Israel afirma que el inicio de la tregua y el canje de presos por rehenes se retrasa al viernes

El acuerdo, que implica también la entrada de ayuda humanitaria a la Franja, iba a comenzar a aplicarse este jueves por la mañana. Poco antes de su entrada en vigor, el asesor de seguridad nacional israelí matizó que no sucederá antes del viernes por divergencias de última hora

Decenas de palestinos esperaban para abandonar el norte de Gaza el miércoles, a través de un corredor humanitario.Foto: Victor R. Caivano | Vídeo: EPV

La fragilidad del acuerdo entre Israel y Hamás ha quedado al descubierto la madrugada de este jueves. Cuando Israel y Hamás rozaban el inicio de cuatro días de tregua, el asesor de seguridad nacional israelí, Tsaji Hanegbi, ha asegurado que el alto el fuego ―acompañado de un canje de rehenes por presos palestinos y de la entrada a Gaza de cientos de camiones de ayuda humanitaria― no comenzará al me...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La fragilidad del acuerdo entre Israel y Hamás ha quedado al descubierto la madrugada de este jueves. Cuando Israel y Hamás rozaban el inicio de cuatro días de tregua, el asesor de seguridad nacional israelí, Tsaji Hanegbi, ha asegurado que el alto el fuego ―acompañado de un canje de rehenes por presos palestinos y de la entrada a Gaza de cientos de camiones de ayuda humanitaria― no comenzará al menos hasta el viernes. Poco después, una fuente del Gobierno israelí ha acusado a Hamás de no haber entregado la lista de secuestrados que liberará ni firmado el acuerdo con los mediadores cataríes. Las discrepancias de última hora muestran por qué israelíes y palestinos contenían la respiración mientras se negociaban en Qatar los últimos flecos de un acuerdo que ha generado esperanzas en muchas familias de uno y otro lado. Ahora, salvo cambio de última hora, los bombardeos y enfrentamientos continuarán este jueves en Gaza y se cumplirán 48 días consecutivos. El miércoles, cuando aún se veía como inminente la implementación del pacto, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reafirmó que el pacto con Hamás, el mayor hito diplomático del conflicto, no será en modo alguno la antesala del cese definitivo de los ataques. “Quiero ser claro: la guerra seguirá hasta que cumplamos todos nuestros objetivos”, recalcó.

También el miércoles, Hamás anunció que el acuerdo comenzaría a aplicarse a las 10 de la mañana (una hora menos en la España peninsular) del día siguiente. La televisión pública israelí situaba incluso el canje entre las 10.00 y las 16.00. El escollo, según la versión israelí, es la lista de nombres de los rehenes que Hamás tenía previsto entregar en Qatar, donde se encuentra el jefe del Mosad, los servicios secretos en el exterior, David Barnea. También la firma del pacto. Una fuente del Gobierno israelí apunta a que las diferencias se pueden resolver en 24 horas.

Horas antes, Gershon Baskin, activista por la paz que negoció con Hamás el canje de un millar de presos palestinos por la entrega del soldado Guilad Shalit en 2011, advertía de la “dificultad” de que la tregua aguante los cuatro días, dada la “falta de confianza” entre las partes y de contactos directos, que se efectúan a través de los mediadores: Qatar, Egipto y Estados Unidos. “Hay mucha emoción, mucha rabia, mucho odio y muchas posibilidades de que la gente se dispare”, señalaba a este periódico en un mensaje de voz.

Legalmente, el acuerdo podría aplicarse desde este jueves a primera hora, al cumplirse 24 horas desde que el Ministerio de Justicia israelí publicó el listado de 300 potenciales presos a liberar, en su mayoría varones con delitos menores, además de 30 mujeres. Ninguno está acusado de asesinato, aunque sí de intento de asesinato. Tampoco han sido detenidos en la oleada de arrestos posterior al 7 de octubre, sino antes de esa fecha. Desde entonces, el número de reclusos palestinos ha pasado de unos 5.300 a 8.000.

Más de la mitad de los que aparecen en la lista no han tenido aún juicio. Algunos de los delitos que se les atribuyen han sido denunciados desde hace tiempo por las ONG de derechos humanos por su vaguedad, como “dañar la seguridad de la zona”; su castigo desproporcionado (por lanzar piedras), o por vulnerar el derecho de reunión, como asistir a una manifestación. En el territorio ocupado de Cisjordania, los palestinos están sometidos a la jurisdicción militar y los colonos israelíes, a la civil.

Concentración de familiares y amigos de los rehenes secuestrados por Hamás, el miércoles en Tel Aviv. ABIR SULTAN (EFE)

¿Por qué, si solo serán liberados 150 presos en los cuatro días de tregua, el listado contiene 300 nombres? La diferencia se debe a que el pacto recoge la posibilidad de prórroga cuatro días más. Sería con la misma ratio: un rehén por cada tres presos palestinos. Si se completase, supondría la entrega de unos 98 rehenes y la excarcelación de todos los reclusos de la lista.

