La Fiscalía acusa al fundador de Telegram de 12 delitos relacionados con el cibercrimen, incluida la pornografía infantil

Un juez de instrucción prolongó este domingo la detención en Francia del fundador y consejero delegado de Telegram, Pável Dúrov hasta el próximo miércoles 28 de agosto por ahora, ha informado un comunicado de la Fiscalía de París este lunes. El magistrado emitió la orden tras tomar declaración a Dúrov, detenido en la noche del sábado después de aterrizar en un avión privado procedente de Azerbaiyán en el aeropuerto de Le Bourget, al norte de París.

La Fiscalía también ha informado de que el arresto de Dúrov se ha producido en el marco de una investigación por ciberdelincuencia y, en concreto, por 12 delitos relacionados con transacciones ilícitas, pornografía infantil, fraude y negativa a comunicar información a las autoridades.

El millonario ruso, residente en Dubái, es objeto de varios procedimientos legales en Francia por no actuar para evitar la criminalidad organizada en su red social y no colaborar con las autoridades que investigan esos delitos. La falta de moderadores en la plataforma, donde se produce tráfico de drogas, fraudes con criptomonedas o apología del terrorismo está en el centro de la detención de Dúrov, originario de San Petersburgo y con doble nacionalidad franco-rusa.

Los jueces de instrucción encargados de esta investigación judicial han pedido al Centro de Lucha contra la Delincuencia Digital (C3N) y a la Oficina Nacional de Lucha contra el Fraude (ONAF) que prosigan sus investigaciones, añade el comunicado de la Fiscalía.

La detención del empresario ha sido tan sonada que incluso el presidente francés, Emmanuel Macron, se ha pronunciado al respecto. A través de su cuenta de X, Macron ha asegurado que la detención de Dúrov en suelo francés se produjo en el marco de una investigación judicial en curso. “No se trata en ningún caso de una decisión política. Corresponde a los jueces decidir al respecto”, afirma.

Por su parte, Telegram ha expresado en un comunicado que su CEO no tiene nada que ocultar y que viaja frecuentemente por Europa. “Es absurdo que una plataforma o su propietario sean responsables por los abusos en su plataforma. (…) Esperamos una rápida resolución de esta situación”, añade la compañía. Esta, además, afirma que sus mensajes son seguros por su encriptación y que no recoge ni desvela información sobre sus usuarios. Telegram aseguró que cumple las normas de la UE y que su sistema de moderación “se ajusta a los estándares del sector y mejora constantemente”.

Telegram, con sede en Dubái, fue fundada por Dúrov, que abandonó Rusia en 2014 tras negarse a cumplir las exigencias de cerrar las comunidades de la oposición en su plataforma de medios sociales VK, que después vendió.

Dúrov, que según Forbes tiene una fortuna de 15.500 millones de dólares (casi 14.000 millones de euros), dijo que algunos gobiernos habían intentado presionarle, pero que la aplicación, que cuenta ya con 900 millones de usuarios activos, debía seguir siendo una “plataforma neutral” y no un “actor en la geopolítica”.

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