El jefe de policía de Ciudad Juárez dimite por presión de los 'narcos'
Los sicarios habían amenazado con matar a un agente cada 48 horas si no presentaba su renuncia
El secretario de Seguridad Pública Municipal de Ciudad Juárez, Roberto Orduña Cruz, ha presentado este viernes su renuncia ante el alcalde de la localidad, ubicada en el norte de México. El jefe de policía cede así a la presión de los carteles del narcotráfico que operan en la zona, la más violenta del país, que habían amenazado con matar a un agente cada 48 horas si Orduña no dimitía.
En su documento de renuncia, el dimisionario alega que con su salida espera proteger a las fuerzas de seguridad. Su decisión fue anunciada apenas horas después de que fueran asesinados un agente de la Pol...
El secretario de Seguridad Pública Municipal de Ciudad Juárez, Roberto Orduña Cruz, ha presentado este viernes su renuncia ante el alcalde de la localidad, ubicada en el norte de México. El jefe de policía cede así a la presión de los carteles del narcotráfico que operan en la zona, la más violenta del país, que habían amenazado con matar a un agente cada 48 horas si Orduña no dimitía.
En su documento de renuncia, el dimisionario alega que con su salida espera proteger a las fuerzas de seguridad. Su decisión fue anunciada apenas horas después de que fueran asesinados un agente de la Policía Municipal y un celador de una prisión, cuyos cuerpos habían sido marcados con mensajes en los que se decía que se había cumplido la amenaza. "No se equivoquen, enemigos de México. La decisión que he tomado es una decisión inteligente de la vida sobre la muerte", afirmó en una rueda de prensa.
El regidor municipal, José Reyes Ferriz, ha aceptado la dimisión de Orduña y anuncia que en los próximos días nombrará al nuevo secretario. Hasta entonces, el propio alcalde asumirá las competencias en seguridad de forma interina.
Orduña, antiguo soldado, había accedido al cargo el pasado año. Durante 2008, alrededor de 1.600 personas murieron víctimas de los sicarios en Ciudad Juárez, unos niveles sin precedentes pese a la cruzada emprendida por el presidente, Felipe Calderón, contra el narcotráfico. La localidad norteña, cercana a la frontera con Estados Unidos, se ha convertido en el ejemplo de la crudeza de la lucha contra los carteles, que en el último año se ha cobrado la vida de más de medio centenar de agentes.