Elecciones de Brasil: ¿quiénes son los principales candidatos?

Brasil, una de las mayores democracias del mundo, elige presidente. Más de 156 millones de electores están llamados a participar en la primera vuelta de los comicios este domingo 2 de octubre. Si ninguno de los candidatos reúne más del 50% de los votos válidos, los dos más votados se verán las caras en un segundo turno el domingo 30, un mes después. Por ahora, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y el actual mandatario Jair Bolsonaro son los me...

Brasil, una de las mayores democracias del mundo, elige presidente. Más de 156 millones de electores están llamados a participar en la primera vuelta de los comicios este domingo 2 de octubre. Si ninguno de los candidatos reúne más del 50% de los votos válidos, los dos más votados se verán las caras en un segundo turno el domingo 30, un mes después. Por ahora, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y el actual mandatario Jair Bolsonaro son los mejor posicionados, aunque otras dos opciones intermedias buscan hacerse un hueco. Además de la carrera presidencial, el país renueva la Cámara de Diputados en su totalidad y un tercio del Senado. La composición de estas instituciones será clave para sacar adelante la agenda del presidente que resulte elegido. Por último, se celebran comicios para gobernadores y asambleas legislativas de los 26 Estados y del Distrito Federal.

Luiz Inácio Lula da Silva, 76 años (izquierda)

Lula da Silva es el claro favorito para convertirse, por tercera vez, en presidente de Brasil. Las últimas encuestas dan al candidato del Partido de los Trabajadores (PT) un 47% de los apoyos en la primera vuelta, 14 puntos más que a su principal contrincante, Jair Bolsonaro. Durante la campaña, Lula ha enarbolado los logros de su Gobierno (2003 - 2010), entre ellos la salida de millones de brasileños de la pobreza gracias a Bolsa Familia y otros programas sociales. Ahora promete aumentar el salario mínimo por encima de la inflación y subir los impuestos a los ricos.

Fundador del PT a principios de los años ochenta, el político izquierdista perdió tres elecciones presidenciales antes de alzarse victorioso en 2002. Dejó el poder en 2010 con altísimos niveles de popularidad, aunque luego su prestigio encajó golpe tras golpe. Las investigaciones del caso Lava Jato llevaron a su condena por corrupción, y estuvo 580 días entre rejas. En 2019, salió de la cárcel y más tarde la condena fue anulada por defectos de forma en el proceso judicial. Ahora, el antiguo sindicalista busca limpiar su nombre.

Jair Bolsonaro, 67 años (ultraderecha)

El presidente Jair Messias Bolsonaro encara una reelección complicada. Lleva varios meses estancado con poco más del 30% de preferencias y un alto rechazo entre los electores, sobre todo de las mujeres. Para remontar, el candidato ultraderechista del Partido Liberal --una formación de a vieja política que tanto criticaba-- ha tratado de reavivar el sentimiento antipetista -contra el PT- que lo llevó al poder hace cuatro años, con referencias a los escándalos de corrupción de los Gobiernos de Lula y de su sucesora, Dilma Rousseff. En los últimos meses, ha anunciado un aumento del 50% en las ayudas para los más pobres, medida que ha sido denunciada por su claro componente electoralista.

El ultraderechista fue elegido en 2018 en medio del descrédito de los partidos tradicionales de izquierda y derecha. Pese a llevar casi 30 años como diputado en Brasilia, Bolsonaro se presentó a sí mismo como un candidato outsider que no tenía miedo de decir lo que pensaba, incluso si se trataba de defender a la dictadura militar o de insultar a las mujeres. Cuatro años después, el historial de Bolsonaro en el poder es polémico. El líder minimizó la pandemia, que tachó de “gripecita”, promovió tratamientos sin base científica y retrasó la compra de las vacunas. El saldo han sido 660.000 muertos, un 10% del total de fallecidos por covid-19 en el mundo.

Ciro Gomes, 64 años (centro izquierda)

Ciro Gomes, candidato del Partido Democrático Laboralista (PDT, por sus siglas en portugués), va tercero en la carrera, pero muy lejos de los cabeza de cartel. Las encuestas le dan alrededor de un 7% de los votos. Con todo, Gomes ha resistido los llamados de algunos sectores en la izquierda para que se retire y facilite una victoria de Lula en primera vuelta. El político de centro izquierda mantiene un discurso crítico tanto con Lula, del que fue ministro, como con Bolsonaro. La tercera vía que propone aboga por, entre otras cosas, establecer una renta mínima universal.

Será la cuarta vez que Gomes dispute una elección presidencial. Se presentó a las de 1998, 2002 y 2018, pero nunca pasó del tercer lugar. Con un perfil más intelectual que el de sus dos principales rivales, Gomes lleva cuatro décadas hilando cargos públicos. Además de ministro, ha sido diputado estatal y federal, alcalde de Fortaleza y gobernador de Ceará, un Estado en el noreste de Brasil. Uno de los frutos de su gestión allí es la notable mejora de la calidad de la educación.

Simone Tebet, 52 años (centro derecha)

Simone Tebet es la mujer que más despunta en la carrera. La actual senadora, candidata por el Movimiento Democrático Brasilero (MDB), recoge alrededor del 5% de preferencias en la primera vuelta. Como Ciro Gomes, la aspirante del centro derecha defiende una tercera vía entre Bolsonaro y Lula, al criticar el machismo del primero y la corrupción durante el Gobierno del segundo. En el debate de candidatos de finales de agosto, su actuación fue la mejor valorada por los analistas y, según los sondeos, por los votantes indecisos. Entre sus propuestas, destacan el nombramiento de un Gobierno paritario y una agenda económica liberal que busca ampliar la participación del sector privado.

Tebet es la menos conocida de los cuatro líderes de la carrera presidencial. Antes de ser elegida senadora en 2014 por Mato Grosso do Sul, fue diputada estatal en esa entidad y alcaldesa de Tres Lagoas, la ciudad de tamaño medio en la que nació. Además del respaldo del MDB, sucesor del único partido opositor permitido durante la dictadura militar, cuenta con el apoyo del PSDB, otro partido del establishment político que es el adversario histórico del PT de Lula.

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