La rotura del dique de un canal obliga a desalojar a los habitantes de un municipio de Países Bajos

Las lluvias de los últimos días han elevado el nivel de los canales casi hasta el límite de lo manejable por los expertos

Un empresario limpia este viernes los daños de las inundaciones sufridos por su negocio en la ciudad de Valkenburg (Países Bajos).SEM VAN DER WAL (EFE)
La Haya -

La rotura de una parte del dique que protege el Julianakanaal (Canal de [la reina] Juliana), que encauza un brazo del río Mosa, al sur de Países Bajos, obligó este viernes a los habitantes del municipio de Meerssen a abandonar sus hogares en medio de calles inundadas y coches volcados. Las autoridades regionales señalaron primero que la evacuación ya no era posible, y pidieron a los vecinos que se refugiaran en los pisos altos de sus casas cerrando puertas y ventanas. La recomendación fue anulada al poco rato, pero las sir...

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La rotura de una parte del dique que protege el Julianakanaal (Canal de [la reina] Juliana), que encauza un brazo del río Mosa, al sur de Países Bajos, obligó este viernes a los habitantes del municipio de Meerssen a abandonar sus hogares en medio de calles inundadas y coches volcados. Las autoridades regionales señalaron primero que la evacuación ya no era posible, y pidieron a los vecinos que se refugiaran en los pisos altos de sus casas cerrando puertas y ventanas. La recomendación fue anulada al poco rato, pero las sirenas advirtieron de que la zona se inundaría y debían marcharse.

El agua del canal, de 36 kilómetros, acaba en el propio río Mosa, y las lluvias de los últimos días han elevado su nivel casi hasta el límite de lo manejable por los expertos. Un hospital ha sido también evacuado, y unos 200 pacientes han sido trasladados a otros centros. El Ejército está destacado en Limburgo, la provincia afectada, para reforzar los diques y ayudar a la población.

En la propia Limburgo, el agua seguía subiendo más deprisa de lo esperado. “Ayuden en lo posible a sus vecinos, amigos y familiares, y preocúpense de su propia seguridad”, pedía la cuenta de Twitter de las autoridades regionales. El primer ministro, Mark Rutte, declaró las inundaciones en la provincia de Limburgo una catástrofe nacional. El Gobierno prometió ayudas para paliar los daños.

Los servicios de emergencia alertaron a lo largo del día de que las aguas estaban a punto de inundar los pueblos de Bunde, Voulwames, Brommelen y Geulle. En Venlo se inició por la tarde la evacuación de unas 10.000 personas para evitar posibles complicaciones de un rescate en medio de la noche. El Ejército sobrevolaba la zona con cazas para controlar el estado de los diques con cámaras de infrarrojas.

En otras localidades en las que se esperan evacuaciones, las autoridades aconsejan dejar las casas a la hora que se establezca. “De no hacerlo, será imposible para los servicios de emergencia llegar hasta ellos”, indicaron los distintos Ayuntamientos.

La ciudad de Valkenburg, en la misma zona, quedó prácticamente inundada el jueves, pero las labores de limpieza y desescombro pudieron comenzar este viernes en las zonas donde el agua había empezado a bajar. En este caso, el origen de la inundación fue el río Geul, que desemboca en el Mosa. Los destrozos son enormes y también hay campings y aparcamientos arrasados y calles agrietadas.

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