Una economía argentina basada en el consumo
El bajo paro, el alza salarial y un plan de compras en cuotas sin interés mueven la demanda
En el barrio porteño del Abasto se crió Carlos Gardel. Varias tanguerías lo recuerdan. Allí vivía Daniel Scioli, el candidato presidencial peronista y favorito para las elecciones argentinas este domingo, hasta que en 2007 se mudó a la provincia de Buenos Aires para postularse a gobernador de ese distrito. Y a 50 metros de la que era su casa entran y salen clientes de uno de los mayores centros comerciales de Buenos Aires.
“Acá la mayoría de los negocios no tiene el Ahora 12”, se queja Analía, docente de 30 años, a su marido Fernando, de 35, que acaba de comprar allí una zapatillas para su hija. En una Argentina con 25% de inflación anual, Ahora 12 es un plan que creó el Gobierno de la peronista Cristina Fernández de Kirchner ante la recesión que sufría en 2014 para que la población pudiera comprar con tarjeta de crédito en 12 cuotas sin interés electrodomésticos, ropa, calzado, materiales para la construcción, muebles, motos, bicicletas, colchones, libros y gafas hechos por la industria local o paquetes turísticos domésticos. Analía y Fernando lo han aprovechado para adquirir gafas, muebles, lavadora y artículos eléctricos. “Vamos a votar a Scioli, pero no por mi situación sino porque se igualó el consumo para todos”, argumenta Analía.
Pero no solo ese plan impulsa el consumo. “Es clave la caída del desempleo: del 25% en la crisis de 2002 al 6,6% de la estadística oficial, que quizá sea el 7%, pero es bajo”, observa Guillermo Oliveto, de la consultora W. “Desde que empezó el kirchnerismo en 2003, todos los años subió el salario más que la inflación, con la excepción de 2014, el año de la última devaluación. En este contexto funciona Ahora 12, un plan que lo usa hasta el que detesta al Gobierno, la clase media para arriba, y ha servido para fomentar la industria nacional”, añade Oliveto. El sector manufacturero está protegido de la importación con barreras que la Organización Mundial de Comercio (OMC) ordenó que se retiren en 2016, pero es la construcción la que más crece y crea empleos.
Economistas y ciudadanos se preguntan si es sustentable el actual nivel de consumo
“La gente consume porque no quiere tener los pesos encima porque no puede ahorrar ni acceder a un crédito hipotecario”, opina Luciano, contable de 40 años, que sale del centro comercial Abasto de la mano de sus dos hijos. Luciano nunca usó el Ahora 12, dice que prefiere pagar en efectivo y tiene claro que no votará a Scioli: “Él no me desagrada, pero no me gustan los kirchneristas porque son muy fanáticos y autoritarios”. En un año, el programa ha financiado compras por más de 3.000 millones de euros. El crédito al sector privado, que en 2014 creció al 20% en pesos, se expandió en los primeros nueve meses de 2015 al 32% por Ahora 12 y otro plan de financiamiento productivo para empresas.
Guido Sandleris, economista que en la Universidad Torcuato Di Tella dirige un centro que elabora un índice de confianza del consumidor, opina que “el Gobierno sigue siendo popular porque el consumo continúa en niveles altos, se privilegió el corto plazo en lugar de invertir a mediano y largo, y habrá que ver cuán sustentable es este esquema”. “Le tocó gobernar en un periodo de mucha bonanza económica para toda Latinoamérica y eso explica que en 2011 Cristina (Kirchner) haya ganado con el 54%, pero desde 2012 la economía argentina se estancó. El salario también, pero en niveles altos, en el poder adquisitivo de 1998, antes de la última crisis argentina, pero claro que en aquel tiempo había mucho más desempleo”, analiza Sandleris. En las primarias de voto obligatorio de agosto pasado, Scioli no sacó el 54% sino el 38%, pero superó a los rivales. Habrá que ver qué sucede en las generales.
Las ventas del comercio minorista, desde electrodomésticos hasta alimentos, se derrumbaron el 6,8% en 2014 y se han recuperado el 2% en los primeros ocho meses de 2015, según el economista de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa, Damián Di Pace. “Lo que antes era considerado populista ahora es vital para sostener al sector empresario. Ante un contexto internacional leonino para vender productos argentinos, el fortalecimiento del mercado interno ha sido importante”, opina Di Pace.
En el consumo de alimentos, bebidas y productos de higiene, 2015 también ha sido mejor que el año pasado, pero peor que 2011, 2012 o 2013, advierte Sandra Dalinger, de la consultora CCR. “Este consumo masivo a veces es resignado para comprar electrodomésticos y ropa con Ahora 12”, matiza Dalinger. No por nada en el centro comercial Abasto, en el local de indumentaria femenina Ayres, una empleada, Sofía, cuenta que “con Ahora 12 se vende un montón más”. Incluso algunos clientes le dicen: “Vamos a usar la tarjeta antes de que se vaya Cristina”. Oficialistas y opositores temen que vengan tiempos de ajuste.
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