La UE aumenta la presión sobre Irán con una treintena de nuevos sancionados por violaciones de derechos humanos

Bruselas mete en la lista de restricciones al ministro del Interior y a los policías que detuvieron a Mahsa Amini, cuya muerte bajo custodia desencadenó las protestas

El alto representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, a su llegada a la reunión de los ministros de Exteriores de la Unión Europea, este lunes en Bruselas.DPA vía Europa Press (DPA vía Europa Press)

La UE busca aumentar la presión sobre el régimen iraní. Los ministros de Exteriores de los Veintisiete han aprobado este lunes nuevas sanciones contra 29 personas por su implicación en la muerte bajo custodia policial de la joven Mahsa Amini, de 22 años, el pasado 16 de septiembre, y en la represión de las manifestaciones que desde ese día sacuden Irán. Al menos 326 personas, entre ellas 43 menores, han muerto a manos de las ...

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La UE busca aumentar la presión sobre el régimen iraní. Los ministros de Exteriores de los Veintisiete han aprobado este lunes nuevas sanciones contra 29 personas por su implicación en la muerte bajo custodia policial de la joven Mahsa Amini, de 22 años, el pasado 16 de septiembre, y en la represión de las manifestaciones que desde ese día sacuden Irán. Al menos 326 personas, entre ellas 43 menores, han muerto a manos de las fuerzas de seguridad de Irán en los dos meses transcurridos desde el inicio de las movilizaciones, según datos de la ONG iraní en el exilio Iran Human Rights. El nuevo paquete de sanciones, que mete en la lista negra también a tres entidades, llega un día después de que el régimen iraní haya condenado a morir en la horca por primera vez a uno de los arrestados en las protestas, en las que han sido detenidas 14.000 personas.

Además, los ministros de Exteriores de los países de la UE, que se han reunido este lunes en Bruselas, han añadido más nombres a la lista de sancionados iraníes por suministrar drones de uso militar a Rusia, que el Kremlin ha empleado en su guerra en Ucrania. También han introducido nuevas restricciones sobre ocho ciudadanos rusos —altos cargos del aparato y del servicio de espionaje (FSB, heredero del KGB)— implicados en el envenenamiento del líder opositor ruso Alexéi Navalni, que sufrió un intento de asesinato con una neurotoxina de uso militar en el verano de 2020 tras el que la UE y EE UU ven la mano del Kremlin. Navalni, que se recuperó en Alemania del envenenamiento que casi le cuesta la vida y que volvió a Rusia en enero de 2021 pese al riesgo de ser arrestado, permanece en una colonia penal desde entonces condenado por un caso que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos consideró “políticamente motivado”.

Entre los sancionados en el paquete iraní (el segundo por la represión de las protestas), y que se verán privados de permiso para viajar a territorio de la UE y a los que se les congelará sus activos en los 27 Estados miembros se encuentran cuatro miembros de la brigada de la policía de la moral que detuvo a la joven Amini el 13 de septiembre por no llevar el velo colocado según los estándares del régimen iraní; dos generales de la Guardia Revolucionaria; el ministro del Interior iraní, Ahmad Vahidi, y el jefe de la policía cibernética, Vahid Mohammad Naser Majid, según el texto legal.

Entre las entidades sancionadas está una cadena pública de televisión, Press TV, que ha difundido las “confesiones forzadas” de iraníes detenidos en las manifestaciones por la muerte de la joven Amini y personas de la minoría kurda y árabe, y Arvan Cloud, una compañía tecnológica en la que se ha apoyado el régimen para bloquear el acceso a la intranet iraní, según el texto legal del diario oficial de la UE.

Las sanciones, ha recalcado la ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, buscan “enviar un mensaje claro a aquellos que creen que pueden reprimir, intimidar y matar a su propia gente”. “No pueden, el mundo, Europa está mirando”, ha añadido la jefa de la diplomacia alemana, que ha explicado que las restricciones apuntan al círculo estrecho de la Guardia Revolucionaria —la fuerza paramilitar que funciona de forma paralela e independiente del Ejército regular del país y cuyo principal objetivo es proteger al régimen islámico y sus líderes— y a las estructuras que la financian. Ha sido este ejército paralelo el que está liderando la represión de las protestas en Irán, junto con una de sus cinco ramas, la milicia Basij, cuyos miembros, que suelen vestir de paisano, han sido acusados por numerosos manifestantes de protagonizar la represión de las actuales protestas en Irán.

El alto representante para Política Exterior de la UE, Josep Borrell, ha exigido este lunes al régimen iraní que detenga la represión violenta y que garantice el libre flujo de información en el país. Además, ha advertido a Teherán de que se equivoca si responde al paquete de sanciones, como ha amenazado. “Todos los que han sido sancionados toman contramedidas: Rusia lo hizo, China lo hizo, Irán lo hizo. Forma parte del juego. Estamos preparados”, ha indicado Borrell, que ha presidido una reunión que, al margen de las sanciones sobre Irán, ha estado centrada en la guerra de Rusia en Ucrania y en la que han participado la líder bielorrusa en el exilio Svetlana Tijanóvskaya y el ministro de Exteriores ucranio, Dmitro Kuleba.

Uso “desproporcionado” de la fuerza

El pasado 17 de octubre, Bruselas acordó un primer paquete de medidas restrictivas contra 11 personas y cuatro entidades iraníes por “el uso generalizado y desproporcionado de la fuerza contra manifestantes pacíficos” en Irán, un hecho que las instituciones comunitarias definieron como “injustificable e inaceptable”. Entre los sancionados entonces figuraban Mohammad Rostami, el jefe de la policía de la moral, así como Issa Zarepour, ministro iraní de Tecnologías de la Información y la Comunicación, por su responsabilidad en el bloqueo del acceso a internet.

Con los sancionados de este lunes, la lista de personas y entidades iraníes sometidas a medidas restrictivas por la UE asciende a 126 y 11, respectivamente. Las sanciones impuestas por la UE incluyen también la prohibición a ciudadanos y empresas de la UE de poner fondos a disposición de las personas y entidades incluidas en la lista. El régimen comunitario de sanciones contra Irán en materia de derechos humanos prevé igualmente la prohibición de exportar al país equipos que puedan utilizarse para la represión interna y de control de las telecomunicaciones.

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