España retira a su embajador en Damasco
España se suma al goteo de países europeos que han llamado a consultas a su personal diplomático, sin que la UE haya sido capaz hasta ahora de tomar una decisión común y coordinada
El Gobierno español ha decidido hoy llamar a consultas a su embajador en Damasco, Julio Albi, para protestar por “el incremento de la represión de la población civil”. Albi tiene previsto viajar esta noche a Madrid y dejar al frente de la legación española en Siria a su número dos, Jorge de Lucas. Fuentes diplomáticas han asegurado que la retirada es temporal, pero reconocieron que, si la situación no cambia, es difícil que Albi pueda regresar a corto plazo. España se ha sumado así al g...
El Gobierno español ha decidido hoy llamar a consultas a su embajador en Damasco, Julio Albi, para protestar por “el incremento de la represión de la población civil”. Albi tiene previsto viajar esta noche a Madrid y dejar al frente de la legación española en Siria a su número dos, Jorge de Lucas. Fuentes diplomáticas han asegurado que la retirada es temporal, pero reconocieron que, si la situación no cambia, es difícil que Albi pueda regresar a corto plazo. España se ha sumado así al goteo de países europeos que --como Reino Unido, Francia, Italia, Bélgica u Holanda— han llamado a consultas a sus embajadores, sin que la UE haya sido capaz hasta ahora de tomar una decisión común y coordinada.
Además, el director general para África del Norte y Oriente Próximo, Juan González-Barba, ha convocado al embajador sirio en Madrid, Hussam Edin Aala, para “trasladarle en persona la condena por la actuación de las Fuerzas Armadas y las fuerzas de seguridad sirias”. Es la tercera vez que el representante de Damasco es convocado al Ministerio de Asuntos Exteriores desde que comenzaron las protestas. Este, según fuentes diplomáticas, ha asegurado que la versión que ofrecen los medios de comunicación internacionales sobre los sucesos de Homs no es real y ha acusado a la oposición a El Asad de falta de voluntad de diálogo.
España, como casi todos los países, con la excepción de la Libia postgadafi, no ha reconocido aún la legitimidad del Consejo Nacional Sirio, que aspira aglutinar a la oposición, pero mantiene canales de comunicación abiertos con el organismo.