Un austriaco mata a cuatro familiares por una herencia
La Policía busca a un hombre de 66 años sospechoso de haber matado a sus dos hermanos y sus respectivos cónyuges
El austriaco de 66 años, Josef Barniz, es sospechoso de haber disparado y matado a su hermano, hermana y sus respectivos cónyuges, todos entre 56 y 67 años, después de discutir por una herencia. El crimen sucedió en la localidad austriaca de Strasshof, al oeste de Viena.
La Policía aún no ha encontrado al sospechoso que se encuentra prófugo. El motivo de los asesinatos parece ser que fue un incremento del alquiler que impuso la hermana al presunto homicida al piso que éste habitaba en Viena, lo que desencadenó su desalojo el lunes, tras un año y medio de discusiones relacionadas con una...
El austriaco de 66 años, Josef Barniz, es sospechoso de haber disparado y matado a su hermano, hermana y sus respectivos cónyuges, todos entre 56 y 67 años, después de discutir por una herencia. El crimen sucedió en la localidad austriaca de Strasshof, al oeste de Viena.
La Policía aún no ha encontrado al sospechoso que se encuentra prófugo. El motivo de los asesinatos parece ser que fue un incremento del alquiler que impuso la hermana al presunto homicida al piso que éste habitaba en Viena, lo que desencadenó su desalojo el lunes, tras un año y medio de discusiones relacionadas con una herencia.
El presunto asesino era conocido por la policía porque ya había advertido de su intención de cometer el delito y lo había insinuado a sus familiares. Los agentes han alertado que Branis puede estar armado.
Los parientes de ambos matrimonios descubrieron los cadáveres y avisaron a la policía. Los crímenes fueron cometidos posiblemente ayer en sus respectivos domicilios. "Esta controversia aparentemente llevaba más de año y medio por lo que Josef Branis odiaba a su hermana Anna y J. su marido, así como también a su hermano Franz B. y su esposa, y esto ha sido expresado en una carta que se encontró", ha dicho un agente de la Policía.
Strasshof, es una ciudad que se encuentra al norte de Viena, donde la colegiala Natascha Kampusch estuvo en cautiverio durante ocho años antes de escapar en agosto de 2006.