Biden nombrará a la exembajadora en México Roberta Jacobson coordinadora de la frontera

El Gobierno de transición de Joe Biden ha apostado por experimentados funcionarios como forma de contrastar con la caótica Administración de Donald Trump, quien se despide este martes. Entre los muchos frentes abiertos que deja el mandatario republicano a su sucesor se encuentra el control de la compleja frontera con México. El relevo en la Casa Blanca eleva las esperanzas para cientos de miles de centroamericanos, quienes ven en la llegada de un perio...

El Gobierno de transición de Joe Biden ha apostado por experimentados funcionarios como forma de contrastar con la caótica Administración de Donald Trump, quien se despide este martes. Entre los muchos frentes abiertos que deja el mandatario republicano a su sucesor se encuentra el control de la compleja frontera con México. El relevo en la Casa Blanca eleva las esperanzas para cientos de miles de centroamericanos, quienes ven en la llegada de un periodo demócrata un viraje obligado en la política migratoria. Este lunes llega otro gesto que confirma los esfuerzos del nuevo presidente de cimentar relaciones más constructivas con el sur. Roberta Jacobson, exembajadora de Estados Unidos en México, se sumará al Consejo de Seguridad Nacional como coordinadora de asuntos para la frontera sur.

Jacobson es una diplomática con una larga trayectoria. Fue nombrada embajadora en el país vecino en mayo de 2016 por el presidente Barack Obama y culminó su encargo dos años después con la llegada de Trump a la presidencia. Antes de eso, fue encargada de asuntos del Hemisferio occidental para la Secretaría de Estado desde 2010, donde supervisó temas económicos, políticos y de seguridad regional. Antes de eso fue encargada de la oficina para asuntos mexicanos de la cancillería. También tiene experiencia en Cuba y Perú. “Es una gran profesional y amiga de México”, ha escrito en Twitter la embajadora mexicana en Washington, Martha Bárcena, quien dejará el cargo en las próximas semanas.

La noticia, que adelanta Foreign Affairs y que aún debe ser confirmada por el equipo de transición de Biden, llega en un momento delicado de las siempre sísmicas relaciones entre México y Estados Unidos. La primera caravana de centroamericanos de la era Biden ya trata de abrirse paso rumbo al norte. Más de 4.000 hondureños marcharon hasta que se toparon con las macanas de las fuerzas de seguridad en Guatemala. México ha desplegado a elementos de la Guardia Nacional para tratar de contener el que será el primero de varios embates de una poderosa ola que no dejará de mojar la frontera sur mexicana.

“Yo creo que ya llegó el tiempo de que se cumpla el compromiso de llevar a cabo una reforma migratoria, eso es lo que estamos esperando”, ha dicho este lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre el punto de partida de su Gobierno con el de su homólogo entrante. Biden ya prepara el camino para una reforma migratoria que permita a los sin papeles convertirse en ciudadanos legales en ocho años. Además, el Gobierno demócrata debe recomponer el sistema de asilo que fue destruido por las políticas xenófobas que marcaron la gestión de Trump y su asesor, el ultraconservador Stephen Miller. La propuesta de Biden puede ser anunciada el miércoles mismo durante su primer día en la Casa Blanca.

Coordinar los asuntos de frontera no se limita solo a la migración. Jacobson tendrá que echar mano de su experiencia en otro viejo tema común, la seguridad. La relación bilateral no vive los mejores momentos. Las agencias estadounidenses mostraron su molestia esta semana cuando la cancillería mexicana publicó más de 700 páginas de pruebas que los agentes antinarcóticos de la DEA habían recabado contra el exsecretario de Defensa, Salvador Cienfuegos. La detención del jefe del Ejército en el sexenio de Enrique Peña Nieto provocó un choque diplomático entre Relaciones Exteriores y el Departamento de Justicia. Las autoridades estadounidenses se han reservado el derecho de volver a abrir el proceso en contra del militar, exonerado en su país por falta de pruebas. Resolver esta disputa es esencial para retornar a la colaboración para combatir asuntos urgentes como el narcotráfico.