Tribuna:

La Europa de la Defensa, una Europa protectora y responsable

La visión de una Europa que sea una potencia, capaz de garantizar por sí sola su propia seguridad. La de una Europa generosa, comprometida con la paz y la estabilidad en África y Oriente Próximo. La de una Europa cercana a los ciudadanos, preocupada por protegerlos ante nuevas formas de inseguridad.

Las amenazas actuales son mundiales, múltiples, polimorfas. Frente al terrorismo, el crimen organizado, el tráfico de armas y de estupefacientes y las catástrofes naturales, ningún Estado puede arriesgarse a bajar la guardia.

Debido a los efectos de la crisis económica y financiera, l...

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La visión de una Europa que sea una potencia, capaz de garantizar por sí sola su propia seguridad. La de una Europa generosa, comprometida con la paz y la estabilidad en África y Oriente Próximo. La de una Europa cercana a los ciudadanos, preocupada por protegerlos ante nuevas formas de inseguridad.

Las amenazas actuales son mundiales, múltiples, polimorfas. Frente al terrorismo, el crimen organizado, el tráfico de armas y de estupefacientes y las catástrofes naturales, ningún Estado puede arriesgarse a bajar la guardia.

Debido a los efectos de la crisis económica y financiera, los presupuestos de defensa -desde luego el francés, pero también el alemán, el británico y el italiano?han sufrido un relativo retroceso.

La idea de la Defensa europea es la expresión de una ambiciosa visión de la Unión Europea

Ahora bien, aunque es cierto que la crisis económica nos obliga a tener más disciplina presupuestaria, no debe servir en absoluto para justificar que nos repleguemos sobre nosotros mismos ni nos mostremos indiferentes ante todo lo que está en juego a largo plazo. Hoy, el peligro de que Europa pierda importancia estratégica es una realidad. El paraguas estadounidense no es universal ni eterno, por lo que los europeos deben ser capaces de dotarse de sus propios medios para defender la paz y la seguridad dentro y fuera de sus fronteras.

Por esa razón, Francia, con sus socios europeos, quiere dar un nuevo impulso a la Europa de la Defensa. La cumbre franco-británica del 2 de noviembre reforzó la cooperación de dos actores fundamentales de la defensa en Europa. A partir de ahora, va a haber un auténtico relanzamiento de la política europea de seguridad y defensa, organizada en torno a varios ejes claros.

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Ante las amenazas, es indispensable modernizar nuestros medios de anticipación y previsión. El desarrollo de satélites de reconocimiento, a través de la agencia europea de defensa, nos ayudará a predecir, planificar y gestionar mejor las crisis.

En situación de crisis, los europeos deben poder decidir, en cada teatro de operaciones, el marco en el que van a desplegarse sus fuerzas: Unión Europea, ONU u OTAN. La creación de un estado mayor que planee y dirija las operaciones nos permitirá tomar esa decisión e intervenir con rapidez en los lugares en los que las circunstancias lo exijan.

La Unión Europea y la OTAN contribuyen a nuestra seguridad. El regreso de Francia al mando integrado de la OTAN afianza esa complementariedad. El refuerzo de la cooperación entre las dos instituciones hará posible que escojamos sin distinción entre una u otra según el carácter de las operaciones.

Francia, Alemania y Polonia están trabajando en coordinación con la Alta Representante para la política exterior y de seguridad. Ante los desafíos existentes en materia de seguridad colectiva, nosotros defendemos una Europa potencia, una potencia de paz, al servicio de los valores humanistas, la libertad de las naciones y la seguridad de los ciudadanos.

**Michèle Alliot-Marie es ministra de Asuntos Exteriores y Europeos de Francia. Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia

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