El jefe de Scotland Yard grabó en secreto conversaciones telefónicas
La dimisión de Ian Blair había sido reclamada ya el pasado verano
El jefe de la Policía británica, Sir Ian Blair, grabó en secreto una conversación telefónica con el Fiscal General del Estado, Peter Goldsmith, según ha confirmado este lunes un portavoz de Scotland Yard. Los hechos tuvieron lugar en septiembre del año pasado y sin que Lord Goldsmith fuese consciente de que sus palabras estaban siendo registradas.
Blair ha admitido también haber grabado conversaciones con altos responsables de la comisión independiente del Gobierno (IPCC) encargada de investigar la muerte del joven brasileño Jean Charles de Menezes, tiroteado el pasado 22 de julio por l...
El jefe de la Policía británica, Sir Ian Blair, grabó en secreto una conversación telefónica con el Fiscal General del Estado, Peter Goldsmith, según ha confirmado este lunes un portavoz de Scotland Yard. Los hechos tuvieron lugar en septiembre del año pasado y sin que Lord Goldsmith fuese consciente de que sus palabras estaban siendo registradas.
Blair ha admitido también haber grabado conversaciones con altos responsables de la comisión independiente del Gobierno (IPCC) encargada de investigar la muerte del joven brasileño Jean Charles de Menezes, tiroteado el pasado 22 de julio por la Policía británica.
"Podemos confirmar que una conversación con el fiscal del Tribunal Supremo fue grabado", ha indicado un portavoz de Scotland Yard. "Tres conversaciones con miembros de alto rango de la IPCC fueron grabadas durante la investigación", ha añadido el mismo portavoz.
La conversación con Goldsmith hacía referencia a la admisibilidad de una grabación usada como prueba ante los tribunales británicos. Según la ley inglesa, es legal grabar una llamada telefónica para uso personal. No obstante, se viola la ley cuando esta grabación se comparte con terceras personas sin el consentimiento de la persona implicada en la misma.
Duras críticas
El jefe de Scotland Yard ha tenido que hacer frente a duras críticas tras los atentados del pasado julio. Los familiares de Menezes pidieron su dimisión, acusándole de mentir y confundir a la opinión pública acerca de los disparos que mataron al electricista brasileño.
El día siguiente a los atentados en el metro de Londres, varios policías sospecharon que Menezes podía ser un terrorista suicida y, siguiendo la política de "tirar a matar", acabaron con su vida. El CPS (servicio judicial de la Corona) es ahora quien debe decidir si se abren procesos a los policías implicados en la operación.