Movimiento ciudadano en Rusia para liberar a una presa embarazada
Más de 80.000 personas piden al presidente ruso, Dmitri Medvédev, que deje en libertad a una mujer implicada en el 'caso Yukos' y que dará a luz en diciembre
Más de 80.000 personas han pedido al presidente ruso, Dmitri Medvédev, a través de una recogida de firmas por Internet que libere a Svetlana Bakhmina, una abogada embarazada de 39 años que trabajó para Mikkhail Jodorkovski, antiguo magnate del petróleo de la empresa Yukos.
Según publica The New York Times, diversas ONG y organizaciones de defensa de los derechos humanos se han movilizado para pedir la liberación de Bakhmina, a la que consideran una víctima del caso Yukos, que impli...
Más de 80.000 personas han pedido al presidente ruso, Dmitri Medvédev, a través de una recogida de firmas por Internet que libere a Svetlana Bakhmina, una abogada embarazada de 39 años que trabajó para Mikkhail Jodorkovski, antiguo magnate del petróleo de la empresa Yukos.
Según publica The New York Times, diversas ONG y organizaciones de defensa de los derechos humanos se han movilizado para pedir la liberación de Bakhmina, a la que consideran una víctima del caso Yukos, que implicó al magnate Jodorkovski acusado de fraude y evasión de impuestos.
La abogada, madre de dos hijos, espera un tercero para diciembre y ha cumplido más de la mitad de la condena de su sentencia de seis años y medio en una prisión en Mordovia, al sureste de Moscú. La carta, firmada por decenas de miles de personas, solicita al presidente ruso que deje a Bakhmina dar a luz en un hospital, fuera de las rejas.
El movimiento a favor de la liberación de la abogada nació a raíz de una carta que una compañera del colegio de Bakhmina redactó de puño y letra y mandó a Dmitri Medvédev. Tras su redacción, Olga Kalashnikova colgó su carta en su blog y causó una gran sensación en la red. Miles de personas se han movilizado y han apoyado el texto de ayuda a Bakhmina.
Jodorkovski, antiguamente el hombre más rico de Rusia, cumple ahora una condena de ocho años en una cárcel de Siberia. Yukos fue desmantelada por el Gobierno ruso después del arresto del empresario y muchos analistas consideran que se trató de un caso político. Según la versión de vario expertos, desde su posición en la empresa, prestó ayuda a instituciones y partidos políticos de corte democrático y organizaciones de derechos humanos que le enfrentaron al Kremlin, más aún en su intento de intervenir en la política rusa como crítico y opositor a Vladimir Putin.