Las familias de los rehenes solo sabrán si salen los suyos cuando estos se encuentren ya en territorio israelí. Allí serán trasladados a espacios especiales en hospitales, con apoyo psicológico y alejados del resto de los pacientes y de los medios de comunicación. El motivo, en una situación tan dúctil como la que refleja el aplazamiento de última hora, es no dar esperanzas a las familias hasta que exista la certeza de que ha sido entregada la misma persona cuyo nombre figura en la lista.

En una rueda de prensa a última hora del miércoles, Netanyahu atribuyó el acuerdo con Hamás a la mezcla de “presión militar masiva” en Gaza y una “gran presión” diplomática. También a la ayuda de presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien presionó y logró “mejorar las condiciones” en beneficio de Israel. El primer ministro insistió en que toca “esperar” para recuperar al resto de rehenes. “No siempre es posible una operación militar” para rescatarlos, señaló. “Quiero ser claro: la guerra sigue hasta que cumplamos todos nuestros objetivos”, subrayó. Por su parte, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, ha expresado que todo avance de las tropas israelíes “aumenta las posibilidades” de nuevas liberaciones de rehenes. “Hamás solo entiende la fuerza. Hablamos de animales”, ha agregado.

Ataque con dron

Mientras, los enfrentamientos en Gaza han continuado durante la jornada: un bombardeo ha matado a 52 miembros de una misma familia en el campo de refugiados de Yabalia. Además, en Cisjordania, donde la violencia está disparada desde el 7 de octubre, seis personas han muerto por el disparo de un dron durante una incursión israelí en la ciudad de Tulkarem. Es un medio cada vez más empleado por las Fuerzas Armadas israelíes tras dos décadas sin recurrir apenas a ataques aéreos en ese territorio.

El bombardeo formó parte de la incursión en el asalto por parte de las tropas de ocupación al hospital Tabet, hasta el que se desplazaron en torno a las cuatro de la madrugada varios vehículos y una quincena de uniformados, que amenazaron a parte del equipo médico a punta de fusil, según indicó el periodista local Sami Saai. Se llevaron, al menos, a uno de los heridos del ataque del avión no tripulado que había sido trasladado en ambulancia a ese centro, como muestra Saai en un vídeo que recoge la escena y en el que describe cómo los soldados impidieron asimismo la libre circulación de las ambulancias.

