El presidente de Serbia consolida su poder en unas elecciones legislativas “desiguales”, según los observadores internacionales
El conservador Partido Progresista Serbio obtiene en torno al 46,6% de los votos, seguido por la Alianza Serbia contra la Violencia, con un 23%
El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, de 53 años, ha apuntalado su poder con una victoria de su formación, el conservador Partido Progresista Serbio (SNS), en los comicios anticipados legislativos y en las municipales de este domingo. La formación oficialista obtuvo en las legislativas más del 46% de los votos, con un 94% de los votos escrutados. La alianza Serbia contra la Violencia (SPN), de centroizquierda, se sitúa en segundo lugar, a gran distancia, co...
El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, de 53 años, ha apuntalado su poder con una victoria de su formación, el conservador Partido Progresista Serbio (SNS), en los comicios anticipados legislativos y en las municipales de este domingo. La formación oficialista obtuvo en las legislativas más del 46% de los votos, con un 94% de los votos escrutados. La alianza Serbia contra la Violencia (SPN), de centroizquierda, se sitúa en segundo lugar, a gran distancia, con un 23%, mientras que el Partido Socialista de Serbia, quedaría con un 6,61%.
Las elecciones no han sido presidenciales, ni Vucic es formalmente el líder del SNS, pero toda la campaña ha girado en torno a la figura de este antiguo ultranacionalista, ministro de información con el dictador Slobodan Milosevic, que llegó hace una década al poder y ha demostrado ser un hábil nadador entre las aguas de Rusia y la Unión Europea.
La popularidad de Vucic se resintió después de que en mayo se registrasen dos tiroteos indiscriminados en el que murieron 18 personas, nueve de ellas, niños. Aquellos sucesos desencadenaron protestas masivas contra la violencia que algunas autoridades trataron de ridiculizar. Pero los comentarios despectivos solo sirvieron para azuzar los ánimos de los manifestantes. Finalmente, Vucic, adelantó las legislativas para este 17 de diciembre. Y entonces surgió, de entre las protestas, la coalición opositora Serbia contra la Violencia (SPN), formada por ocho partidos, entre los que había formaciones de derecha, de centroderecha y de izquierda.
La mayoría de los analistas interpretaron el adelanto electoral como una estrategia de Vucic para afianzar su poder en medio de la crisis. En las legislativas y presidenciales de abril de 2022, el partido oficialista consiguió 120 de los 250 escaños del Parlamento y Vucic obtuvo un segundo mandato.
Maja Stojanovic, coordinadora de Civic Initiatives, una organización de la sociedad civil, que ha impulsado la campaña “Sal a votar”, indicó esta semana mediante entrevista telefónica que la campaña había sido extremadamente difícil: “La sociedad civil no ha tenido ningún apoyo de la comunidad internacional. Y el presidente ha monopolizado el 90% del tiempo disponible en los medios de comunicación. Si lo comparamos con Estados Unidos es como si la gente solo tuviera allí cinco cadenas de televisión [como] Fox, partidarias de Donald Trump”.
De hecho, los observadores internacionales que han supervisado los comicios han denunciado que la participación excesiva del presidente Vucic y el control mediático han favorecido al partido gobernante al crear unas “condiciones desiguales, que socavaron el proceso electoral en medio de un ambiente político polarizado”, según el informe que han emitido y que ha divulgado la agencia Efe. En las elecciones ha habido 361 observadores de varios organismos de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa); de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa y del Parlamento Europeo. Estas instituciones también han criticado que esta convocatoria electoral fuese la quinta en una década, una frecuencia que considera excesiva. “La implicación decisiva del presidente y el uso de su nombre por parte de una de las listas de candidatos, junto con la parcialidad en los medios, contribuyeron a la desigualdad en la competición”, criticó Reinhold Lopatka, coordinador de la OSCE.
Stojanovic cree que el factor clave del triunfo del oficialismo ha sido la falta de apoyo de la comunidad internacional. “Ningún gobernante autoritario ha ofrecido condiciones electorales justas antes de perder el poder. Tenemos un ejemplo en Serbia en los años noventa. Aquel Gobierno cayó”. Sin embargo, argumenta la activista, en los años noventa, la comunidad internacional “era una firme defensora de la democracia”, sobre todo, tras “la euforia posterior a la caída del Muro de Berlín”, mientras que, según Stajanovic, esa determinación se echa ahora en falta para construir sistemas democráticos en “el propio patio trasero” de los países occidentales.
La serbia Aleksandra Tomanic, directora de la ONG European Fund for The Balkans, destaca las novedades que han aportado estas elecciones: “Después de muchos años, hemos visto una oposición proeuropea unida. Y eso es el resultado de las protestas que tuvimos. También es nuevo el hecho de que varios intelectuales y actores de la sociedad han hecho campaña para salir a votar. La gente perdió el miedo cuando protestaron contra la violencia. Cada uno vio que no estaba solo, que había otros a tu lado. El cambio tal vez no es posible ahora. No hay que el olvidar que el partido oficialista cuenta con 700.000 militantes, casi un 10% de la población. Más que un partido político es una agencia de empleo. Pero el cambio ya no es tan imposible como nos parecía hace un año”.
Este domingo, también se celebraron elecciones regionales en Vojvodina, en el norte del país, y municipales en Belgrado y otras 64 ciudades. En la capital serbia, las proyecciones también sitúan al SNS de Vucic como el partido más votado, informa la agencia Efe. Antes de conocerse los resultados, la coalición opositora ha pedido la repetición de la votación en la capital, tras denunciar que se produjo una manipulación de los votos.
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