EE UU, el Reino Unido y Alemania llaman a sus nacionales a abandonar Líbano de inmediato

Crece el goteo de aerolíneas que cancelan las rutas a Tel Aviv y Beirut, mientras Washington anuncia el despliegue de más cazas y buques de guerra en Oriente Próximo

Un edificio destruido en el lugar de un bombardeo israelí en Shama, en el sur de Líbano, este viernes.STR (EFE)

Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, México, Italia, Suecia, Suiza... Cada día más países llaman a sus ciudadanos en Líbano a marcharse de inmediato ante la escalada de la tensión en Oriente Próximo. Este sábado, la Embajada de EE UU en Beirut ha exhortado a sus nacionales a “reservar cualquier billete disponible, incluso si ese vuelo no sale inmediatamente”. El ministro de Exteriores del Reino Unido, David Lammy, ha mandado un mensaje aún más claro a los británicos en Líba...

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Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, México, Italia, Suecia, Suiza... Cada día más países llaman a sus ciudadanos en Líbano a marcharse de inmediato ante la escalada de la tensión en Oriente Próximo. Este sábado, la Embajada de EE UU en Beirut ha exhortado a sus nacionales a “reservar cualquier billete disponible, incluso si ese vuelo no sale inmediatamente”. El ministro de Exteriores del Reino Unido, David Lammy, ha mandado un mensaje aún más claro a los británicos en Líbano: “Salid ahora”, que todavía hay vuelos disponibles. “Las tensiones son altas y la situación se puede deteriorar rápidamente”, ha señalado en un comunicado, mientras crece el goteo de aerolíneas que cancelan sus rutas a Tel Aviv y Beirut.

Las “altas tensiones” se han traducido en la decisión de Washington de desplegar más aviones caza y buques de guerra ―cruceros y destructores― en la zona (y en el Mediterráneo oriental), en el momento más tenso desde el comienzo de la guerra en Gaza. El motivo es la anunciada represalia de Irán y sus milicias aliadas a los asesinatos del jefe político de Hamás, Ismail Haniya, el miércoles en Teherán, y de Fuad Shukr, número dos de la milicia chií libanesa Hezbolá, en Beirut el martes, atribuidos o reconocidos por Israel. La Guardia Revolucionaría de Irán ha señalado este sábado que la respuesta será “severa y en el momento, lugar y forma apropiados” y que Haniya fue alcanzado por un proyectil de corta distancia con una cabeza de unos siete kilos.

Washington, como otros aliados en la región, teme que la represalia de Teherán sea mayor a la de abril, que consistió en cientos de drones y misiles, pero diseñada para tener más de mensaje que de peligro real. En aquella ocasión, aviones estadounidenses y de otros países aliados se desplegaron para ayudar a interceptar casi todos los proyectiles.

El Pentágono también cree que milicias aliadas de Teherán, como los hutíes en Yemen o Kataib Hezbolá en Irak, pueden atacar a las tropas estadounidenses destacadas en la zona. Después de dos semanas sin incidentes, la Marina británica ha informado este sábado de una explosión muy cerca de un buque comercial a su paso por el golfo de Adén; y el ejército estadounidense, de la destrucción de un misil y una lanzadera de los milicianos hutíes en Yemen.

El Gobierno de Benjamín Netanyahu da por hecho que la represalia es solo cuestión de tiempo y, según medios locales, ha distribuido teléfonos satélite a sus ministros. Las Fuerzas Armadas están en máxima alerta, con el espacio aéreo en el norte cerrado, pero sin nuevas instrucciones a la población. El tráfico aéreo continúa en el principal aeropuerto, Ben Gurión, cerca de Tel Aviv, pero cada vez más aerolíneas dejan de operar rutas a Israel o Líbano. Las últimas, KLM, la rama neerlandesa del grupo con Air France (no volará a Tel Aviv hasta el 26 de octubre); la italiana ITA, la polaca LOT, la griega Aegean… Otras no lo han comunicado formalmente, pero están cancelando en la práctica los vuelos.

