La izquierda francesa exige a Macron que nombre primera ministra a la alta funcionaria Lucie Castets
El presidente descarta la propuesta señalando que el Nuevo Frente Popular está lejos de la mayoría parlamentaria y pospone el nombramiento del nuevo Gobierno hasta el final de los JJ OO
La izquierda francesa, después de más de dos semanas de intensos debates, ha propuesto este martes al presidente Emmanuel Macron que sea primera ministra la alta funcionaria Lucie Castets. Macron ha desechado de inmediato la propuesta al considerar que el Nuevo Frente Popular (NFP) está lejos de ser mayoritario en la nueva Asamblea Nacional, pese a ser el bloque con más diputados.
Hasta mediados de agosto como mínimo, una vez hayan terminado ...
La izquierda francesa, después de más de dos semanas de intensos debates, ha propuesto este martes al presidente Emmanuel Macron que sea primera ministra la alta funcionaria Lucie Castets. Macron ha desechado de inmediato la propuesta al considerar que el Nuevo Frente Popular (NFP) está lejos de ser mayoritario en la nueva Asamblea Nacional, pese a ser el bloque con más diputados.
Hasta mediados de agosto como mínimo, una vez hayan terminado los Juegos Olímpicos que se inauguran el viernes, el presidente no tiene la intención de nombrar a un primer ministro, según declaró en una entrevista con las cadenas France 2 y Radio France. Aboga, al contrario, por una “tregua política” durante las competiciones y por dejar al actual Gobierno, formalmente ya dimitido, al cargo de la gestión cotidiana de la Administración.
Las elecciones anticipadas del 9 de julio dejaron un hemiciclo dividido en tres bloques, todos lejos de la mayoría. El NPF es el primero en diputados, seguido de los macronistas y, en tercera posición, la extrema derecha del Reagrupamiento Nacional (RN).
“El tema no es un nombre que da una formación política”, ha dicho Macron al rechazar la propuesta de primera ministra. Aunque ha admitido la derrota del bloque presidencial en las elecciones, sostiene que “sería falso decir que el Nuevo Frente Popular tiene cualquier tipo de mayoría”. “La cuestión”, ha añadido, “es qué mayoría puede desprenderse de la Asamblea para que un Gobierno de Francia pueda adoptar reformas, aprobar un presupuesto y hacer avanzar el país.”
El líder de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon, ha instado luego a Macron a “dejar de dar largas” y “respetar las reglas de la democracia” nombrando primera ministra a Castets. En una entrevista con EL PAÍS, la semana pasada, Mélenchon había afirmado: “Ahora [Macron] niega el resultado y, cuanto más lo hace, más nos encaminamos hacia una crisis violenta.” El líder socialista, Olivier Faure, exhortó al presidente a “respetar” el resultado de las legislativas.
Castets, de 37 años, es una desconocida para una gran mayoría de franceses. Ocupa el cargo de directora de Finanzas del Ayuntamiento de París. Proviene de la sociedad civil y no tiene un color político determinado, si no es el de la defensa de los servicios públicos con la asociación Nos services publics (Nuestros servicios públicos), de la que es una destacada figura. En declaraciones a la Agencia France Presse, ha dicho que, de ser designada para el cargo, se propone derogar la reforma de las pensiones.
La designación de Castets llega después de días de agrias discusiones entre los partidos que integran el NPF y cuando el foco informativo ya está en los JJ OO.
El NFP reivindica designar al primer ministro y formar gobierno desde la misma noche electoral, el 9 de junio. La alianza, que integra a izquierda radical, socialistas, comunistas y ecologistas, obtuvo 193 de 577 diputados. Es el primer grupo parlamentario, pero la mayoría absoluta son 289 escaños.
El debate en Francia estas semanas ha girado en torno a si el NFP había ganado las elecciones y por tanto automáticamente tenía derecho a gobernar. O si, por el contrario, en un sistema parlamentario, gobierna quien tiene una mayoría para hacerlo.
La Constitución francesa complica las cosas, pues no prevé que un Gobierno, para gobernar, tenga que ser investido por una mayoría absoluta o relativa del Parlamento. Simplemente se requiere, para que exista, que el presidente nombre a un primer ministro y que su Gobierno no caiga por una moción de censura.
Desde la izquierda se alega que la tradición señala que el presidente nombra a un primer ministro del primer grupo parlamentario. Desde el campo presidencial, se responde que, cuando esto ha sucedido, es porque había mayorías claras y ahora no la hay. La izquierda reclama en todo caso la iniciativa para formar esta mayoría. Macron replica que nadie ha ganado estas elecciones y que la única mayoría posible es una coalición entre varios partidos.
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