Decenas de cadáveres se amontonan en un fosa común del cementerio de Jan Yunis antes de ser enterrados, este miércoles. MAHMUD HAMS (AFP)
Varios hombres cavan una fosa común para enterrar los cuerpos de las víctimas de los ataques israelíes, que fueron transportadas desde el hospital Al Shifa, en la ciudad de Gaza, para ser enterrados en Jan Yunis, al sur de la Franja. MOHAMMED SALEM (REUTERS)
Vista aérea de la fosa común, en la que decenas de cadáveres han sido enterrados este miércoles, en Jan Yunis. Mohammad Fayq (Anadolu/Getty Images)
Un trabajador transporta una camilla durante la descarga de 111 cadáveres palestinos para ser enterrados en una fosa común, cavada este miércoles en el cementerio de Jan Yunis. MOHAMMED SABER (EFE)
Una excavadora entierra en una fosa común a los 111 cuerpos que han sido transportados a Jan Yunis este miércoles. MOHAMMED SABER (EFE)
Un paramédico palestino recoge el cuerpo de una niña tras un bombardeo en Rafah, este miércoles al sur de la franja de Gaza. MOHAMMED ABED (AFP)
Vista de una explosión tras un ataque aéreo israelí en la franja de Gaza, visto desde el sur de Israel. ALEXANDER ERMOCHENKO (REUTERS)
Un grupo de palestinos espera antes de abandonar el norte de la Franja a través de un corredor humanitario, este miércoles.RONEN ZVULUN (REUTERS)
Mujeres palestinas lloran durante el funeral de cinco militantes muertos durante los enfrentamientos con el ejército israelí, en Tulkarem, Cisjordania, este miércoles.Majdi Mohammed (AP)
Un herido es evacuado tras ser rescatado de entre los escombros de un edificio colapsado en Rafah, este miércoles. Hatem Ali (AP)
El cuerpo de Osma Isyam, de cuatro años, durante su funeral junto a otros miembros de su familia asesinados durante un ataque israelí, este miércoles en Jan Yunis. MOHAMMED SABER (EFE)
Varias personas trasladan a una mujer herida tras ser rescatada de entre los escombros de un edificio bombardeado por Israel, este miércoles en Rafah. SAID KHATIB (AFP)
Decenas de personas buscan supervivientes entre los escombros de un edificio colapsado atacado por Israel este miércoles en Rafah. STAFF (REUTERS)
Un hombre herido es atendido por personal sanitario tras un ataque israelí en los alrededores del hospital Kamal Adwan en Beit Lahia, este miércoles. MOHAMMAD AHMAD (AFP)
Varias columnas de humo se elevan tras un ataque israelí cerca del hospital Kamal Adwan en Beit Lahia, en el norte de la franja de Gaza, AFP
La UNRWA distribuye harina a los palestinos refugiados en Jan Yunis, este miércoles, al sur de la Franja. Ahmad Hasaballah (Getty Images)
Daños causados en una vivienda tras un bombardeo israelí sobre Rafah, este miércoles. Hatem Ali (AP)
Palestinos atienden al funeral de cinco militantes muertos durante los enfrentamientos con el ejército israelí, en Tulkarem, Cisjordania, este miércoles.Majdi Mohammed (AP)
Varios hombres andan entre los escombros de un edificio derruido tras un bombardeo israelí al sur de la franja de Gaza. SAID KHATIB (AFP)
Familiares lloran junto a los cadáveres de la familia Kalusa, muertos en un ataque israelí en Jan Yunis, este miércoles. MAHMUD HAMS (AFP)
Funeral por los miembros de la familia Siam, este miércoles, muertos tras los ataques aéreos israelíes sobre Jan Yunis. MOHAMMED SABER (EFE)
Destrucción causada por los ataques israelíes sobre la localidad de Deir al Balah, situada en el centro de la franja de Gaza, este miércoles. Hatem Moussa (AP)
Una familia inspecciona los daños causados en una vivienda tras una incursión israelí en la ciudad de Tulkarem, en Cisjordania, este miércoles. Majdi Mohammed (AP)
Un grupo de palestinos buscan objetos entre los escombros de los edificios bombardeados por Israel, este miércoles en Rafah. SAID KHATIB (AFP)
Una densa columna de humo se eleva tras un ataque aéreo israelí en la franja de Gaza, visto desde el sur de Israel. Leo Correa (AP)
Un soldado israelí inspecciona una habitación dentro de un túnel debajo del hospital Al Shifa de la ciudad de Gaza. RONEN ZVULUN (REUTERS)

También sufrieron destrozos otras infraestructuras sanitarias, como uno de los centros de primeros auxilios del campo de refugiados que estaba dotado con material de Médicos Sin Fronteras (MSF), según relató a EL PAÍS la coordinadora de esa ONG en la zona, la española Luz Saavedra. Las instalaciones presentan numerosos impactos de bala y fueron asaltadas por varios militares. Seis de los paramédicos que desarrollan su labor en el campo fueron detenidos por las tropas y trasladados con las manos atadas y a punta de fusil dentro de un grupo de una veintena de arrestados, como se aprecia en un vídeo grabado en el entramado de calles. MSF tuvo que llevar a cabo gestiones para que fueran liberados posteriormente.

Las excavadoras del ejército permanecieron, además, varias horas en el campamento de Tulkarem causando destrozos en viviendas, las infraestructuras de agua y el asfaltado de las calles, como ya habían hecho en otras dos ocasiones desde que comenzó la guerra el 7 de octubre. Antes de marcharse, dejaron grandes barricadas de tierra cortando el paso por varios accesos. La del miércoles fue la tercera incursión militar del ejército de Israel en este campo.

Saavedra considera que esos ataques militares y el bloqueo a los sanitarios son una “preocupante tendencia”, además de ir contra el derecho internacional humanitario, pues desde el momento en que una persona es herida deja de ser combatiente, siempre que renuncie a efectuar actos hostiles. El estallido de la guerra, afirma, ha hecho que la situación de asedio y acoso de las instalaciones sanitarias haya sufrido un “mayor deterioro”.

Fosa común

Mientras, en Gaza, los alrededores de la localidad sureña de Jan Yunis han sido escenario del entierro en una fosa común de más de 111 cuerpos de víctimas de los ataques israelíes trasladados desde el norte de la Franja, donde no han podido recibir sepultura. Algunos procedían del hospital Al Shifa, el mayor del enclave palestino, en cuyas instalaciones las tropas llevan acantonadas más de una semana. En esa zona norte es donde se ubica Ciudad de Gaza, principal bastión de Hamás.

Algunas agencias de la ONU, como Unicef o la Organización Mundial de la Salud, entienden que el mayor flujo de ayuda que llegará estos días a Gaza gracias a la tregua no será suficiente para afrontar la grave crisis que afronta una población de 2,3 millones de personas, de las que el 75% se han convertido en desplazados internos.

Sigue toda la información internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

Más información

Archivado En