Destituido el ministro de Exteriores de Bielorrusia

El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, ha destituido a su ministro de Exteriores, Serguéi Martínov, de 59 años, que llevaba en el cargo desde 2003, y lo ha sustituido por Vladímir Makey, de 54 años, que ha sido jefe de la administración presidencial desde 2008. El relevo de Martínov, oficialmente por “traslado a otro trabajo”, se produce sobre el telón de fondo de la práctica ruptura de relaciones con Suecia, tras las ...

El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, ha destituido a su ministro de Exteriores, Serguéi Martínov, de 59 años, que llevaba en el cargo desde 2003, y lo ha sustituido por Vladímir Makey, de 54 años, que ha sido jefe de la administración presidencial desde 2008. El relevo de Martínov, oficialmente por “traslado a otro trabajo”, se produce sobre el telón de fondo de la práctica ruptura de relaciones con Suecia, tras las turbulencias diplomáticas desencadenadas por la incursión el 4 de julio de una avioneta ligera sueca procedente de Lituania que lanzó centenares de osos de peluche sobre Minsk, la capital de Bielorrusia.

Los observadores políticos se hacen cábalas sobre las causas del cese del ministro de Exteriores . Por la violación del espacio aéreo bielorruso Lukashenko ya cesó a los altos mandos de las Fuerzas Aéreas y el servicio de Guardafronteras. Makey, un diplomático de carrera, había desempeñado diversos cargos en el ministerio de Exteriores. A principios de la década de los noventa del pasado siglo, estudió en la escuela diplomática en Viena y posteriormente estuvo destinado en el Consejo de Europa y trabajó en la embajada bielorrusa en Francia hasta 1999, cuando regresó a su país. En 2000 fue nombrado ayudante de Lukashenko y en julio de 2008, jefe de la Administración, un cargo con un amplio espectro de responsabilidades. Un sector de la intelectualidad bielorrusa creyó que la llegada de Makey a la administración iría acompañada de una reforma liberalizadora, pero estas esperanzas no llegaron a verificarse. Makey las fomentó al crear foros de discusión con economistas y personajes críticos, pero siempre se adaptó a la política de Lukashenko, cualesquiera que fuesen sus convicciones personales.

Medios bielorrusos opinan que el traslado de Makey al ministerio de Exteriores es en realidad una pérdida de rango y que el motivo no es tanto sustituir a Martínov como dejar libre el puesto de jefe de la Administración para algún personaje más afín a las necesidades actuales de Lukashenko. Makey está en la lista negra de funcionarios vetados en el espacio de la UE en virtud de las sanciones de Bruselas contra el régimen de Lukashenko. En su cargo de jefe de la Administración, Makey cultivaba las relaciones de Bielorrusia con China y también con Irán.

Según el ex jefe del parlamento de Bielorrusia, Stanislav Shushkévich, Makey es más “avispado” y más “ocurrente” que Martínov, según el ex jefe del parlamento de Bielorrusia, Stanislav Shushkévich, que caracterizó a éste como un “funcionario primitivo”. En opinión de Shushkévich, ni uno ni otro influirán en la política exterior de Lukashenko, que depende del mismo presidente y sus consejeros.

El viernes Lukashenko cesó a Serguéi Tkachev, uno de sus consejeros, y lo sustituyó por un ex jefe del Banco Nacional.