Netanyahu desafía a Biden al autorizar la construcción de 850 viviendas en asentamientos de Cisjordania
El primer ministro israelí intenta atraerse el voto nacionalista ante las elecciones de marzo
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha autorizado este lunes la edificación de 850 nuevas viviendas en diversos asentamientos de Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967, a una semana de la llegada a la Casa Blanca del demócrata Joe Biden, quien se declara opuesto a la expansión de las colonias, consideradas ilegales por la comunidad internacional.
Los analistas políticos, sin embargo, consideran que el anuncio tiene por objeto satisfacer a los colonos y a los partidos de la derecha nacionalista, que rivalizan con él por el poder, en el que lleva insta...
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha autorizado este lunes la edificación de 850 nuevas viviendas en diversos asentamientos de Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967, a una semana de la llegada a la Casa Blanca del demócrata Joe Biden, quien se declara opuesto a la expansión de las colonias, consideradas ilegales por la comunidad internacional.
Los analistas políticos, sin embargo, consideran que el anuncio tiene por objeto satisfacer a los colonos y a los partidos de la derecha nacionalista, que rivalizan con él por el poder, en el que lleva instalado 11 años de forma ininterrumpida. Ese sería un señuelo para captar su alianza en una futura coalición de Gobierno, lo que no es fácil en Israel, en caso de triunfar en las elecciones del 23 de marzo, las cuartas en apenas dos años, al frente del partido conservador Likud.
Según fuentes diplomáticas citadas por la prensa hebrea, el presidente Biden proyecta exigir a Israel el congelamiento de la expansión de los asentamientos en los territorios palestinos y presionar para la reanudación de las negociaciones de paz con Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina.
A la vista de los últimos sondeos de intención de voto en Israel, los nuevos partidos nacionalistas y los de la oposición de centroizquierda estarían en condiciones de apartar a Netanyahu del poder. El primer ministro, que tiene pendiente un juicio por delitos de fraude y corrupción, teme que una unión de amplio espectro de varios partidos logre derrotarlo, a pesar de que el Likud sea el más votado y con mayor número de escaños parlamentarios. Su victoria sería en ese caso insuficiente para poder formar una coalición de Gobierno con otras fuerzas.
El anuncio de Netanyahu fue precedido la semana anterior por la decisión del ministro de Defensa, el exgeneral Benny Gantz, líder del partido centrista Azul y Blanco, de negarse a ampliar los servicios que reciben los habitantes de los asentamientos reconocidos por el Estado a 27 colonias “ilegales” no autorizadas.
Al conocerse la autorización de 850 viviendas en los asentamientos aprobada por Netanyahu, Gantz exigió la reunión urgente del Consejo Nacional de Planificación y Construcción para tratar la iniciativa, pues como titular de Defensa y responsable de los territorios ocupados bajo régimen militar tiene las competencias sobre los asentamientos, y no Netanyahu.
Las autoridades israelíes distinguen entre asentamientos. Los “legales” son los levantados con el permiso oficial, y los “ilegales” o “outposts” son los creados “espontáneamente” por los colonos, con frecuencia en terrenos que pertenecen a palestinos, para quienes todas las colonias están fuera de la ley y entorpecen su derecho a la autodeterminación.
Con excepción de la Administración del republicano Donald Trump, los anteriores presidentes y la diplomacia estadounidense han considerado que los asentamientos israelíes en tierras que los palestinos reclaman para ejercer su independencia son “obstáculos para la paz”, e ilegales desde el punto de vista de la legislación internacional, que prohíbe la instalación en ellos de civiles por tratarse de territorios ocupados. Netanyahu tuvo en Trump a su principal aliado e incluso estuvo a punto de anexionarse una parte de Cisjordania, una decisión que se suspendió tras la firma en Washington en septiembre de los acuerdos de normalización con Emiratos Árabes Unidos.
La posición oficial israelí es que se trata de “territorios en disputa”, con los palestinos con el argumento de que allí, en la Judea y Samaria bíblicas (Cisjordania), estuvieron los reinos judíos de la antigüedad.