Las partes enfrentadas de Libia se comprometen a celebrar elecciones en 18 meses
El acuerdo se firma dos días después de que en el este del país, dominado por el mariscal Hafter, fuera asesinada una abogada crítica con las milicias
Los libios han dado este jueves en Túnez un pequeño paso en su lento camino hacia la paz. Un total de 75 delegados, que representan a las dos partes enfrentadas en Libia, han firmado una hoja de ruta con el fin de celebrar unas elecciones parlamentarias “creíbles” en un plazo máximo de 18 meses. El acuerdo ha sido anunciado por la enviada especial interina de la ONU en Libia, Stephanie Williams, durante el llamado Foro de Diálogo Político Libio, celebrado esta semana en la capital tunecina bajo el auspicio de Naciones Unidas.
La firma contempla también un esfuerzo por unir las instituci...
Los libios han dado este jueves en Túnez un pequeño paso en su lento camino hacia la paz. Un total de 75 delegados, que representan a las dos partes enfrentadas en Libia, han firmado una hoja de ruta con el fin de celebrar unas elecciones parlamentarias “creíbles” en un plazo máximo de 18 meses. El acuerdo ha sido anunciado por la enviada especial interina de la ONU en Libia, Stephanie Williams, durante el llamado Foro de Diálogo Político Libio, celebrado esta semana en la capital tunecina bajo el auspicio de Naciones Unidas.
La firma contempla también un esfuerzo por unir las instituciones del país, divididas desde que, tras las elecciones parlamentarias de 2014, se iniciara una guerra civil en la que el Gobierno se quedó en Trípoli y el Parlamento se desplazó hacia el Este. Hoy en día, el llamado Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN), reconocido por la comunidad internacional, domina el oeste del país. Y en el este se encuentra el mariscal Jalifa Hafter, al mando de su autoproclamado Ejército de Liberación Nacional. Al Gobierno de Trípoli lo sostiene Turquía mientras que Rusia, Egipto y Emiratos Árabes Unidos apoyan a las autoridades del Este.
El acuerdo de Túnez se registra después de que el pasado 23 de octubre las dos partes libias firmasen en Ginebra un alto el fuego permanente. En Suiza se acordó que los mercenarios y las fuerzas militares extranjeras abandonen Libia en el plazo de tres meses. Turquía, que ha visto crecer su presencia en el país en el último año, no parece muy dispuesta a ceder terreno. Así que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró al día siguiente del alto el fuego que el acuerdo no le parecía “fiable” porque no se había firmado “al más alto nivel”.
Libia apenas ha conocido la paz desde la caída de Muamar el Gadafi, en 2011. En el oeste del país son varias milicias las que detentan el verdadero poder, por encima de las figuras políticas del Gobierno de Acuerdo Nacional. Y en el este, el mariscal Hafter se apoya también en otras milicias, que suelen actuar con total impunidad.
La firma de Túnez llega solo dos días después de que haya sido secuestrada y asesinada en plena calle, en el centro de Bengasi, en el este del país, la abogada defensora de derechos humanos Hanan al Barasi. La activista se había atrevido a criticar en varias ocasiones la corrupción de las milicias controladas por Hafter. Al Barasi había recibido amenazas en las redes sociales, a las que ella contestó un día antes de su muerte con estas palabras difundidas en vídeo: “No me rendiré. Solo las balas podrán conmigo. Y si muero, que así sea. Solo con la muerte podrán hacerme callar. Para mañana –por el miércoles, el día de su muerte– tendré varias sorpresas”.
En julio del año pasado, otra destacada política crítica con Jalifa Hafter, Seham Sergewa, fue secuestrada en su casa por un grupo armado y aún no se sabe nada sobre su paradero.
En este clima de violencia, venganzas y represalias, bajo el amparo de potencias extranjeras, es en el que se intentará convocar unas elecciones “creíbles” para dentro de 18 meses.