cúbicos] de gas ruso que aún transitan [cada año] por Ucrania. (…) Seré clara: no es necesario, y si los Estados miembros prefieren seguir importándolo, yendo incluso más allá de la capacidad contratada o firmando nuevos acuerdos, estarán tomando una decisión política peligrosa”. 

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