Hamás revoca los poderes adicionales que Abbas obtuvo del anterior Parlamento palestino

Hamás tiene 74 de los 132 escaños del Consejo Legislativo palestino desde las elecciones de enero. Y hoy ha empezado a hacer uso de ese poder. En una acalorada sesión, los diputados del movimiento islamista han revocado todas las decisiones que tomó en su última sesión el Parlamento saliente, entre ellas los nombramientos de miembros de Al Fatah en puestos clave de la Administración, así como la facultad del presidente, Mahmud Abbas, para nombrar a algunos jueces y otros poderes adicionales. Esta primera decisión del Parlamento deja claro que los diputados de Hamás van a adoptar una postura de...

Hamás tiene 74 de los 132 escaños del Consejo Legislativo palestino desde las elecciones de enero. Y hoy ha empezado a hacer uso de ese poder. En una acalorada sesión, los diputados del movimiento islamista han revocado todas las decisiones que tomó en su última sesión el Parlamento saliente, entre ellas los nombramientos de miembros de Al Fatah en puestos clave de la Administración, así como la facultad del presidente, Mahmud Abbas, para nombrar a algunos jueces y otros poderes adicionales. Esta primera decisión del Parlamento deja claro que los diputados de Hamás van a adoptar una postura de confrontación con Al Fatah, al timepo que aleja la posibilidad de que Al Fatah integre un eventual Gobierno de coalición con Hamás.

El Parlamento palestino se ha reunido hoy por segunda vez desde las elecciones del pasado 25 de enero con un sistema de videoconferencia para conectar las sedes de Ramala y de la ciudad de Gaza, debido a que Israel impide, como ha hecho durante los últimos cinco años de enfrentamientos, el movimiento de los legisladores entre ambos territorios. En la primera sesión, el pasado 18 de febrero, el diputado de Hamás Asis Dueik fue elegido presidente del Parlamento y el presidente Abbas, recordó a Hamás su compromiso con los acuerdos firmados por palestinos e israelíes.

A la sesión de hoy, en realidad la primera de trabajo, han asistido 112 diputados -13 se encuentran en cárceles israelíes, dos son buscados por el Ejército israelí y otros cinco se han ausentado sin motivo-. La cita ha estado marcada por la tensión y los enfrentamientos verbales entre los diputados del grupo radical islámico y los del movimiento oficialista Al Fatah del presidente, lo que parece reducir las posibilidades de que este partido entre a formar parte de un futuro Gobierno de coalición con Hamás.

La confrontación ha estallado con el intento de Hamás de revocar decisiones adoptadas en la última sesión del anterior Parlamento, controlado por Al Fatah. En dicha sesión, celebrada días antes de las elecciones que llevaron a Hamás al poder, Al Fatah dio poderes adicionales a Abbas en un intento por fortalecer su posición como contrapeso al movimiento radical. Además de nombrar a miembros de este partido para puestos clave del embrión de Estado que es la Autoridad Nacional Palestina (ANP), la anterior Cámara capacitó a Abbas para nombrar a los jueces del futuro Tribunal Constitucional, a cuya creación dio luz verde. Palestina no tiene aún Constitución, pero sí una Ley Básica que Al Fatah defiende ante los cambios que quiere introducir Hamás.

Los diputados de Al Fatah insistían en que Hamás no tiene derecho a revisar dichas decisiones, pero han sido desautorizados por la mayoría absoluta de Hamás. Al someter la propuesta a la Cámara, 64 diputados han votado a favor de la abrogación de estas medidas, uno en contra y seis se han abstenido. Como medida de protesta, los diputados de Al Fatah han abandonado la sala momentos antes de la votación y un diputado de este partido, Azzam al Ahmed, ha anunciado que su formación pedirá al Tribunal Supremo palestino que revoque la decisión.

En cuanto a las negociaciones para la formación del Ejecutivo, los líderes de Al Fatah se encuentran reunidos hoy para tomar una decisión. Hamás busca incluir a Al Fatah en un Gobierno de coalición para calmar los temores expresados por la comunidad internacional. Sin embargo, muchos miembros de Al Fatah prefieren permanecer en la oposición, con la esperanza de que el Gobierno de Hamás, sometido a un boicot internacional y con dificultades financieras, caiga rápidamente.