El Tribunal de la ONU decide si dicta medidas cautelares ante la acusación contra Israel de “intención genocida” en Gaza

Sudáfrica pide a los jueces que detengan la ofensiva en la Franja y protejan al pueblo palestino ante daños irreparables

El asesor jurídico de Israel, Tal Becker (centro), en el Tribunal Internacional de Justicia, en La Haya, el 12 de enero.REMKO DE WAAL (AFP)

El Tribunal Internacional de Justicia de Naciones Unidas (TIJ) anuncia este viernes si dicta medidas cautelares contra la ofensiva de Israel en Gaza tras la demanda de Sudáfrica. La decisión es una de las más complicadas que ha afrontado este tribunal y está rodeada de tensión política...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El Tribunal Internacional de Justicia de Naciones Unidas (TIJ) anuncia este viernes si dicta medidas cautelares contra la ofensiva de Israel en Gaza tras la demanda de Sudáfrica. La decisión es una de las más complicadas que ha afrontado este tribunal y está rodeada de tensión política. La petición de que se detengan los bombardeos encabeza la denuncia presentada a finales de diciembre por Sudáfrica al TIJ, con el argumento de que Israel tiene supuestamente “intención genocida” contra la población palestina. También subraya que lo ocurrido en la Franja “supera la legítima defensa”. Los autos de los jueces de este alto tribunal son vinculantes y, aunque carecen de capacidad para forzar su cumplimiento, sí que ejercen presión sobre los Estados implicados y sus aliados.

En esta fase del procedimiento, el TIJ solo tiene que evaluar si es plausible que se esté cometiendo un genocidio en la Franja. Israel rechaza tajantemente la acusación, pero el Gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu, reunió el jueves un gabinete de crisis ante la posibilidad de que la máxima instancia judicial de la ONU ordene el cese de la acometida militar. Sudáfrica pide a los magistrados en la demanda nueve medidas cautelares tras asegurar que Israel ha violado la Convención para la Prevención y Sanción del Genocidio (1948), de la que ambos países son miembros. En su artículo II, describe el genocidio como un delito perpetrado “con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”. La Convención no prohíbe el uso de la fuerza en general, sino que se centra en un tipo concreto de conducta que desemboque en el mayor de los crímenes recogidos en la justicia internacional.

A lo largo de 84 páginas, el Gobierno de Pretoria afirma que Israel lleva a cabo una “brutal campaña militar donde comete actos genocidas con la intención de destruir a los palestinos de Gaza”. Nadie está seguro allí, denuncia el escrito. “Los palestinos mueren al ritmo de una persona cada seis minutos”, en uno de los lugares “más densamente poblados del mundo”. Por otro lado, Sudáfrica asegura que las declaraciones de varios políticos y cargos oficiales israelíes tienen “intención genocida” contra el pueblo palestino. Por ello, pide al Tribunal de la ONU que “proteja sus derechos [de los palestinos] contra daños mayores, graves e irreparables”. Entre las soflamas reproducidas se incluyen las palabras del ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant: “Nos enfrentamos a animales y actuamos en consecuencia”. O bien las de Nissim Vaturi, también del conservador Likud de Netanyahu y que ejerce como diputado y vicepresidente del Parlamento, que pidió “borrar a Gaza de la faz de la tierra”.

Tanto Sudáfrica como Israel presentaron sus argumentos ante el TIJ en dos sesiones consecutivas, celebradas el 11 y 12 de enero. Para el país demandante, este es “el primer genocidio de la historia en el que las víctimas graban su propia destrucción en directo en un intento desesperado y vano de que el mundo haga algo”. De ahí su solicitud de emergencia de las medidas cautelares. Israel negó tener intención genocida, y alegó que quedaría indefenso de no repeler los ataques de la milicia islamista Hamás, grupo considerado terrorista por Estados Unidos, la UE y el Reino Unido, entre otros, como remarcan los representantes israelíes en La Haya, sede del tribunal. Para Israel, detener la ofensiva solo favorece a Hamás, que mató a 1.200 personas en sus ataques al país el 7 de octubre. Considera, además, que la acusación de Sudáfrica es “falsa” y distorsiona la realidad.

Justamente, el jueves Hamás afirmó que está dispuesto a acatar un alto el fuego si así lo dictamina el Tribunal Internacional de Justicia, según recogió la agencia Efe. “En caso de que el Tribunal de La Haya pida un alto el fuego, el Movimiento de Resistencia Islámica Hamás se comprometerá, siempre que el enemigo lo respete”, indicó el grupo que gobierna en Gaza en un comunicado. En la nota aseguró también que liberará a los rehenes israelíes que tiene en su poder “si el Estado ocupante libera a los prisioneros palestinos que tiene detenidos”.

Ningún lugar en Gaza es seguro

Por su parte, la ONU ha detallado que más de la mitad de la población de Gaza está hacinada en Rafah, en el sur de la Franja. La intensa ofensiva israelí, ahora concentrada en el sur del territorio, ya ha obligado a más del 50% de la población gazatí —estimada en 2,2 millones— a huir hacia Rafah, en el extremo sur y donde las condiciones de hacinamiento “no son seguras”, según ha expresado el organismo. “Las fuerzas israelíes continúan bombardeando áreas que unilateralmente han designado como ‘seguras’ para la evacuación, lo que confirma que ningún lugar en Gaza es seguro […] y plantea el riesgo de una mayor escalada de las hostilidades en Rafah”, ha escrito en su informe diario la Oficina de Derechos Humanos de la ONU (OCHA, en sus siglas en inglés). La ofensiva israelí en la franja de Gaza ha matado a 25.900 personas desde el 7 de octubre, según informó el jueves el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás. Esa cifra representa 200 personas más que la víspera. El número de heridos supera los 64.110, según las autoridades gazatíes.

Sigue toda la información internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

Más información

Archivado En