Israel mata a nueve libaneses en una oleada de bombardeos que muestra la fragilidad del alto el fuego

En apenas seis días de tregua, el ejército de Israel ha cometido medio centenar de vulneraciones y Hezbolá ha vuelto a lanzar proyectiles. Los drones sobrevuelan Beirut como durante la guerra

Tropas israelíes se mueven entre casas destruidas en el pueblo de Meiss El Yabal, en el sur de Líbano, durante su repliegue, este lunes.Foto: Atef Safadi | Vídeo: EPV

En Líbano, el alto el fuego entre Israel y Hezbolá se asemeja bastante poco a su definición en el diccionario. No ha llegado siquiera a la semana de vida y ya acumula una decena de muertos en Líbano y medio centenar de vulneraciones por parte de Israel (según Francia, uno de sus garantes), con bombardeos diarios al norte y el sur del río Litani y los drones sobrevolando la capital, Beirut, con tanta intensidad como antes. La temperatura ha subido aún más este lunes, a raíz del primer ataque de Hezbolá desde la firma de la tregua, el pasado martes. Ha lanzado dos proyectiles de mortero como “av...

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En Líbano, el alto el fuego entre Israel y Hezbolá se asemeja bastante poco a su definición en el diccionario. No ha llegado siquiera a la semana de vida y ya acumula una decena de muertos en Líbano y medio centenar de vulneraciones por parte de Israel (según Francia, uno de sus garantes), con bombardeos diarios al norte y el sur del río Litani y los drones sobrevolando la capital, Beirut, con tanta intensidad como antes. La temperatura ha subido aún más este lunes, a raíz del primer ataque de Hezbolá desde la firma de la tregua, el pasado martes. Ha lanzado dos proyectiles de mortero como “aviso inicial” tras seis días de “vulneraciones continuas del espacio aéreo libanés”, prohibidas por la resolución de la ONU que sustenta al alto el fuego (1701). Los proyectiles no han causado víctimas e iban calculadamente dirigidos contra las Granjas de Sheba, un territorio fronterizo en disputa, en un calco del ataque el 8 de octubre de 2023 (un día después del ataque de Hamás en Israel) que inició un intercambio de fuego que Israel transformó, 11 meses más tarde, en guerra abierta. Esta vez, sin embargo, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha tardado minutos en prometer una respuesta “fuerte” y sus cazas, en lanzar una oleada de bombardeos en el sur de Líbano que ha dejado nueve muertos, según el balance inicial del Ministerio de Sanidad.

El desarrollo de la tregua refleja el estado de ánimo en Israel. Se sabe ganador tras debilitar como nunca a Hezbolá y ha obtenido un pacto que le otorga, básicamente, carta blanca de Estados Unidos para vulnerar cotidianamente la resolución 1701 y, al mismo tiempo, imponer “con fuego” ―en palabras del jefe del Estado mayor, Herzi Halevi― a la parte libanesa su estricto cumplimiento. “Estamos decididos a seguir haciendo cumplir el alto el fuego y responderemos a cualquier vulneración de Hezbolá, menor y mayor”, ha dicho Netanyahu en un comunicado. Los dos proyectiles de mortero quedan muy lejos de los hasta 350 misiles y drones que llegó a disparar Hezbolá en un solo día, poco antes de la firma del alto el fuego. O de las decenas que lanzó a diario durante los 11 meses de guerra de baja intensidad.

El portavoz del Departamento de Estado de EE UU, Matthew Miller, se ha esforzado en restar importancia a la mala salud de la tregua que forjó con Francia. Ha señalado que “se mantiene” por lo general y que pondrán en marcha, junto con París, el mecanismo de vigilancia para determinar si se trata de vulneraciones de los términos y “garantizar que no se repitan”.

Israel presenta sus bombardeos durante el alto el fuego (una decena diarios) como respuestas a intentos de Hezbolá de recuperar su presencia al sur del río Litani, que el acuerdo prohíbe. En el Gobierno ―y en buena parte de la oposición― el tono es claro. Desde el ministro de Exteriores, Gideon Saar (”No aceptaremos un regreso a la situación que había el 6 de octubre de 2023″, la víspera del ataque de Hamás) al titular de Finanzas, el ultra Bezalel Smotrich, que pidió un “golpe poderoso” a Hezbolá para que entienda el “grave error” que ha cometido con sus dos proyectiles de mortero.

El ejército de Israel ha pedido además a las “partes relevantes en Líbano que cumplan sus responsabilidades e impidan las actividades hostiles de Hezbolá desde territorio libanés”. Es un mensaje a las Fuerzas Armadas nacionales, que despliegan estos días miles de hombres al sur del río Litani para ir asegurando progresivamente el cumplimiento de la resolución de la ONU. La idea es que los miles de soldados israelíes que siguen en la zona se vayan replegando en consecuencia, hasta poner fin a la invasión que iniciaron en octubre. Tienen para ello 54 días que, visto cómo marchan los inicios de la tregua, resultan aún muy lejanos. Un dron israelí ha herido este lunes a un soldado libanés, en un bombardeo cerca de la frontera con Siria.

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