La jornada ha sido, además, particularmente sangrienta en Cisjordania, con nueve muertos por ataques desde drones, casi inexistentes allí desde la Segunda Intifada (2000-2005) y que el ejército israelí ha vuelto a emplear en paralelo a la invasión de Gaza.

Un grupo de palestinos inspecciona el vehículo alcanzado por un misil israelí, en Zeita (Cisjordania), este sábado. Raneen Sawafta (REUTERS)

En este contexto, el Pentágono ha informado de la aprobación por el secretario de Defensa, Lloyd Austin, del envío de más buques y aviones a la zona. Lo llama “un ajuste diseñado para mejorar la protección de las fuerzas estadounidenses, aumentar el apoyo a la defensa de Israel y garantizar que EE UU está preparado para responder en diversas circunstancias”.

Washington también enviará un escuadrón de cazas a Oriente Próximo y estudia desplegar más sistemas de defensa antimisiles en tierra. El Departamento de Defensa no ha precisado cuándo. Austin ha ordenado que el portaaviones Abraham Lincoln y su grupo de buques de escolta sustituyan al Theodore Roosevelt, que tenía previsto regresar a su base. La orden apunta a que el Pentágono ha decidido mantener constantemente al menos un portaaviones en la zona.

Austin habló con su homólogo israelí, Yoav Gallant, horas antes del anuncio del Pentágono. El secretario de Defensa subrayó a su interlocutor que “una mayor escalada (de las acciones) no es inevitable”, pero insistió en que ni Irán ni las milicias a las que protege en la región “deben tener duda alguna” sobre la determinación de Estados Unidos a respaldar a Israel frente a agresiones.

Arrastrar a Washington

Diversos analistas interpretan, de hecho, el doble asesinato de Shukr y de Haniya (este, en pleno suelo iraní) como un intento de arrastrar a Washington a una guerra regional que no desea, justo cuando Irán acaba de elegir a un presidente, Masud Pezeshkian, más abierto al diálogo nuclear con la Casa Blanca.

El propio presidente de EE UU, Joe Biden, admitió que el asesinato de Haniya, máximo dirigente político e implicado en lograr un alto el fuego, “no ayuda” a las negociaciones. Los familiares del centenar de rehenes israelíes en Gaza se preguntan también si era necesario, al menos en este momento.

Este sábado, los organizadores han cancelado, por la situación, la protesta semanal contra Netanyahu en Tel Aviv, pero ha habido otras en apoyo de un canje para lograr el regreso de los rehenes, con acusaciones al primer ministro de boicotearlo. Como la de Einav Zangauker, madre de uno de ellos, que reprochó a Netanyahu “lanzar un ataque deliberado contra un pacto que está sobre la mesa” y “elegir escalar la situación a garantizar un acuerdo que salvaría vidas e impediría una peligrosa escalada”. El Canal 12 de televisión israelí informó de que, en un encuentro con la cúpula militar, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, le acusó de introducir cambios en el borrador de pacto a sabiendas de que Hamás nunca los aceptará: “No habrá acuerdo con las condiciones que has añadido y lo sabes”, le dijo, según el canal.

El jueves, Biden conversó por teléfono con Netanyahu. El comunicado de la Casa Blanca menciona potenciales despliegues adicionales para proteger a Israel, pero no la necesidad de un alto el fuego en Gaza que calme las aguas y que venía pidiendo la Casa Blanca. Según informa este sábado el Canal 13 de la televisión israelí, un Biden en sus últimos meses de presidencia también cortó a Netanyahu con un “déjate de cuentos” cuando le contaba que estaba avanzando hacia un acuerdo de alto el fuego. Como siempre que una acción o filtración le deja en mal lugar sobre la falta de acuerdo, Netanyahu envió este sábado a El Cairo un equipo negociador. La reunión aparentemente concluyó sin avances.

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